Ciencia

Avi Loeb, de nuevo, se va contra científicos por rechazar las anomalías del 3I/ATLAS: no descarta su origen extraterrestre

Una de las preguntas centrales es por qué algunos científicos rechazan debatir la posibilidad de firmas tecnológicas en anomalías de objetos interestelares.

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11 de diciembre de 2025, 2:29 p. m.
¿Cometa o tecnología avanzada? El debate que desata 3I/ATLAS en la comunidad científica
¿Cometa o tecnología avanzada? El debate que desata 3I/ATLAS en la comunidad científica | Foto: Montaje de SEMANA con Getty Images

Avi Loeb ha generado gran atención en este 2025, especialmente por sus opiniones sobre 3I/ATLAS, uno de los objetos interestelares que más intriga ha causado debido a ciertas anomalías que no encajan con el comportamiento habitual de un cometa natural. Por ello, el experto ha sido uno de los principales defensores de la hipótesis de que podría tratarse de un objeto con tecnología avanzada proveniente de otra civilización.

El físico ha aprovechado su blog en Medium para expresar sus ideas acerca de este cuerpo celeste y, recientemente, respondió allí algunas preguntas formuladas por periodistas y usuarios. Una de las que más llamó la atención fue: “¿Por qué algunos científicos se oponen a cualquier debate sobre la conjetura de que las anomalías de un objeto interestelar podrían ser firmas tecnológicas?”

Frente a esta inquietud, Loeb critica que algunos expertos asumieron rápidamente que 3I/ATLAS era un cometa típico, interpretando los datos únicamente a partir de su experiencia previa con cometas del sistema solar.

¿El cometa 3I/ATLAS sería un meteorito? Este sería el plan de la NASA frente a este fenómeno.
Algunos expertos clasificaron 3I/ATLAS como un cometa típico basándose solo en su experiencia previa y en datos comparables del sistema solar. | Foto: Agencia 123rf

Sin embargo, plantea que, dado que la humanidad ha enviado tecnología al espacio, es razonable contemplar que otras civilizaciones podrían haber hecho lo mismo. En consecuencia, considera que los científicos deberían incluir la posibilidad de un origen extraterrestre al analizar objetos interestelares.

El autor sugiere que ciertas anomalías detectadas podrían indicar que no se trata de un simple cometa, una postura que no ha sido respaldada por la NASA, institución que mantiene su clasificación como cometa natural y no considera que se trate de algo distinto.

Según el profesor, la ciencia debería explorar la hipótesis tecnológica por una razón fundamental: si 3I/ATLAS fuera de origen tecnológico avanzado, podría representar un riesgo para la humanidad, especialmente porque no existen protocolos para enfrentar tecnología extraterrestre. Cabe recordar que, el objeto alcanzará su máxima aproximación a la Tierra el 19 de diciembre de 2025.

El experto sostiene que muchos investigadores han optado por ignorar las anomalías, perdiendo así dos oportunidades clave. La primera es comprender la ciencia como un proceso de aprendizaje continuo, capaz de revelar verdades inesperadas, como ocurrió con la mecánica cuántica.

Un objeto interestelar acelera hacia el Sol y su reacción será observada en tiempo real por la NASA.
Loeb defiende la hipótesis tecnológica, es decir, la posibilidad de que 3I/ATLAS sea un objeto creado por otra civilización avanzada. | Foto: Composición de SEMANA con imagen de Getty, Gemini, Nasa

La segunda es reconocer que el clima científico actual es muy conservador: los investigadores evitan compartir dudas o errores por miedo a perjudicar su reputación y se limitan a comunicar conclusiones finales, lo que refuerza la idea de que la ciencia es una actividad reservada para una élite.

“La ciencia es un trabajo en progreso. Las anomalías ofrecen multitud de interpretaciones que se ponen a prueba con nuevos datos que pueden descartarlas todas menos una”, afirma.

A esto se suma que, durante años, el público ha mostrado más entusiasmo por la búsqueda de vida extraterrestre que por la de microbios. Por ello, insiste en que los científicos deberían considerar este interés al definir sus prioridades, especialmente teniendo en cuenta que la investigación se financia con dinero público.