Vehículos
Volkswagen tendría preparado movimiento clave para los carros producidos en Estados Unidos y Europa
La compañía ha señalado que la estrategia a implementar depende de la demanda que tengan sus vehículos en estos dos continentes.
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El grupo Volkswagen AG está considerando la posibilidad de producir vehículos eléctricos con tecnología de autonomía extendida (REEV) en Estados Unidos y Europa en sus modelos SUV y sedanes de mayor venta ante el avance irregular de los modelos eléctricos en estos mercados.

Esta tecnología, muy popular en China y que el grupo ha expresado su intención de introducir en algunos modelos de este país el próximo año, apenas está consolidada en los mercados occidentales. El grupo alemán estaría valorando en su próximo plan quinquenal de inversiones introducir este sistema.
“El momento en que esta tecnología esté disponible en Europa y Estados Unidos dependerá de la demanda de los clientes”, argumentó la compañía a ‘Bloomberg News’.
Los fabricantes de automóviles se replantean sus estrategias de modelos ante la posibilidad de que la Unión Europea dé marcha atrás en la prohibición de los coches nuevos con motor de combustión prevista para 2035, debido a que el avance de los vehículos eléctricos está siendo más lento de lo esperado y ante las dificultades de las compañías de trasladar toda su producción hacia la electrificación.
Los vehículos con extensión de autonomía funcionan con una batería que puede cargarse con un pequeño motor de combustión dentro del vehículo. Fabricantes europeos como Stellantis NV y BMW AG están estudiando esta tecnología que en Europa solo está disponible en el Leapmotor C10 REEV.
Volkswagen reportó aumento en facturación
Volkswagen, principal fabricante automotor europeo, registró su primer ejercicio a pérdida desde la pandemia de covid 19, afectado por los aranceles estadounidenses y las dificultades en la transición hacia los vehículos eléctricos en su filial Porsche.
Después de seis trimestres consecutivos de descenso en sus beneficios, el gigante automovilístico registró en el tercer trimestre una pérdida neta de 1.244 millones de dólares, según los resultados publicados al finalizar octubre pasado.

Se trata de la primera pérdida desde la primavera de 2020. Y ello a pesar de un aumento anual del 2,3 % en la facturación, que alcanzó los 93.400 millones de dólares, impulsada por un crecimiento del 1% en las entregas mundiales.
El año pasado, durante el mismo periodo, el grupo había obtenido un beneficio de 1.861 millones de dólares.
Los aranceles estadounidenses, elevados del 2,5 % al 27,5 % en abril y luego reducidos al 15 % en agosto, afectan las exportaciones de Volkswagen, a pesar de tener una planta en Tennessee.
Las marcas Audi y Porsche, entre las más rentables, fabrican todos sus modelos fuera de Estados Unidos.
Los fabricantes de automóviles europeos también se ven afectados por una crisis relacionada con el productor de semiconductores Nexperia, que amenaza el suministro de la industria en Europa.
Por último, la baja rentabilidad de los vehículos eléctricos también contribuye a la caída de los beneficios.

Sus ventas aumentaron 33 % en el tercer trimestre, pero estos modelos son menos rentables debido al alto costo de las baterías.
Volkswagen apuesta por su ambicioso plan de ahorro, valorado en 6.980 millones de dólares hasta 2030 en todas sus marcas, y por una reducción drástica de su plantilla en Alemania para intentar frenar la erosión de sus márgenes.
Su marca VW prevé la eliminación de 35.000 empleos de aquí a 2030 mediante un plan social, lo que representa 29% de su plantilla en Alemania.



