Valle del Cauca
Café vallecaucano despega como uno de los grandes motores económicos del departamento
Más de 23.500 familias viven del grano y el programa ‘Valle Café’ renovó casi ocho millones de árboles en 2024. El sector ya aporta el 30 % del PIB agrícola regional.
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El café dejó de ser solo un emblema cultural del Valle del Cauca y se convirtió en una de sus mayores apuestas de desarrollo rural. Hoy, el cultivo está presente en el 93 por ciento de los municipios del departamento y representa el sustento directo de más de 23.500 familias campesinas. Según el Comité de Cafeteros del Valle, la región cuenta con 50.200 hectáreas sembradas que producen, en promedio, 627.000 sacos anuales de café de exportación.
La cifra de 2024 confirma la fuerza del sector: se cosecharon 46.890 toneladas de café, consolidándolo como el segundo renglón agrícola más productivo del Valle. A nivel nacional, el departamento ocupa el séptimo lugar entre los mayores aportantes a la canasta exportadora del grano, un mercado cuya demanda internacional sigue en expansión.
El impacto económico y social va mucho más allá de los cultivos. Toda la cadena productiva —desde la siembra y transformación hasta la comercialización— genera más de 44.000 empleos directos y moviliza a tostadores, baristas, catadores y pequeños y medianos empresarios. La consolidación de marcas propias también tomó fuerza: en ‘Cafés de Colombia Expo 2025′, realizada en Bogotá, participaron más de 30 marcas vallecaucanas provenientes de 20 municipios. Entre todas lograron ventas superiores a los 54 millones de pesos, con más de 1.380 bolsas comercializadas. Su presencia fue posible gracias al apoyo de la Gobernación del Valle y el Comité de Cafeteros.
Este crecimiento no es casual. Desde 2024, la Gobernación puso en marcha el programa Valle Café, una estrategia pionera dedicada específicamente al fortalecimiento del sector. La iniciativa, desarrollada mediante convenios con el Comité de Cafeteros del Valle, se enfocó en aumentar la productividad, mejorar la calidad del grano, renovar cafetales, capacitar a los productores y entregar insumos agrícolas. En su primer año se renovaron 7.974.394 árboles en 2.338 fincas de los 39 municipios cafeteros.
En 2025, el programa se mantuvo con un objetivo claro: acompañar al caficultor de manera integral, impulsar prácticas sostenibles y promover sistemas agroalimentarios que fortalezcan los ingresos rurales. Como parte de esta estrategia, el departamento trabaja en la consolidación del Consejo Departamental de Cafés Especiales, un órgano consultivo destinado a mejorar la competitividad, apoyar certificaciones de calidad y posicionar al Valle en mercados nacionales e internacionales.
El contexto económico juega a favor. Las exportaciones del departamento han tenido un repunte significativo en 2025 y el café aparece como uno de los principales motores de ese crecimiento. El grano ya aporta cerca del 30 por ciento del PIB agrícola del Valle, una proporción que evidencia su papel estratégico en la economía regional.
Además del impulso económico, el sector muestra avances en sostenibilidad: el 54 por ciento de las hectáreas cafeteras están certificadas bajo estándares ambientales y sociales. Esto le da al departamento una ventaja competitiva en un mercado global que cada vez exige más trazabilidad y buenas prácticas.
El panorama confirma que la caficultura vallecaucana vive un momento decisivo. Con tradición, programas públicos, innovación rural, marcas emergentes y un mercado externo en expansión, el departamento tiene una oportunidad histórica para convertir al café en uno de los pilares de su desarrollo sostenible y para que miles de familias cafeteras encuentren en el grano un camino estable hacia la prosperidad.
