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SIN AUTOGRAFOS NI RUBIAS

El festival de este año fue puritano salvo en la pantalla. Cocteles institucionales con asistencia del alcalde y de funcionarios oficiales.

26 de julio de 1982

Quienes esperaban un festival con todas las de la ley, como en otros años, quedaron desconcertados. Esta vez no hubo esplendorosas rubias en bikini dorándose en las playas, ni actores famosos firmando autógrafos en el vestíbulo de los hoteles, ni tangas y sombreros exóticos. Jurados, directores de menor importancia, directores de cinematecas y aficionados al cine iban y venían, programa en mano. El gordo Marco Ferreri, cuya visita estaba anunciada, no fue visto por ninguna parte, así como tampoco su compatriota, la discutida Liliana Cavani. Ambos declinaron la invitación que se les hiciera.
La única atracción real del festival, la actriz Dominique Sanda, apenas si fue vista. En realidad, las primeras películas que llegó a ver, entre ellas la colombiana, no le parecieron buenas, así que prefirió tomar de este viaje lo único que realmente le interesaba: un poco de sol y baños en el mar. Pero aún así, el calor le pareció abrumador. Si se sintió defraudada, sus anónimos admiradores también. La espléndida mujer de "El conformista" y de "Novecento" se convirtió, en la realidad, en una mujer desteñida, con una frente demasiado ancha y ojos pequeños, que sólo llegó a llamar la atención cuando se puso un sombrero de colores atrevidos.
En realidad, nada en el ambiente contribuyó a dar brillo al Festival. En esta época los cielos de nubes bajas tienen un sucio color gris. El calor es húmedo y quieto y hasta las palmeras parecen marchitas. Los únicos contentos son los "mordidos" por el cine, que podían ver si lo deseaban, hasta 20 películas diarias, en sesiones que se iniciaban a las dos de la tarde y terminaban a las doce de la noche. En la concurrencia, muchos bluyines, "T-shirts" y "nickers" y uno que otro peludo inevitable.
Para completar el cuadro, la gerente de Focine, Isadora de Norden, debió ser hospitalizada el segundo día del Festival, por culpa de una intoxicación con mariscos. No hubo fiestas "snobs" con artistas semidesnudas sino unos cocteles institucionales con la asistencia del alcalde y de funcionarios oficiales. El Festival tuvo este año un carácter académico, con predominio de directores y productores del todavía balbuceante cine latinoamericano. Saludos, conversaciones y muy poca bebida. Después de las sesiones nocturnas, cada cual se retiraba sobriamente a su habitación.
La ausencia de espectáculos y ambientes chisporroteantes, fue parcialmente compensada por las películas. No por todas, sino por unas cuantas que quizá puedan contarse con los dedos de las manos. He aquí algunas mencionables.

