Home

Nación

Artículo

Su llegada a liderar el destino de los guajiros no estuvo exento de polémica.

LA GUAJIRA

Oneida Pinto, la caída de la ‘princesa’ wayúu

La detención de la ex gobernadora de La Guajira pone punto final a la carrera de una mujer que logró acumular un enorme poder en un mundo de hombres. Esta es su vida y las acusaciones que pesan contra ella.

11 de marzo de 2017

La detención de la exgobernadora Oneida Pinto Pérez el pasado martes no sólo pondría fin a su carrera política de más de 25 años si la condenan por los delitos por los cuales es investigada, sino que dejaría de nuevo en el limbo a La Guajira, una de las regiones con mayor inestabilidad política del país. El departamento lleva el record de tener tres ex gobernadores en la cárcel y tres detenidos e investigados, más una docena de ex alcaldes y contratistas presos por irregularidades en la contratación.

Esta semana, Pinto llegó al complejo judicial de Paloquemao de Bogotá para la audiencia de formulación de imputación. La justicia la investiga por los delitos de peculado por apropiación, contrato sin cumplimiento de los requisitos legales y falsedad en documento público y privado. Por cuenta de esas acusaciones fue detenida preventivamente por agentes del CTI el pasado miércoles 8 de marzo en la carrera 53 con calle 165, al norte de Bogotá en una zona residencial.

Le recomendamos: Una posesión contra viento y marea

Los hechos por los que es investigada están relacionados con un convenio por valor de 18.600 millones de pesos celebrado en 2011 entre la alcaldía de Albania y el Hospital San Rafael cuyo objeto era reducir la mortalidad infantil. Una parte del convenio consistía en dictar charlas puerta a puerta, para lo cual contrataron a 1.350 personas a un costo de 1.200 millones de pesos. Ni el municipio de Albania ni el hospital verificaron los perfiles de los multiplicadores. Sin embargo, se supo que se trataba de constructores, albañiles y técnicos en sistemas.

La ejecución de este convenio se realizó en medio de unas elecciones a la Alcaldía en las que ella era la favorita. Y las irregularidades que se evidenciaban en esos servicios dejaron la impresión de que las personas contratadas realmente habían sido reclutadas para votar en el municipio en las elecciones de octubre de 2011 por ella.  Para ese momento, la candidata de Cambio Radical compartía tarima con el entonces candidato a gobernación Juan Francisco Kiko Gómez Cerchar, también avalado por Cambio Radical. Oneida Pinto fue elegida en octubre de 2011 con 8.110 votos, el 85.9% de los sufragios válidos. Fue una barrida casi total: su más cercano contendor obtuvo tan sólo 1.085 votos.

Por estos hechos se encuentran presos el exalcalde Yan Keller Hernández, quien fue elegido con el apoyo de Pinto Pérez en las elecciones de 2007, y fue el alcalde del periodo 2008 – 2011. Y también Emerson Pinto, un primo de Oneida que era funcionario del municipio, y el contratista Carlos Arturo Gómez Ovalle, hijo del exgobernador Román Gómez Ovalle.

Oneida Pinto fue elegida en octubre de 2011 con 8.110 votos, el 85.9% de los sufragios válidos

Un nuevo elemento agregó suspicacia a las investigaciones sobre el convenio. Yan Keller pasó de ser escolta y conductor de Oneida Pinto a alcalde del municipio. El hecho daba la sensación en la clase política que realmente ella seguía ejerciendo el poder por interpuesta persona. Pablo Parra, su ex esposo, un antiguo policía chocoano que llegó a La Guajira como escolta del exgobernador liberal y expresidente de la Cámara de Representantes Román Gómez Ovalle, era uno de los mejores amigos de Keller.

 

 “Me están persiguiendo por ser mujer y por ser indígena”

“Pienso que la verdad nos hace libres a todos los seres humanos y no tengo ninguna preocupación al respecto porque en el 2011 yo era candidata a la alcaldía de Albania y no firme esos contratos”, dijo la ex gobernadora minutos después de que un juez legalizara su captura.

