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El ministro del Interior, Fernando Carrillo (izq.), y el vicepresidente, Angelino Garzón (der.). | Foto: Rodrigo Urrego / SEMANA

EXAMEN

Los ‘pecados’ de Colombia ante ONU

Aunque el organismo apoyó el proceso de paz y la Ley de Víctimas, criticó el fuero militar y la violencia sexual.

Rodrigo Urrego, enviado especial de Semana.com a Ginebra, Suiza
23 de abril de 2013

Colombia, uno de los países más vigilados en Derechos Humanos, estuvo a punto de ‘salir en hombros’ del examen que sobre esa materia rindió ante las Naciones Unidas. De no haber sido por la reforma al fuero militar y por la “preocupante” impunidad en los delitos de violencia sexual contra las mujeres en el conflicto armado, la delegación colombiana, encabezada por el vicepresidente Angelino Garzón y el ministro del Interior, Fernando Carrillo, habría salido por la puerta grande en Ginebra (Suiza).

Eso sí, el escenario fue diferente del de hace cuatro años, cuando el Gobierno dejó el Palacio de la Naciones con más de un centenar de recomendaciones bajo el brazo. Esta vez se marchó con la cara en alto y con el reconocimiento total de las Naciones Unidas.

Todos, absolutamente todos los 81 países que intervinieron para hablar de Colombia, cerraron filas para respaldar las políticas adoptadas en materia de Derechos Humanos por el gobierno de Juan Manuel Santos. Y por primera vez en un escenario internacional, Colombia certificó el apoyo al proceso de paz que adelanta con la guerrilla de las FARC, que casi en forma simultánea al examen periódico universal se reanudó este martes en La Habana.

Además del proceso de paz y de la voluntad del Gobierno para poner fin al conflicto armado, la Ley de Víctimas se convirtió en la ‘joya’ más admirada por la comunidad internacional. No en vano ocupó el mayor tiempo en la rendición de cuentas de Colombia y se ganó el elogio de la ONU, que volvió a calificarla como un avance sin precedentes.

Claro que hubo recomendaciones. La preocupación es por la seguridad de los defensores de víctimas y reclamantes de tierras sigue latente. No obstante, la ONU dijo que Colombia va por el camino indicado y tiene plena confianza que en el próximo examen -dentro de cuatro años- Colombia pueda decir que no hay amenazas contra quienes fueron víctimas del conflicto y contra los defensores de derechos humanos.

Lo que quizá ningún miembro del Gobierno esperaba era que las 81 naciones que se inscribieron para hablar sobre la situación de Derechos Humanos en Colombia felicitaran al país por sus avances. Y eso fue lo que en realidad ocurrió en Ginebra.

Pero, aparte de los elogios que recibió el Gobierno, hubo ciertas preocupaciones que el ministro Fernando Carrillo asumió como “asuntos secundarios”. No por demeritar las observaciones de los países, sino más bien por subrayar que Colombia, a diferencia de hace cuatro años, salió triunfante del Examen Periódico Universal (EPU) del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Ello porque un bloque de 14 países, entre ellos Estados Unidos, Alemania, Francia, Holanda, Canadá, Finlandia, Polonia, Portugal, Rusia, España, Suecia, Gran Bretaña, Austria y Australia, reprobaron la reforma que amplió el fuero militar. Los estadounidenses dijeron que, sin excepción, todas las violaciones a los derechos humanos deben ser competencia de los tribunales civiles y no de los militares. España le pidió al Congreso colombiano ser muy cuidadoso para no generar impunidad.

Suecia dijo que el escenario ideal es restringir al máximo las competencias de los tribunales militares, y Austria calificó la reforma como “un paso atrás en la lucha contra la impunidad” y le preguntó al Gobierno por las cifras de las condenas por falsos positivos.

El gobierno colombiano se encargó de despejar temores y dijo que la reforma al fuero no es una imposición del Gobierno y que sobre su diseño intervienen, de forma autónoma, los otros dos poderes del Estado a través del Congreso y la Corte Constitucional. También recordó que la oficina de la delegada de Derechos Humanos de la ONU certificó que en el 2012 no se registraron falsos positivos.

La otra preocupación en la ONU fue la impunidad sobre los delitos sexuales a las mujeres en medio del conflicto, delitos que deben ser investigados y sancionados sin excepción. Paraguay, Corea, Senegal, Eslovaquia, Sudáfrica, España, Suecia, Suiza, Australia Austria, Bélgica, El Salvador, Francia insistieron en esa recomendación. Incluso Costa Rica calificó la violencia sexual como una práctica sistemática y generalizada en el conflicto colombiano, y Kirguistán sugirió calificarla como un delito de lesa humanidad.

Hubo otras recomendaciones algo más exóticas. Islandia pidió a Colombia reconocer los derechos de las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio, Nueva Zelanda se mostró altamente preocupada porque en Colombia haya instituciones médicas que se abstengan de practicar abortos incluso en los tres casos específicos aceptados por la Corte Constitucional, y el representante de la Santa Sede en la ONU le recomendó a Colombia mantener la institución del matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer.

Todas las recomendaciones serán consignadas en un documento que el gobierno colombiano recibirá este viernes. Allí acordará sus nuevos compromisos en materia de Derechos Humanos para volver a ser examinado en la ONU dentro de cuatro años.