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William Ospina es fundador de la revista ‘Número’ y columnista del diario ‘El Espectador’. Ha publicado varios libros de ensayo y poesía, así como dos novelas

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El escritor William Ospina ganó el pasado jueves el premio Rómulo Gallegos, por su novela 'El país de la canela'.

6 de junio de 2009

Hace menos de un mes Evelio Rosero ganó en Inglaterra el Premio The Independent a mejor ficción extranjera, con su novela Los ejércitos. Y el pasado jueves, un nuevo galardón hace que la literatura colombiana esté en las primeras planas de la prensa, gracias a que El país de la canela, del escritor tolimense William Ospina (Padua, 1954), resultó ganadora entre 274 libros de 21 nacionalidades que se presentaron al premio que se entrega en Caracas cada dos años.

El premio Internacional de Novela Romúlo Gallegos, creado en 1964 en honor al escritor venezolano autor de la novela fundacional Doña Bárbara, ha sido desde entonces el más importante de las letras latinoamericanas. En los años 60 y 70 el boom de escritores de América Latina consiguió ser reconocido gracias a los veredictos del premio que, en su momento, le fue concedido a Mario Vargas Llosa, por La casa verde, en 1967; Gabriel García Márquez, por Cien años de Soledad, en 1972, y Carlos Fuentes, por Terra Nostra, en 1977.

Colombia no ha sido ajena al premio, pues tras García Márquez lo conseguirían Manuel Mejía Vallejo, por La casa de las dos palmas, en 1989, y Fernando Vallejo, por El desbarrancadero, en 2003. Este último es recordado debido al escándalo que supuso que el autor de La virgen de los sicarios decidiera destinar los 100.000 dólares del premio a una fundación para la defensa de los animales.

Ahora, el turno es para el poeta, ensayista y novelista William Ospina, que el año pasado publicó en editorial Norma, El país de la canela, segundo libro de una saga sobre la conquista de América, que había iniciado con la publicación de Ursúa, en 2004. El país de la canela recorre los pasos del conquistador Francisco de Orellana y un imposible y penoso viaje realizado en 1541 por el río Amazonas. Aunque este episodio es 20 años anterior al viaje de Pedro de Ursúa, tema de su primera novela, El país de la canela busca, precisamente, entender cómo después de una aventura tan desmesurada, alguien más quisiera hacer un nuevo viaje.

Ospina es un defensor de la novela histórica como un campo en donde se deben respetar los hechos, para dotarlos de una dimensión humana y para que el lector sienta la experiencia de esos hechos. Quizá por esto mismo ha sido criticado por historiadores y especialistas que consideran que sus novelas están plagadas de contrasentidos e inexactitudes. Así mismo, Ospina ha sido criticado por cultivar un estilo algo barroco, en el cual el autor de libros como Las auroras de la sangre, privilegia un preciosismo en el lenguaje y deja la acción y la trama al servicio de una prosa densa y poética.

Con todo, Ospina es uno de los principales nombres de la narrativa colombiana, gracias a numerosos lectores que han encontrado un escritor capaz de repasar la historia de la conquista desde el punto de vista literario. El próximo 2 de agosto, Ospina recibirá una medalla de oro, 135.000 dólares, y su libro se publicará en una edición que circulará en Venezuela.