Renal anatomy and physiology
Los riñones son clave en la purificación de la sangre. | Foto: BSIP/Universal Images Group via

SALUD

¿Qué frutas ayudan a limpiar los riñones de forma natural?

Se deben incluir alimentos nutritivos que contribuyan al bienestar de estos órganos.

23 de diciembre de 2021

Los riñones cumplen un papel muy importante para el organismo, pues son los encargados de eliminar los desechos y el exceso de líquido del cuerpo. Según explican los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) “los riñones también eliminan el ácido que producen las células del cuerpo y mantienen un equilibrio saludable de agua, sales y minerales (como sodio, calcio, fósforo y potasio) en la sangre”.

Para el cuidado de estos órganos es fundamental tener una dieta saludable, que sea nutritiva para el bienestar de los riñones. Una de las recomendaciones más comunes para la salud de los riñones es disminuir el consumo de sal y evitar los productos procesados. Igualmente se pueden incluir algunos alimentos en la dieta balanceada para cuidar los riñones y disminuir el riesgo de afecciones. La Vanguardia menciona varias frutas que ayudan a limpiar estos órganos.

  • Arándanos: ayudan a desintoxicar los riñones y a que la vejiga se mantenga limpia. Se recomiendan consumir en ayunas.
  • Cereales integrales: son fuentes de fibra, las cuales ayudan a eliminar las toxinas del cuerpo.
  • Fresas: de acuerdo con el sitio web ayudan a prevenir la oxidación del cuerpo y a que los riñones se mantengan en buen estado.
  • Piña: su contenido alto en vitamina C, enzima y potasio son grandes nutrientes para el cuidado de los riñones. Igualmente, la piña ayuda a combatir las infecciones en estos órganos.
  • Frutas y verduras ricas en potasio: plátano, manzana, naranja, melocotón, papa, cebolla, apio, brócoli, coliflor y berenjena son alimentos que pueden incluirse en la dieta balanceada, debido a que contribuyen a aumentar la producción de orina.
  • Alimentos ricos en calcio: este nutriente contribuye al fortalecimiento y funcionamiento óptimo de los riñones. Se puede encontrar en la leche, lechuga, brócoli, espárragos, calabaza, salmón y sardina.

Enfermedades de los riñones

Infección renal

Este es un tipo de infección de las vías urinarias, la cual suele iniciar en la uretra o en la vejiga, luego sube hasta uno o ambos riñones. Es importante prestar atención a los síntomas de esta afección, debido a que requiere de tratamiento médico inmediato. En caso de no recibir un diagnóstivo oportuno, la infección puede provocar graves daños a los riñones y poner en riesgo la vida del paciente.

Síntomas

  • Fiebre.
  • Escalofríos.
  • Dolor en la espalda, el costado (flanco) o la ingle.
  • Dolor abdominal.
  • Necesidad de orinar a menudo.
  • Necesidad imperiosa y constante de orinar.
  • Sensación de ardor o dolor al orinar.
  • Náuseas y vómitos.
  • Pus o sangre en la orina (hematuria).
  • Orina turbia o con olor desagradable

Insuficiencia renal aguda

Esta afección ocurre cuando los riñones pierden la capacidad de filtrar los desechos de la sangre. Al perder esta capacidad, se pueden acumular toxinas que pueden alterar la composición química de la sangre.

La insuficiencia renal aguda puede poner en riesgo la vida del paciente. Por eso, es necesario iniciar un tratamiento oportuno. “Sin embargo, la insuficiencia renal aguda puede ser reversible. Si, en cambio, gozas de buena salud, es posible que recuperes una función renal normal o casi normal”, explica Mayo Clinic.

Esta afección suele desarrollarse en personas que se encuentran hospitalizadas por enfermedades subyacentes, especialmente aquellas que están en cuidados intensivos.

En algunos casos, la insuficiencia renal no presenta síntomas, sino que es diagnosticado gracias a exámenes de laboratorios. En los pacientes que sí presentan sintomatología, estos son los que suelen presentarse:

  • Disminución del volumen de orina excretado (diuresis), aunque a veces se mantiene estable.
  • Retención de líquido, que causa hinchazón en las piernas, los tobillos o los pies.
  • Falta de aire.
  • Fatiga.
  • Desorientación.
  • Náuseas.
  • Debilidad.
  • Ritmo cardíaco irregular.
  • Dolor u opresión en el pecho.
  • Convulsiones o coma en casos severos.