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| Foto: Archivo SEMANA

JUDICIAL

Partido Liberal pide renuncia del defensor del Pueblo

Horacio Serpa, jefe del partido que respaldó el nombramiento de Jorge Armando Otálora, le quita su respaldo y le pide defenderse al margen de su cargo.

25 de enero de 2016

A pesar de haber dado sus explicaciones sobre el presunto acoso sexual a la abogada Astrid Helena Cristancho, su exsecretaria privada, Jorge Armando Otálora, defensor del Pueblo, cada vez está más solo.

El Partido Liberal, el mismo que le sugirió al presidente Juan Manuel Santos ternarlo para el cargo de defensor, y que en el 2012 consiguió las mayorías en la cámara de representantes, le acaba de quitar su respaldo. Ante la gravedad de las denuncias publicadas por Daniel Coronell en su última columna en la revista SEMANA, Horacio Serpa, jefe de la colectividad, consideró que éste escándalo sí afecta el buen nombre de la Defensoría del Pueblo y sus funciones como director de la entidad. “El doctor Jorge Armando Otálora debe renunciar al cargo” dice el comunicado.

El senador también consideró que el país está indignado por los hechos que se le atribuyen a Otálora y anunció que el tribunal de ética del partido abrirá una investigación al respecto. Ayer fueron muchas las congresistas que le exigieron al Partido Liberal un pronunciamiento sobre el tema. Viviane Morales pidió al senador Serpa convocar a los parlamentarios del partido con urgencia para tomar la decisión. Sin embargo, Serpa se anticipó con éste comunicado.

Dirección Nacional Liberal:

El País está indignado por los hechos atribuidos al doctor Armando Otálora, Defensor del Pueblo, relacionados con el trato que dispensa a sus subalternos y con actos personales que involucran a su exsecretaria privada.

El doctor Otálora ha desempeñado sus funciones oficiales con diligencia y buenos resultados, conforme se le reconoce nacional y públicamente. Goza de prestigio profesional y cuenta con aprecio y respeto en los círculos académicos y sociales que frecuenta.

La condición de servidor público obliga a cumplir con eficacia las tareas oficiales y a tener un comportamiento personal y social impecable. Se es funcionario oficial para representar bien al Estado y a la comunidad y ello implica obrar con discreción y decoro, lejos de escándalos que pongan en mal predicamento a la Institución que se representa y a su propia persona.

El doctor Otálora fue elegido Defensor del Pueblo con el apoyo de la bancada liberal de la Cámara de Representantes. Como copresidente de la Dirección Nacional Liberal y como persona estimo que los escándalos públicos en los que está comprometido el doctor Otálora afectan el buen nombre de la Entidad y sus funciones como Defensor.

En la Colectividad funciona un Tribunal de Ética que estudiará el caso, el cual se analizará también en la Dirección Nacional. Considero, empero, que mientras estas instancias se reúnen y se pronuncian, el doctor Armando Otálora debe renunciar al cargo.

Reconozco que el doctor Otálora tiene el derecho de hacer las explicaciones que la situación demanda, asumir su defensa ante la sociedad que lo cuestiona y, llegado el caso, ante las autoridades y las instancias partidistas.