Richard Gringras es vicepresidente de Google, encargado de Google News

MEDIOS

“El periodismo requiere innovación constante”: Richard Gingras

SEMANA habló con el vicepresidente de Google News sobre el futuro de los medios, las noticias falsas y las enormes preguntas no resueltas sobre el impacto de la tecnología en la información.

5 de octubre de 2019

SEMANA: El periodismo pasa por un momento difícil y los medios enfrentan grandes retos ahora que toda la información está disponible en internet. ¿Qué papel desempeña Google en ese ecosistema?

Richard Gingras: Google, obviamente, desempeña un rol muy importante en el ecosistema, así como otras compañías. Pero es fundamental reconocer la naturaleza de nuestro negocio: no somos un medio en el sentido de que no creamos contenido y no empleamos ni reporteros ni editores. En cambio, con Google Search (el buscador) y Google News (nuestro sitio en el que categorizamos noticias) ayudamos a los usuarios a tener varias fuentes de información dependiendo de los temas del día, y con nuestra tecnología Ads (anuncios y publicidad), ayudamos a muchos medios a monetizar sus contenidos. A nosotros nos interesa que a los medios les vaya bien y que en la web haya un ecosistema de expresión rico, diverso y con mucha calidad, pues de eso depende nuestro propio éxito. Y por eso trabajamos para ayudar en ese sentido.

SEMANA: ¿Qué pueden hacer ustedes por el periodismo?

R.G.: Nuestros esfuerzos están encaminados a encontrar la respuesta a una pregunta: ¿cómo lograr que el periodismo sobreviva esta época de grandes cambios? Porque es cierto, internet ha cambiado el cómo la gente encuentra información, la consume y forma sus opiniones sobre el mundo que los rodea. Eso ha creado un ambiente muy competitivo que ha sido todo un desafío para los medios. Nosotros sabemos que no podemos encontrar ese camino solos, así que todo el tiempo nos preguntamos cómo podemos trabajar mejor con los periodistas y con los propios medios para reinventar, cuidadosamente, el futuro del periodismo. Y lo hacemos en varias perspectivas: desde cómo contar en forma novedosa las historias, hasta cómo hacer dinero para mantener la calidad. Y aunque no creo que haya una sola respuesta, me parece que el camino es seguir haciéndonos las preguntas correctas.

SEMANA: ¿Y cuáles son esas preguntas?

R.G.: Todo el mundo tiene un celular en sus manos y consume información durante todo el día. ¿Cuáles son las nuevas formas de periodismo que pueden apuntar a esa realidad? ¿Cómo los periodistas pueden narrar historias de una forma que conecte con la generación millennial? ¿Cómo nosotros, en este mundo tan complejo, les podemos ayudar a los usuarios a verificar datos y hechos, para que puedan entender la diferencia entre realidad y ficción? ¿Cómo puede el periodismo empezar a tomar ventajas de las nuevas tecnologías? En fin: el periodismo requiere innovación constante y esta solo se logra haciéndonos preguntas.

"Los ingresos de los medios no se movieron a Google o a Facebook, sino que se repartieron por todo internet".

SEMANA: Parte de la crisis en los medios se debe a que un gran porcentaje de la publicidad se fue a plataformas como Google o Facebook. ¿Cómo lograr un equilibrio en ese sentido?

R.G.: Efectivamente, el negocio de los medios ha cambiado, pero hay que entender por qué. Si bien es cierto que Google ha desarrollado un muy efectivo negocio de anuncios, eso no fue lo que destruyó el modelo de publicidad que tenían los impresos. Si uno mira, por ejemplo, cómo funcionaba un periódico pequeño hace 40 años, puede ver que era una especie de internet de hoy: daba las noticias locales y nacionales, tenía cartelera de cine, clasificados laborales o de vivienda y hasta sección de recetas. En esa época, el 95 por ciento de los ingresos de los medios venían de los anuncios, y casi el 40 por ciento era de los propios clasificados. Todos esos ingresos, contrario a lo que se piensa, no se movieron a Google o a Facebook, sino que se repartieron por ese complejo, vasto y competitivo mundo del internet.

SEMANA: ¿Cómo así?

R.G.: Sí, a las páginas para buscar carro, apartamento o vivienda, las de los cines, las especializadas en cocina, etcétera. Yo creo que el desafío aquí, para los medios, es enfocarse más en el componente de suscripción; es decir, en los ingresos generados por los propios lectores. Y eso viene con el desafío de proporcionar algo que la gente esté dispuesta a pagar.

SEMANA: Muchos medios ven a Google como el enemigo. ¿Cómo reconstruir esa confianza para trabajar juntos?