UN INFIERNO PARTICULAR
"He escrito mi novela y me gusta. Pero es impúdica, vista a la luz de las tonterías convencionales, así que nunca se imprimirá" le escribió a un amigo D. Lawrence, el autor de la novela "El amante de Lady Chatterley".
Por eso, de su propio bolsillo, salió la primera publicación en 1928. En 1929, un año después de la muerte del escritor, salió una edición popular y posteriormente dos más, revisadas y "censuradas" por la mujer de Lawrence. Fueron las ediciones "legales" hasta 1960, cuando salió la versión tal y como la había concebido el autor, después de un sonado juicio en el que Sir Alan Lane, cabeza de las ediciones Pinguino, de bolsillo, resucitó el tema que tanta tinta había hecho correr y ganó una batalla en la lucha por la libertad de expresión. Hasta ahora sólo una versión se había hecho para el cine. Fue en Francia en 1955 con Dannielle Darrieux y Leo Genn.
El Festival de Cine de Cartagena la presentó en su segunda versión, también de un francés, Just Jaeckin, con la actuación de Sylvia Kristel, la controvertida actriz de "Emmanuelle", Nicholas Clay, el Lancelot de "Excalibur", y Shane Briant.
Fue filmada en 1981 en Inglaterra, al norte de Londres, en un lugar construido a mediados del siglo XVIII. La casa es el "doble" de Ragby Hall en Nottinghamshire, la residencia de Sir Clifford y Lady Chatterley.
Todas las escenas se rodaron allí, en los "veleidosos" primeros meses del año, el rodaje en exteriores era generalmente "gratificado" con lluvias y el de interiores los sorprendía, a veces, con sol esplendoroso. Las escenas de amor, nunca fáciles de filmar, por la presencia de los técnicos, eran ambientadas por Jaeckin con música, escogida preferentemente entre el repertorio de Rachmaninov y Varese. 30 vestidos de chiffon, seda, velo terciopelo y crepé, fueron diseñados especialmente para la Kristel, por Shirley Russel, éso sin contar con la sensual ropa interior exhibida en las escenas más audaces.
Lawrence escribió la obra en las colinas toscanas, como un cartujo, en un ambiente frío. Pensaba que el sexo era una de las curas para los desajustes del hombre de la sociedad industrial y su obra es, según el director Jaeckin, y a pesar de otras opiniones que la juzgan inmoral, "una historia erótica clásica".
La obra se sitúa en 1914. Inglaterra ha declarado la guerra a Alemania. Solamente unos meses después, Sir Clifford Chatterley vuelve inválido, paralizado de la cintura para abajo por una herida de guerra. Un joven con una hermosa mujer, que no puede seguir siendo un verdadero esposo para ella. Los sueños de Lady Chatterley empiezan a alterarse, sus fantasías comienzan a vislumbrar posibilidades de realización con Mellors, el mayordomo. Irresistiblemente atraída por él, un día hacen el amor. Pero no existe la ternura. Sin embargo, poco a poco, sus encuentros se hacen más tiernos. Mellors tiene la sensación de que, en cierta forma, sirve al marido y, en cierta forma, sirve a la esposa. Pero no puede evitarlo. Sir Clifford sospecha y envía a Lady Chatterley a casa de su hermana. Ella comprueba que está embarazada. Regresa y le propone a Mellors hacer una vida en igualdad de condiciones. Clifford sabe, en el fondo de su corazón, que la ha perdido para siempre.

POETA MALDITO
"Conte de la folie ordinaire", de Marco Ferreri. Con Ben Gazzara, Ornella Mutti, Tanya Lopert, Susan Tyrell, Roy Brocksmith, Katia Berger, Hope Cameron y Judith Drake
Duración 108 minutos.
Los personajes secretos revelan su propia personalidad cuando hablan de los demás. Marco Ferrari, conocido por su sentido de la provocación y de sus angustias delante de la vida, de la creación y de la mujer, encontró en el escritor norteamericano Bukowski, la proyección de sus propios fantasmas. Ferreri ha adoptado uno de sus libros pero revolviéndolo con sus propias confidencias.
"Lo esencia es el estilo...", declara Serking, entre dos tragos, en una "conferencia" en la universidad, Serking es un poeta vagabundo, un moralista de fin de siglo en plena sociedad americana perdido entre el licor y el sexo.
Serking es un ser libre, que vive en un barrio sórdido de Los Angeles y que frecuenta los "bajos fondos", reservados a los anti-héroes sociales.
"Conte de la folie ordinaire" (ignoro la traducción en Colombia) es la película del encuentro de ese ser atormentado por la vida que no vacila en librarse a todos los excesos y de Cass, prostituto, masoquista y suicida.
La pareja de Ferreri vive, sin embargo, la aurora de un mundo nuevo situado antes o después de la decadencia del "sueño americano", que el escritor Bukowski ha fustigado a través de sus libros.
Sueño trágico por cierto. Serking parte a Nueva York donde una casa editora, sin comprender que vida y literatura son la misma cosa, le propone escribir en una oficina lujosa.
Serking rechaza y mantiene su opción de arriesgar su vida, consumiéndola como un cirio alumbrado por los dos cabos. Cass termina suicidándose. Solo el mar, la playa y las gaviotas, devuelven al poeta el gusto de vivir y la esperanza de crear.
Solo la pureza de la naturaleza, simbolizada por una mujer joven le permite mantener su marginalidad, profunda, y metafísica.
De ahí el trueaue del fin de la película: su poema, nacido de sus entrañas, filtrado por su miseria, contra la pureza ese cuerpo desnudo.