Puede leer: La Guajira: con hambre, sed, pobreza y sin gobernador

La escena ponía punto final a la carrera política de una mujer que había logrado hacerse al poder en un mundo dominado por los hombres. Oneida llegó a la gobernación luego de una carrera hecha a pulso. Comenzó su vida pública como presidenta de la Junta de Acción Comunal de Calabacito, un corregimiento de Maicao. Luego fue elegida durante dos periodos como concejal de la capital de ese municipio. En el año 2.000, la asamblea departamental creo el municipio de Albania, anteriormente corregimiento de Calabacito, el punto administrativo más próximo al corazón de la mina de carbón del Cerrejón. Oneida fue la segunda alcaldesa del pueblo. Yan Keller fue su sucesor.

Así, se dice que Pinto controló el municipio entre 2004 y 2012 hasta que volvió de nuevo como alcaldesa. No terminó su periodo pues renunció para lanzarse a la gobernación y por esa razón, el Consejo de Estado tumbó su elección en 2016. El Alto Tribunal consideró que había violado el régimen de inhabilidades.

Se daba por seguro que Oneida Pinto sería la candidata de Cambio Radical

 

La ruta a la gobernación

Su llegada a liderar el destino de los guajiros no estuvo exento de polémica. El dos de febrero de 2015 los habitantes de ese departamento celebran una de las fiestas religiosas más importantes la de la Virgen de la Candelaria a quienes ellos cariñosamente llaman La Vieja Mello. Ese día, todos los políticos van a la Catedral y si es año de elecciones la fiesta suele ser monumental. Se presentan los mejores conjuntos vallenatos, matan chivos y ofrecen ríos de whisky. Así, muchos logran amarrar a su electorado.

Ese día Oneida ofreció una parranda amenizada por Poncho Zuleta, Jorge Oñate y Martín Elías (hijo de Diomedes), las dinastías más célebres. En ese momento se daba por seguro que Oneida Pinto sería la candidata de Cambio Radical. Una foto de ella con Miguel Pinedo, exgobernador del Magdalena y exsenador liberal por ese partido encendió toda una controversia. El hombre había sido condenado a siete de años de cárcel por la Corte Suprema de Justicia.

En archivo: La Guajira lanza un suplicante S. O. S. financiero

Meses más tarde se sabría que el exsenador Jorge Ballesteros, padre del gobernador José María Ballesteros, el exsenador y exministro Amilkar Acosta Médina, el representante Antenor Durán Carrillo y el exsenador Rodrigo Dangond, apoyaban las aspiraciones de Oneida Pinto. La alianza solo significaba una cosa: que la acompañaba la misma coalición que apoyó la elección de Juan Francisco Gómez Cerchar, más conocido como Kiko Gómez. El ex gobernador fue condenado a 55 años de prisión en enero pasado, luego de haberse demostrado que era el responsable del asesinato de tres personas.

El aval de Oneida Pinto generó una de las peores controversias internas que ha tenido Cambio Radical. El senador Carlos Fernando Galán se opuso a que el partido apoyara sus aspiraciones por cuenta de los señalamientos en su contra. Oneida argumentó que para ese momento no tenía ningún proceso penal ni disciplinario en su contra. Había un elemento adicional que generaba desconfianza. Su ex esposo Pablo Parra era candidato a la alcaldía de Albania, pero muchos no daban crédito a la historia de que estaban separados y creían que era una forma soslayada de acumular poder. Parra le ganó con ventaja a su competidor, un primo de Oneida llamado Emerson Pinto.

Carlos Fernando Galán se opuso a que el partido apoyara sus aspiraciones

Para ese momento Oneida era ya conocida en todo el país. Los medios la denominaban “la princesa Wayuu” o “la princesa negra”. La apelación sorprendía a los guajiros pues en esa cultura no existen ese tipo de jerarquías. Por eso, en la región se dice que sí Oneida es princesa, debe ser una princesa presa.