NACIÓN

Justicia ordinaria asumirá el caso de Dimar Torres

El director de la Justicia Penal Militar, Alejandro Ramírez, afirmó que se rompió el "nexo causal" por lo que la investigación del caso no le corresponde a su régimen.

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8 de noviembre de 2019, 7:03 a. m.
| Foto: Archivo particular

La investigación por el asesinato de Dimar Torres, un desmovilizado de las Farc al que un cabo del Ejército le disparó cuatro veces cuando transitaba por la vereda Campo Alegre, municipio de Convención, Norte de Santander, es ahora competencia de la justicia ordinaria. Así lo afirmó el director de la Justicia Penal Militar, Alejandro Ramírez.

“El juez del caso hizo un análisis del rompimiento del nexo causal y ese fue el resultado”, indicó el funcionario.

Esto significa que las acciones que terminaron con el asesinato de Dimar Torres no corresponden a una relación causal justificable comparada con el daño que ocasionaron y, por el contrario, vienen dadas por fuerzas distintas que no están comtempladas dentro de los procedimientos en el ejercicio militar. Razón por la cual la investigación de los uniformados involucrados en el crimen deberá seguir en manos de un juez de la justicia ordinaria. 

El 9 de septiembre, cuando estaba prevista la audiencia de imputación de cargos para el coronel Jorge Armando Pérez Amézquita, el cabo Daniel Eduardo Gómez y los soldados profesionales Cristián David Pulido, William Andrés Castrillón y Yeison Alexander Duarte, la defensa de Pérez Amézquita solicitó que el caso fuera llevado a la justicia penal militar. El Consejo Superior de la Judicatura debía decidir cuál sería el destino de los militares. 

La magistrada Magda Victoria Acosta Wualteros radicó el pasado 3 de octubre un proyecto de fallo frente a este conflicto de competencias ante la Sala Jurisdiccional Disciplinaria y, aunque no hay un pronunciamiento oficial del Consejo Superior, con el señalamiento del director de la Justicia Militar se da por entendido que la decisión de la Sala sería a favor de que los militares sean juzgados por la justicia ordinaria.

El 17 de octubre SEMANA reveló que la ejecución extrajudicial del desmovilizado de las Farc no fue un hecho fortuito sino que obedeció a un plan que según la Fiscalía lideró un coronel que hoy está libre. Los militares tenían un chat de Whatsapp que se llamaba “Dimar Torres” y allí reportaban los seguimientos.

En ese grupo de Whastapp Gómez Robledo fue dejando constancia de las rutinas de su futura víctima: dónde quedaba su casa, qué recorridos hacía en su moto Suzuki negra, modelo 2013, a qué hora salía a jornalear, en qué momento almorzaba o se iba a dormir. Hasta puso fotos del Facebook de Dimar y sus familiares. Y todo eso sin una orden judicial.

Lea aquí la nota completa: “Mi coronel, ya lo maté”: el grupo de WhatsApp que crearon para asesinar a Dimar

Este medio, que ha seguido el caso de Dimar Torres desde que se conoció del hallazgo de su cuerpo el 22 de abril, también informó a principios de esta semana que el subteniente John Javier Blanco Barrios, a cargo de la sección ‘Alabarda 1‘ del comando militar, sabía todo sobre la planeación del asesinato del excombatiente de las Farc.

Horas antes de cometer el crimen, el cabo Gómez le advirtió a Blanco Barrios que había llegado la hora de asesinar a Dimar, teniendo en cuenta las órdenes del coronel que se dieron en las conversaciones del chat. Blanco asegura, bajo la gravedad del juramento, que le dijo a Gómez que no lo hiciera. Tras la conversación, el oficial se fue con otros soldados a un patrullaje por los alrededores del oleoducto Caño Limón-Coveñas.