BALLET DE LA MUERTE
La Cámara de Saura recoge magistralmente los momentos de esta tragedia de la virilidad o del machismo: el dolor, el trabajo de los músculos, la velocidad de los gestos admirablemente reducidos, como si hubiesen sido filmados en cámara lenta, el cuerpo de cada artista irradiado por sus angustias interiores.
Todo nos hace vivir las tensiones de ese amor místico que conduce irremediablemente a la muerte. El único detalle realista aparece al fin del drama cuando la recién casada se arrodilla al lado de sus dos amantes. Al levantarse, sus manos dejan sobre su vestido blanco las huellas de sangre...Detalle significativo de una realidad profundamente anclada en el pueblo español y, especialmente en este último siglo.
Algunos dudaban de que Carlos Saura pudiera abandonar los conflictos de la burguesía española exacerbados por la opresión franquista y el peso de la religión. En "Bodas de Sangre" inspirada del poeta Federico García Lorca, Saura nos presenta la misma España violenta y sensual y reanuda con sus recuerdos de los años 50 cuando era fotógrafo de baile en los festivales de Granada y Santander.
La película se abre en los camerinos de los actores por secuencias de primer plano, el cineasta muestra los rostros, los músculos tensos, la composición del maquillaje, la ceremonia de preparación del grupo de actores que irán apareciendo, en el curso del drama, como un verdadero batallón de emisarios de la muerte.
Luego comienza la repetición del ballet concebido y bailado por el mejor coreógrafo ibérico: Antonio Gades. La narración bailada y no dicha, que se crea en torno a una música discreta de Emilio de Diego, es la historia de una joven seducida y secuestrada el mismo día de su matrimonio. El marido los persigue, provoca a su rival y se matan en presencia de la recién casada.

CRUDO REALISMO
"La piel" es una película adaptada de una novela de Curzio Malaparte. Escritor y periodista nacido en 1898 Malaparte fue un personaje controvertido. Inscrito en el partido fascista en 1921, el escritor italiano rompió con el régimen de Mussolini diez años más tarde. Detenido, en 1933, en las islas de Liparo y en Roma, Malaparte decidió instalarse, a su liberación, en la isla Capri a esperar el desembarco de las tropas aliadas.
Liliana Cavani comienza en ese momento su película. Malaparte, aparece transformado en oficial del ejército de liberación en compañía del general americano Mark Cork que sueña con ser el primer libertador de Roma.
La llegada a Nápoles, de una aristócrata de Boston, Deborah Wyatt, aviadora y coronel, esposa de un senador americano trastorna, sin embargo, los planes del general Malaparte es encargado de ser su guía y descubrir sus verdaderas intenciones.
Liliana Cavani nos introduce luego por las calles, los palacios y los tugurios de Napoles liberada -por la misma población en septiembre.43, lo que explica la ausencia de fascistas y alemanes- que en medio de la miseria tratan de sacar provecho de sus nuevos ocupantes.
Lo importante es sobrevivir. Salvaguardar su piel a cualquier precio: Mazullo, engordando sus 200 prisioneros alemanes para vendérselos a los americanos, por kilos. Los padres exponen la virginidad de sus hijas, las madres venden sus hijos a los soldados marroquies o hacen el amor por un paquete de cigarrillos o un jamón...lo que cuenta es salvar su piel.
Algunas de esas escenas pueden chocar por su crudo realismo. La guerra -condenada sin rodeos- sirve de pretexto a Cavani para explorar, sin morbosidad, el comportamiento humano en situaciones extremas.
Malaparte observa sin juzgar y comprueba el cinismo, el sufrimiento y el deshonor de una ciudad tras el contacto con ricos invasores encarnados por Deborah y el General Cork.
Al proceso apocalíptico, que también consagra la derrota de la americana, se termina en apoteosis con la erupción del Vesubio.
Enseguida, los aliados parten hacia Roma. En un pueblo, un italiano que manifiesta su alegría ante el paso de las tropas aliadas es aplastado por los tanques del general Cork. El ejército continúa mientras Malaparte reflexiona frente a los restos informes dejados por los vencedores.

