Pies de bebé en manos de la madre.
La lactancia materna propicia una buena salud durante toda la vida. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Alimentación

Todo lo que debe saber sobre el déficit de vitamina E en niños y bebés

Una alimentación sana y equilibrada es fundamental durante todas las etapas de la vida, pero sobre todo, durante la etapa de crecimiento.

4 de enero de 2022

Un tema constante entre las mamás primerizas es la nutrición de sus bebés. Y es que, cómo no preocuparse por la salud de su primer hijo para mantenerlo fuerte y sano en sus primeros años. Aunque es cierto que en varios paises desarrollados es muy difícil que se produzcan los déficits de nutrición, también es válido aclarar que es necesario que el niño reciba una dieta variada para cumplir esta premisa.

El problema consiste en que en algunos casos, la dieta variada de un niño, sobretodo en los más pequeños, es muy difícil ya que en esa etapa rechazan muchos de los alimentos que se les ofrecen. Sin embargo, es una fase transitoria pero que a veces se puede convertir en un serio problema si no se tiene el tiempo y la paciencia suficiente para lograr salvar ese rechazo del niño a determinados alimentos.

Una alimentación sana y equilibrada es fundamental durante todas las etapas de la vida, pero sobre todo, durante la etapa de crecimiento ya que los niños necesitan el aporte necesario de proteínas, vitaminas, grasas e hidratos de carbono para un correcto desarrollo, según el portal Guía Infantil.

La OMS sugiere la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses del bebé y de manera complementaria con alimentos durante un año

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses del bebé y de manera complementaria con alimentos durante un año, o en lo posible por más tiempo. Esta misma organización sugiere que además de los beneficios inmediatos para los niños, la lactancia materna propicia una buena salud durante toda la vida.

Cabe resaltar, que los adolescentes y adultos que fueron amamantados de niños tienen menos tendencia a sufrir de obesidad o sobrepeso. Además, son también menos propensos a sufrir diabetes de tipo 2 y obtienen mejores resultados en las pruebas de inteligencia.

Por su parte, el portal BebesyMas sugiere que La mejor forma de disminuir este riesgo consiste en consultar primero al pediatra y a su vez “jugar” con la elaboración de los platos, de forma que el profesional pueda certificar la suficiente variedad y calidad nutricional de los alimentos y así el niño asocie comer con algo lo divertido.

Por qué se produce el déficit de vitamina E

  • El déficit de este grupo de vitaminas suele verse en casos muy concretos, como los niños que realizan dietas muy poco variadas y de forma prolongada en el tiempo.
  • Los compuestos que forman parte de la llamada vitamina E se pueden encontrar en alimentos como los aceites de origen vegetal, las verduras (mejor de hoja verde) y algunas semillas.
  • Tampoco es raro de ver en niños prematuros, ya que el paso de vitamina E de la madre al feto se produce sobre todo en las últimas semanas de gestación.
  • También puede verse en niños que presentan algún cuadro que les genere un proceso de malabsorción de nutrientes en el intestino, de forma que no sean capaces de absober adecuadamente los nutrientes.

Síntomas del déficit de vitamina E

Los síntomas más llamativos se producen a nivel neurológico, donde se produce un deterioro progresivo, que puede manifestarse en forma de:

  • Falta de coordinación
  • Temblores
  • Pérdida de reflejos
  • Puede afectar a otros órganos, como el ojo, o sistemas, como el sanguíneo, produciendo anemia.

Tratamiento del déficit de vitamina E

  • En los casos en los que los síntomas sean moderados o severos puede que sea necesario tratar estos.
  • Si el niño tiene un cuadro de malabsorción entonces, al tratamiento con vitaminas, se le añadirá el del proceso o enfermedad que está causando la malabsorción.
  • El pronóstico en general suele ser bueno, aunque como siempre es fundamental sospechar y tratar el cuadro pronto, para evitar el daño neurológico u ocular que puede producir.