CÓMO
¿Qué es y por qué se produce la apnea del sueño?
Este trastorno afecta a millones de personas en todo el mundo y puede tener serias consecuencias para la salud.

Aunque la hora de llegar a la cama y dormir es la más anhelada para muchas personas, después de una larga jornada, hay quienes no disfrutan tanto este descanso a causa de la apnea del sueño, un trastorno que afecta a millones de individuos en todo el mundo y que puede tener serias consecuencias para la salud si no se diagnostica y trata adecuadamente.
Este trastorno se caracteriza por interrupciones recurrentes de la respiración durante el sueño, las cuales pueden durar desde unos pocos segundos hasta minutos y ocurrir más de una vez por noche, lo que genera que el cerebro reaccione rápidamente generando una alerta de que algo no anda bien.
Según la Sociedad Española de Sueño (SES), la apnea obstructiva del sueño (AOS) es la forma más común de este trastorno y afecta aproximadamente al 10% de los adultos, siendo más prevalente en hombres mayores de 40 años y en personas con sobrepeso. Sin embargo, también puede presentarse en mujeres y niños, aunque con menor frecuencia.
Relación del sueño con la obesidad, edad y otros factores
Diferentes estudios epidemiológicos asocian este trastorno con la obesidad, proporcionando información sobre un efecto causal de la duración del sueño en los marcadores del aumento de peso: la ingesta y el gasto de energía.
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Algunos datos recolectados hasta ahora, sugieren que el control del peso se ve obstaculizado cuando se intenta en el contexto de la restricción del sueño, por lo que los seres humanos deben ser conscientes de las consecuencias negativas que genera esta situación para actuar a tiempo.
La apnea del sueño está relacionada con problemas de salud como las cardiopatías, la diabetes y la demencia, por eso el tratamiento es prioritario, afirma Lee Surkin, fundador de la Academia Americana de Medicina Cardiovascular del Sueño, citado en National Geographic.
“Tiene efectos sobre el metabolismo y favorece el aumento de peso, dos factores que pueden empeorar la apnea del sueño. Es un círculo vicioso”, afirma Surkin.
Los síntomas más frecuentes para detectar este trastorno incluyen ronquidos fuertes, pausas respiratorias observadas por terceros, despertares frecuentes con sensación de asfixia, somnolencia diurna excesiva, dificultad para concentrarse, dolores de cabeza matutinos e irritabilidad.
¿Por qué se produce?
La apnea del sueño puede tener diversas causas, entre las que hay factores anatómicos, genéticos y de estilo de vida. No obstante, como se mencionó anteriormente, las principales causas de la apnea obstructiva están relacionadas con la obesidad, la anatomía de las vías respiratorias y el envejecimiento.

Su relación con la obesidad se debe a que el tejido graso adicional en el cuello puede comprimir las vías respiratorias, aumentando el riesgo de obstrucción. Estudios publicados en la revista Chest indican que el índice de masa corporal (IMC) elevado es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar apnea del sueño.
En cuanto a la edad y género, el riesgo de apnea del sueño aumenta, especialmente después de los 40 años y tener una mayor probabilidad de presentarse cuando existe un historial familiar de este trastorno.
Por otro lado, el consumo de alcohol, tabaco y sedantes relaja los músculos de la garganta y puede agravar los síntomas. Además, dormir en una mala posición también puede favorecer la obstrucción de las vías respiratorias.
Consecuencias que se deben prevenir
Al no tratarse, la apnea del sueño puede tener graves repercusiones en la salud. Entre las complicaciones más comunes se encuentran la hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, accidentes cerebrovasculares y deterioro cognitivo.
Además, la somnolencia diurna excesiva aumenta el riesgo de accidentes de tráfico y laborales. Por esta razón, diferentes investigaciones subrayan la importancia de un diagnóstico temprano y un manejo adecuado.