LA ESCOPETA NACIONAL
Secundado por Rafael Azcona (colaborador de Ferreri y Carlos Saura) Luis Berlanga ha realizado un cuadro libre y directo de la sociedad típica franquista. La película que data de 1978, escapa, en ese sentido, a las sutilidades que la censura imponía a los creadores españoles.
El personaje principal es un comerciante catalán, Jaime Canivel, quien se esfuerza por obtener algunas influencias políticas para vender su sistema de cierre electrónico de puertas.
El comerciante organiza, pues, una jornada de caza, en la propiedad de un viejo aristócrata decadente, padre de un obsesionado sexual, en la que piensa codearse con ricos industriales, curas y políticos capaces de conseguirles contratos a nivel nacional. Una decisión administrativa que vuelva obligatorio su sistema sería ideal, piensa el personaje.
La película es rica en disparates: el viejo marqués es sorprendido, como cualquier vulgar mirón, sobre los hombros de un empleado de servicio. El cura se disputa a golpes las perdices muertas mientras que un "gentleman" colecciona los pelos pubianos de sus amantes en frascos de museo...
Después de una jornada de intrigas grotescas y, de una noche de esperanzas y planes inciertos, el comerciante y su secretaria-amante descubren que, tras un cambio ministerial, todos sus esfuerzos se revelan vanos.
La escopeta nacional es una película que mezcla el humor, mal gusto, la broma feroz y la ironía a las que han acostumbrado los cineastas italianos.
Berlanga denuncia la corrupción, los arreglos, los comprometimientos de todo tipo.
Pero, porque la escopeta nacional? "en una caza con Franco, explicó el realizador, Fraga -Ministro de información- disparó una bala en el culo de su hija Carmencita...había en eso materia para un excelente escenario".
Berlanga no puede evitar, sin embargo, ciertas caricaturas y algunos excesos visuales.

TEMA ESPINOSO
Un tema difícil, las relaciones entre homosexuales, es el eje de la película "Su otro amor", cuya protagonista es Kate Jackson. En esta oportunidad, el tema es encarado con franqueza, sin los sesgos indulgentes a veces y a veces cómicos ya tradicionales de los realizadores, que no habían tenido el "coraje" de enfrentar el amor entre dos hombres, contar en forma directa cómo se necesitan y se buscan para complementarse.
Es la historia de una mujer, casada con un joven artista, que un día tiene que oír la brutal confesión del marido: tiene un amante, ha perdido el interés por ella, su amor homosexual está por encima de todo. Desde ese momento, el espectador empieza a vivir la forma como ella reacciona, su dolor, todo el infierno abierto por la confesión del marido. Hasta que se vuelve parte de la vida cotidiana, porque los personajes son maduros, porque saben lo que buscan y lo que quieren, porque llegan a entender y a aceptar que la vida es así.

FILON INAGOTABLE
Teherán, noviembre de 1943. Churchill, Stalin y Roosevelt se reúnen para una rueda de prensa. Súbitamente, un inglés, Dennis Pew, se pone de pie y dispara contra los "tres grandes". Segundos después, la cámara se mueve y descubre lo que sucede realmente: un simulacro con maniquíes y modelos, presenciado por los principales expertos terroristas del Tercer Reich. El complot contra las cabezas aliadas, organizado por los alemanes, va cobrando forma.
A partir de esa escena, la película, dirigida por Alexandre Alov y Vladimir Naoumov se convierte en una crónica de la época, alimentada con documentales, los recuerdos de quienes fueron capturados, la miseria de quienes participaron en el complot, la soledad de los vencidos y el triunfalismo de los vencedores.
Con la actuación de Alain Delon y Curt Jurgens, el alemán recientemente fallecido, la película escoge una veta más del filón inagotable de la Segunda Guerra. Producción ruso-francesa. Los rusos se lanzan con ella a la conquista de más amplios mercados.

TOQUE BIOGRAFICO
La realizadora española Pilar Miro estuvo presente en Cartagena con dos películas: "El crímen de Cuenca" (1979), basada en un error judicial cometido en España en 1910, y "Gary Cooper que estás en los cielos", la historia de una mujer de 30 años que, en un medio hostil, logra destacarse como directora de televisión. El éxito profesional de la protagonista no colma sus aspiraciones de mujer, se siente insatisfecha. De repente, analizando sus actitudes frente a la familia al trabajo, al hombre, a la muerte misma, reflexiona sobre su más intenso deseo: sobrevivir por encima de todo. Entonces invoca místicamente: "Gary Cooper que estás en los cielos... "¿Rasgos de una biografía?