R.G.: No es posible crear un futuro exitoso para el periodismo basándose en malos entendidos sobre el pasado. Todos tenemos que ser honestos acerca de la naturaleza del cambio que estamos viviendo. En Google ha habido un cambio tremendo en los últimos cinco años y eso parte de reconocer lo que no sabemos. Durante mucho tiempo nosotros, por ejemplo, no le dedicamos suficiente esfuerzo a trabajar por el periodismo, y nuestros ingenieros no necesariamente comprenden cómo funciona la industria de los medios. Por eso es importante para nosotros empaparnos sobre eso con los periodistas. Y de una forma similar, es crucial que los medios comprendan mejor el sector tecnológico y todo lo que está sucediendo en el ecosistema digital. Así podremos resolver estos desafíos juntos.

"Las noticias falsas son fabricadas con fines políticos o económicos en un mundo dividido y polarizado".

SEMANA: ¿Cuánto puede durar este proceso de cambios?

R.G.: Un día estaba cenando con el decano de una escuela de periodismo y me dijo que esperaba que este periodo turbulento del periodismo pasara rápido. Pero eso no va a suceder: esto va a ser un proceso continuo, en el que las cosas no van a dejar de cambiar. Ya lo hemos visto en la tecnología: hace unos años hablábamos de nuestros computadores y ahora hablamos de nuestros celulares. Además, la generación de hoy consume información de manera muy diferente. La respuesta a ese constante cambio es innovar, experimentar y ensayar a prueba y error. No conozco ninguna otra forma de avanzar.

SEMANA: Los medios hacen periodismo de calidad en todo el mundo, pero hay la sensación de que esto no se ve lo suficiente en las búsquedas de Google. ¿Cómo privilegiar esos contenidos sobre las fake news?

R.G.: Nosotros vemos miles de millones de búsquedas todos los días, y solo un porcentaje de ellas tienen que ver con noticias. Cuando eso pasa, en la parte superior siempre aparecen noticias y es difícil que se cuele algo distinto, como un anuncio. Además, nos esforzamos por asegurarnos de que los resultados que aparecen sean de las fuentes más autorizadas. No estoy sugiriendo que seamos perfectos, pues seguimos tratando de mejorar en ese sentido. Pero yo creo que en general lo logramos la mayor parte del tiempo.

SEMANA: Pero hay veces que es difícil controlarlo...

R.G.: Claro, también debemos reconocer que, dependiendo de los criterios de la consulta, la gente puede encontrar información poco confiable: si alguien busca, por ejemplo, cómo el melocotón puede curar el cáncer, seguramente encontrará información que le va a sugerir que eso es verdad. Pero incluso en esos casos hemos tomado acciones, trabajando con una comunidad de verificadores.

SEMANA: En Colombia tuvimos elecciones recientemente y pasamos por un proceso de paz que dividió a nuestro país en dos. En ambos contextos hubo muchísimas noticias falsas: ¿estamos perdiendo la batalla contra las fake news?

R.G.: Espero que no estemos perdiendo la batalla, pero sigue siendo un gran problema social. Hay que entender que cuando hablamos de ‘noticias falsas’, muchas veces hablamos es de información fabricada con fines políticos o económicos en un mundo dividido y polarizado. Un estudio del MIT demostró que lo que impactó las elecciones en Estados Unidos no fueron tanto las fake news creadas por fuentes extranjeras, sino la gran cantidad de desinformación y de tergiversaciones distribuida por movimientos políticos y algunas veces por medios partidistas. Es un desafío real, un tema de sociedad que todos debemos abordar.

"Durante muchos años internet fue visto como un formato para entregar el mismo producto que siempre se había hecho en impreso, sin reconocer que era algo completamente diferente".

SEMANA: Muchos son pesimistas sobre el futuro de la información en el mundo. ¿Usted qué opina?

R.G.: Al contrario, soy muy optimista. Uno de los grandes beneficios de este entorno competitivo de internet es que ofrece muchas oportunidades. Es probable que los impresos no duren para siempre, pero el éxito en el periodismo no depende del formato, sino de presentar la información de una forma que atraiga a los usuarios y los comprometa a apoyar el esfuerzo. Mi optimismo se basa en el hecho de que, por un lado, uno puede lanzar nuevas publicaciones o espacios con mucho menos costo que antes, y por otro, en que la tecnología va a permitirles a los periodistas hacer las cosas más eficientemente y de manera más novedosa.

SEMANA: ¿Y cuáles son los desafíos?

R.G.: Uno de los desafíos más grandes para los medios tradicionales, por lo menos en Estados Unidos, es que durante muchos años internet fue visto como un formato para entregar el mismo producto que siempre se había hecho en impreso, sin reconocer que era una cosa completamente diferente que podría desarrollar nuevas maneras de enganchar a los lectores y formas muy diferentes de contar historias. El cambio tomará tiempo, pero sucederá.