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| Foto: JUAN CARLOS SIERRA-REVISTA SEMANA

ENTREVISTA

El pedido del padre de Luis Andrés Colmenares al grupo de Facebook 'Buena La Rata'

A pocas semanas del octavo aniversario de la muerte de Luis Andrés Colmenares, su familia pide respeto a todos aquellos que usan la imagen de su hijo para provocar burlas. Una convocatoria a una fiesta de Halloween en redes sociales desató la reacción.

5 de octubre de 2018

Luis Alonso Colmenares, padre de Luis Andrés Colmenares, envió este miércoles un comunicado a la opinión pública en el que expresa su indignación frente a la publicación de un grupo de Facebook llamado Buena La Rata. Se trata de la convocatoria a una fiesta de disfraces que se celebrará el 31 de octubre, fecha exacta del fallecimiento de Colmenares, justamente en el Parque El Virrey.

La foto de la trágica noche de Luis Andrés en 2010, en la que posa acompañado de Jessy Quintero, Laura Moreno y varios amigos más, es la imagen principal del evento en Facebook. En el campo dispuesto para dar detalles sobre el evento, los organizadores llaman a la asistencia con solo dos frases: “Pasar un rato agradable. Nada de botellas de vidrio". Y lo que sigue de ahí para abajo es un rosario de comentarios en que los interesados caricaturizan de manera cruel la información que ha circulado frente a la muerte del estudiante universitario.

SEMANA: ¿Es esta la primera vez que se organiza una fiesta de Halloween explotando de forma irrespetuosa la figura de su hijo?

Esta es como la tercera ocasión en la que alguien pretende generar interés en alguna actividad valiéndose de circunstancias tan difíciles para nosotros como las que rodearon aquella noche a Luis Andrés. Usan las imágenes de nuestra tragedia y las editan para provocar burla, como sucedió ayer con la promoción de una fiesta que emplea la foto en donde nuestro hijo aparece con quienes consideró sus amigos.

SEMANA: ¿Este tipo de agresiones afectan de alguna manera el esfuerzo cotidiano que ustedes hacen para superar la tristeza?

L.A.C.: Nosotros tendremos que vivir hasta el último día con el dolor de haber perdido a Luis Andrés porque nos resulta insuperable. Este tipo de convocatorias a fiestas de Halloween nos afectan, y muchísimo. Yo estoy de viaje por las clases que dicto fuera de Bogotá y tuve que venirme bastante preocupado porque dejé a mi esposa supremamente triste después de haber visto esa invitación. Ella es administradora de empresas y administradora hospitalaria pero el 31 de octubre de 2010, así como acabó la vida de Luis Andrés, acabó la vida social e intelectual de ella.

Cualquiera de los que está convocando o piensa asistir a esa fiesta sentiría el mismo golpe que nosotros soportamos todos los años cuando llega el mes de octubre, es que yo quisiera quitárselo al calendario.

SEMANA: ¿Alguna vez se ha disculpado con ustedes alguien que se haya burlado públicamente de esta tragedia?

L.A.C.: En una o dos ocasiones alguien se retractó y manifestó que no había tenido mala intención. Fue una situación casi idéntica a la que está ocurriendo en esta ocasión. Fueron personas que se disculparon por redes sociales exactamente en la misma publicación en la que inicialmente habían usado la imagen de Luis Andrés y retiraron la foto. Pero, por haber sido todo en redes sociales, nosotros ni siquiera supimos quiénes eran, nunca nos contactaron directamente.

SEMANA: ¿Cuáles son los beneficios y los perjuicios que usted ha encontrado en el hecho de que la muerte de su hijo haya sido estos 8 años objeto de permanente difusión mediática?

L.A.C.: Hay mucha gente que me aborda permanentemente en la calle y en los aeropuertos para saludarme y decirme que, después de la noticia del crimen de Luis Andrés, ellos están mucho más pendientes de sus hijos. Que los cuidan mucho más, están atentos a dónde están sus muchachos cuando salen en las noches y les dicen que se cuiden muy bien al escoger sus amistades y al decidir con quién salen, recordándoles lo que le pasó a Luis Andrés. Yo pienso que la exposición mediática de nuestro caso ha servido para que los padres estén mucho más pendientes de sus hijos.

La parte negativa es que, sobre la base del criterio de la presunción de inocencia, ha habido artículos que me han reprochado por no aceptar las decisiones judiciales.

SEMANA: ¿Considera su familia que la sociedad colombiana ha sido solidaria frente a la muerte de Luis Andrés?

L.A.C.: La solidaridad con nosotros ha sido total. Yo no paso un día sin que alguien me exprese su apoyo a mi causa, me dicen en las calles de varias ciudades del país que siga adelante, que no claudique hasta que haya justicia. No hay una persona que se me haya acercado para hacerme un reproche por lo que he hecho.

SEMANA: Han pasado 8 años, ¿qué expectativa tienen ustedes en este momento frente  la justicia colombiana por lo que a la muerte de su hijo respecta?

L.A.C.: A pesar de que haya operadores judiciales que tengan un objetivo distinto al de hacer justicia, nosotros seguimos confiando en la justicia y estamos a la espera de la decisión que tome el Tribunal Superior de Bogotá en segunda instancia. Esa corte ha estado estudiando el caso desde el 20 de febrero de 2017, fecha en que fueron absueltas Laura Moreno y Jessy Quintero en primera instancia. Creemos que, por el tiempo que han tardado, el tribunal debe estar observando objetivamente y en detalle todas las pruebas que se acordaron y demuestran que la muerte de Luis Andrés fue un crimen.

SEMANA: ¿Usted considera que la decisión de absolver a Jessy y a Laura en primera instancia es producto de corrupción por parte de operadores judiciales?

L.A.C.: Pues yo no tengo los elementos para afirmarlo de manera categórica pero lo que sí creo es que no fue una decisión objetiva.

SEMANA: ¿Qué les dice a estas personas que usan la imagen de su hijo en redes sociales?

L.A.C.: A mí me parece que hay muchas otras formas que, de una mejor manera, pueden servir de medio para una invitación de esta naturaleza, distintas a valerse de la muerte de Luis y del dolor que nos causa. No es necesario hacer lo que estos grupos hacen. Yo invito a las personas que han estado detrás de eso a que se pongan en mis zapatos porque no saben cuánto pesan.