HUMOR SIN RECATO
La historia vista desde sus momentos ridículos y no sublimes, en situaciones desesperadas y no heróicas, permeada de humor negro y corrosivo, queda registrada en "La loca historia del mundo", del gran Mel Brooks.
Ya próximo a los 50 años, Brooks realiza esta película, primera de una serie en la que dejará su versión personal de lo que pudo ser la historia, jugando con trasgresiones de tiempo, desmitificando personajes, arrasando mitos.
Sin recato alguno, Brooks pone en práctica una vez más la teoría del arte como juego. Nadie como él puede mezclar con humor devastador lo que ocurrió en la época de Cristo, con las torturas de la Inquisición y las audacias de los romanos, vencidos por el humo azul de la marihuana. Juego que es arte y arte que tiene que ver, en alguna forma, con la política.
No sólo la violencia, el erotismo, el terror estuvieron presentes en Cartagena. La película de Mel Brooks aportó el humor, pero un humor, que va más allá de lo puramente cómico.

¿Y LATINOAMERICA QUE?
Había sido tanta la expectativa que, al finalizar la proyección, a más de uno le quedó la sensación de un fraude. Pero no había habido tal. "Pura sangre", si bien no es un portento de la cinematografía mundial, si es un viento renovador dentro del cine nacional. En realidad, le dio en la vena a más de un director desprevenido.
Luis Ospina ha entrado en la mayoría de edad. Ha dejado atrás la época del cortometraje. En los 7 que alcanzó a hacer se palpa esa sensibilidad popular que ahora cobra mayor fuerza por las más amplias posibilidades que ofrece el largometraje. La fantasía y la realidad están mezcladas de tal forma que sus límites resultan imprecisos a lo largo de toda la historia, llena de referencias al universo natal de Ospina, el mismo de Andrés Caicedo a quién está dedicada la cinta. Es el "Monstruo de los mangones", del que tanto se oía hablar en los sesenta, el mito que sufre la sacudida en la película.
Un anciano magnate azucarero Roberto Hurtado, regresa a Cali después de un examen médico fuera del país. Hughes el médico le comunica a Adolfo, el hijo, que su padre padece una extraña enfermedad que exige transfusiones de sangre de niños y adolescentes. Esta enfermedad convierte al anciano en una especie de monstruo.
Adolfo compromete a tres de sus empleados para que le procuren la sangre, no importa por qué métodos. Así, en incursiones nocturnas, los empleados asesinan a menores para extraerles la sangre. Sus cuerpos desnudos aparecen en los potreros ("mangones") creando un estado de alarma y terror en la ciudad. La prensa publica numerosas versiones: es un sádico, un vampiro, es el monstruo de los "mangones". Con ésto, un tema universal como es el vampirismo, se inserta en esta historia sin ribetes fantásticos.
Se asiste, pues, a un intento serio de romper con algunos esquemas de la filmografía nacional.
Si por Colombia Luis Ospina consiguió aplausos, por México Arturo Ripstein también recibió comentarios favorables. Tomando como base un relato de Heinrich Von Kleist realiza una película en donde muestra un alto nivel técnico. "La Seducción", que narra la tragedia de Mariana, utilizada como carnada para seducir soldados, y cuyo destino es morir asesinado en manos de Rómulo, cabecilla de un grupo de rebeldes.
Un capitán, Rafael, llega a la hacienda donde vive Mariana con su madre y maestra. Ella asume su papel de seductora para acabar con la vida del capitán. Sin embargo se enamora realmente, lo que la conduce a una encrucijada, traicionar a los suyos o irse con el capitán. Se decide por el capitán pero cae muerta por un disparo de su amado quien cree que lo ha traicionado. La tragedia, en el mismo sentido que le dieron los clásicos griegos, reaparece una y otra vez.
Por su parte, los venezolanos sobre quienes han recaído acusaciones en los tribunales de su país por lo que expresan en sus películas, han participado con otros filmes de Roman Chalbaud, el conocido director de "El pez que fuma". Se trata de "Cangrejo", largometraje con el cual compitió oficialmente. Narra el secuestro del hijo de una familia de la alta sociedad venezolana. Se cumplen las peticiones de los secuestradores, pero el niño aparece muerto. La investigación comienza con un fuerte desplazamiento de la fuerza pública. El investigador sabe que el delito no fue realizado por profesionales porque se han cometido muchos errores. Cuando los implicados resultan ser miembros de la misma clase alta, el mundo del poder económico y político se moviliza para defenderse. Se establece una batalla entre el investigador, que empieza a descubrir los matices de clase que tiene la justicia, y el gobierno. Finalmente su renuncia. Es la única salida.
Esta película, demandada en este momento por una de las personas a las que hace alusión la historia, es un éxito de taquilla en Venezuela. Con un costo de producción de cerca de 1.700.000 bolívares, ha recaudado tres veces la misma suma. Es posible que la explicación esté en la propiedad con que Chalbaud maneja los ambientes populares sin caer en el manierismo.
"Pura sangre", "La seducción" y "Cangrejo", sin ser lo más representativo del Festival, logran mostrar la pujanza de un cine que trata de instalarse, pese a los muchos obstáculos, en el mercado cinematográfico mundial.

