Almorzar después las 3 de la tarde, podría ocasionar en el organismo problemas metabólicos e intestinales.
Almorzar después las 3 de la tarde, podría ocasionar en el organismo problemas metabólicos e intestinales. | Foto: Referencia

Vida Moderna

Las consecuencias para el cuerpo de almorzar después de las 3 de la tarde

Paises como España, Grecia, Italia, Francia y Portugal le dan más protagonismo a la cena.

24 de abril de 2022

En la mayoría de los casos, las familias colombianas acostumbran a almorzar después del mediodía durante los fines de semana, pero un estudio reveló que almorzar pasadas las 3 de la tarde podría ocasionar en el organismo problemas metabólicos e intestinales.

El estudio realizado por la investigadora Marta Garaulet, experta en cronobiología de la Universidad de Murcia, en colaboración con la Universidad estadounidense de Harvard y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha comprobado que comer tarde repercute en las bacterias del cuerpo y puede provocar consecuencias fisiológicas, pues manifiesta que la saliva es importante porque con ella se ingieren millones de bacterias que necesita el intestino.

Por su parte, la investigadora Garaulet hizo referencia a otro estudio publicado por la revista científica The Faseb Journal, en el que se utilizó a diez mujeres entre las edades de 22 y 23 años, de constitución delgada, quienes fueron sometidas a comer lo mismo durante una semana a las 2:00 p. m., y otra semana a las 5:30 p. m.

Este cambio de ritmo indica que “se invierte completamente el patrón del ritmo de las bacterias que, en solo una semana, se adaptan en su composición, diversidad y abundancia en función de la hora de la comida cambiando así su ritmo”, mencionó Marta Garaulet en la investigación.

Eso quiere decir que la diversidad de las bacterias cambia a lo largo del día y de la noche “y a mayor diversidad, mejor salud”, explica Garaulet. Por tal motivo, recomienda que la mejor hora para almorzar es entre las 1:30 y las 2:00 de la tarde.

Consecuencias de comer tarde

Se puede detallar que ese cambio en la hora de comer de una semana a otra puede tener sus consecuencias fisiológicas en las personas. Esta situación se presenta comúnmente en países como España, al igual que en Grecia, Italia, Francia y Portugal, pues ellos le dan más protagonismo a la cena.

La investigadora afirma que almorzar tarde repercute en las bacterias de del organismo y eso puede provocar problemas metabólicos e intestinales, inflamación, peor pérdida de peso y hasta obesidad.

“De esta manera estamos explicando por qué comer tarde en la comida principal, en la del mediodía, que supone un 45% de la energía del día, es una entrada masiva de energía y la bacteria se adapta y esa adaptación cuando es muy tarde puede asociarse con problemas metabólicos”, finaliza la experta en cronobiología.

Consecuencias de comer frente al computador

Ingerir las meriendas frente a una pantalla sería un peligro para la salud, indica un estudio de la Unidad de Nutrición y Comportamiento de la Escuela de Psicología Experimental de la Universidad de Bristol (Reino Unido).

Este estudio se basó en un experimento, para el cual se dividió un grupo de 22 personas en dos. Al primer grupo de participantes se les pidió que comiera su almuerzo mientras jugaban Solitario frente a la computadora. El segundo grupo comió sin distracción. Así, los que estuvieron jugando, a diferencia de los otros, dijeron que se sentían menos llenos después del almuerzo y solo 30 minutos después decidieron comer unos snacks.

Media hora después del almuerzo, a ambos grupos se les aplicó la “prueba de las galletas”, en las que el equipo les dio libertad para comerse todos los snacks que quisieran, además de pedirles que recordasen los nueve tipos de alimentos que se les había servido para almorzar y el orden de estas.

El grupo que almorzó jugando se comió una media de cinco galletas por persona y no pudieron recordar el orden en que la comida fue servida, además de sentirse menos llenos, motivo por el que devoraban las galletas. Todo lo contrario, el grupo que almorzó sin distracciones apenas comió 2.5 galletas por persona y se acordaba de todo sin problemas.

El estudio señala que las distracciones incrementan la cantidad de comida que una persona ingiere durante el día. Comer distraído hace que el organismo no mida la cantidad de comida que se ingiere e incluso genera insatisfacción.