DIRECTOR VENEZOLANO
Una de las cintas que arrancó aplausos a los asistentes fue la del director venezolano Chalbaud. Este hombre, de baja estatura y descomplicado para hablar, estuvo presente durante la proyección. A la salida SEMANA dialogó con él.
SEMANA: ¿Cuál ha sido su formación como director?
CHALBAUD: Hay gente que piensa que yo empecé con el teatro, pero realmente empecé en cine. Por allá por los años cincuenta cuando era un muchacho, se comenzó a hacer cine en Venezuela. Me gustaba mucho y me metí a aprender. Los directores eran mexicanos y argentinos; yo comencé a ver cómo era que se hacía el cine hasta lograr ser el asistente de dos películas. Allí aprendí mucho. Después, en el año 53, empezó la televisión y entré en ella. aprendí a dirigir TV. y paralelamente hice teatro. He escrito muchas obras de teatro y mis mayores éxitos fueron en ese campo. Todas esas películas que después hice, como "El pez que fuma", "Sagrado y obsceno", "La quema de Judas", fueron primero obras de teatro. Pero lo que más me gusta es el cine.
S. ¿Cuál ha sido su relación con el ambiente de las clases bajas que recrea en algunas de sus películas?
R. Ch.: Yo me crié en esos barrios, soy de Mérida. Mi familia era humilde y vivíamos en un barrio bajo llamado "Capuchino". Toda mi infancia y mi juventud pasó allí, en ese barrio, y mis amigos eran los boxeadores los que hoy en día son peloteros. Ese era el universo que yo vivía. Lo conozco muy bien.
S. ¿Ha tenido problemas en Venezuela con la proyección de la película?
R. Ch.: Por parte del público no puedo decir que haya tenido problemas. La película se ha proyectado en 18 teatros de Venezuela y ha recolectado 5.900.000 bolívares. Sin embargo como está basada en el libro "Cuatro crímenes, cuatro poderes" y el libro a su vez, está basado en hechos reales, sí tuve problemas y todavía los estoy teniendo. Hay varias demandas en los tribunales por gente que no quería que se hiciera la película. Tuve que salvar muchos obstáculos para poder hacerla. En la película hay familias poderosas que no quieren que se sepan quiénes son los culpables. Porque son muchachos de la alta sociedad, gente importante de la banca, de la política, del comercio. Pero eso sucedió tal como se cuenta en la película.
S. En cuanto al mercado de las películas latinoamericanas. ¿que futuro le vé?
R.Ch.: Bueno, nuestro cine está naciendo apenas, igual que el colombiano. La conquista del mercado es algo muy importante, deberíamos hacer cooproducciones, porque una película hecha en colaboración con otros países, Colombia, Ecuador, Perú, nos daría un mayor mercado. En los actuales momentos la situación es difícil, porque nuestra cinematografía no es muy conocida: las películas colombianas no se presentan en Venezuela y las venezolanas no se presentan en Colombia. Apenas en los festivales las podemos ver.
S.:¿Qué opinión le merece "Pura sangre",la película con que se inauguró el festival?
R.Ch.: Me parece un gran logro de Luis Ospina. Había visto "Agarrando pueblo", que me gustó mucho desde el punto de vista de la factura técnica. Me parece que Ospina estudió mucho la realización. Tiene escenas muy hermosas. Sin embargo me parece que se excedió un poco. A veces, el guión se le escapa de las manos; de pronto tiene como cinco finales; tengo entendido que es su primer largo metraje y éso es lógico. Hay un problema. Pienso que si ese mismo tema se hubiera hecho con humor negro, posiblemente hubiera quedado mejor. El se va por el lado del drama y pierde con la exageración.