Balance
Plan de Desarrollo de Petro bajo la lupa: revelan cifras inconsistentes, fallas en seguridad, informalidad laboral y en salud
El análisis del Consejo Nacional de Planeación, entidad encargada de verificar la ejecución del Plan, señala brechas estructurales que requieren acciones inmediatas.
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El Plan Nacional de Desarrollo (PND) es uno de los documentos más importantes de cada gobierno; allí se establecen su hoja de ruta para el cuatrienio y definen sus metas, programas, inversiones y prioridades. Un informe de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de San Buenaventura aseguró en agosto pasado que el PND de la actual administración, llamado Colombia Potencia Mundial de la Vida, solo había logrado una ejecución del 46,3 %.
Ahora el turno es para el Consejo Nacional de Planeación, entidad que tiene la misión de dar un concepto y hacer seguimiento a las políticas públicas de los planes de desarrollo. Su balance de lo ejecutado entre mayo de 2024 y junio de 2025 indica varios rezagos, así como la necesidad de hacer una planeación más de la mano con la ciudadanía. “Los territorios, las mujeres, los pueblos afrocolombianos y las comunidades rurales siguen pidiendo ser escuchados. Hacer una lectura multiactor del desarrollo de Colombia es clave para este gobierno y para los próximos, porque solo con participación efectiva podremos construir una Colombia más justa y equitativa”, asegura Imelda Restrepo, presidenta del Consejo Nacional de Planeación y vicepresidenta de estudios económicos de la Andi.

En seguridad, por ejemplo, el informe de Consejo califica como problemático que el sistema de seguimiento del PND, llamado Sinergia, reporte “avances” en indicadores como la tasa de homicidios, cuando las cifras oficiales del Ministerio de Defensa muestran un aumento en el primer semestre del año del 4 %; además, otros delitos experimentan incrementos significativos, como los casos de masacres y secuestros. Esta discrepancia, según el documento, genera dudas sobre la coherencia de los datos y sobre la utilidad real de estas métricas para orientar decisiones de política pública.
Asimismo, indica que no se plantean indicadores sobre la seguridad en el campo, la cual viene sufriendo un fuerte retroceso debido a la expansión de grupos armados y al fracaso de la política de Paz Total.
Un tema crítico
En lo que respecta al mercado laboral, en el Consejo Nacional de Planeación dicen que los avances para reducir la informalidad han sido mínimos y, más allá de analizar si se cumple o no un indicador, el asunto crítico es que en el país alrededor del 55 % de los ocupados son informales; es decir, trabajadores sin derechos que no cotizan para pensión ni para seguridad social.

El informe agrega que la reforma laboral, en implementación, tampoco ha generado incentivos claros para la formalización. “Por el contrario, algunos de sus elementos pueden aumentar los costos de contratación y desincentivar la creación de empleo formal, profundizando la segmentación entre trabajadores protegidos y quienes permanecen en la informalidad”, subraya el documento.
En el frente de la salud, el balance del PND tampoco es positivo, pues de acuerdo con el Consejo, los reportes de Sinergia son insuficientes para evaluar la verdadera situación del sector, el cual evidencia un deterioro progresivo en sus fundamentos financieros. Además de una mayor siniestralidad de la UPC, el gasto de bolsillo aumentó de 11,5 billones de pesos en 2022 a 12,8 billones en 2024, mientras que el gasto en planes voluntarios se disparó de 4,9 billones de pesos en 2022 a 8,25 billones en 2024. Estas cifras demuestran que las familias están asumiendo mayores costos directos para suplir las deficiencias del sistema.
Aunque el PND incluye el sector de relaciones exteriores, sus indicadores se limitan a trámites administrativos como pasaportes y servicios consulares, sin reflejar la complejidad de la política exterior. En los últimos meses, el Consejo Nacional de Planeación indica que Colombia ha enfrentado crisis diplomáticas con países como Israel y Estados Unidos, deteriorando su posicionamiento internacional y afectando la confianza, el comercio, la inversión y la cooperación.
Mientras la política exterior enfrenta tensiones y episodios críticos, los indicadores oficiales solo muestran la gestión administrativa, ofreciendo una visión parcial. “Así, no se dimensionan los riesgos que las crisis internacionales generan para el desarrollo del país, ni se identifican las oportunidades que surgirían si Colombia fortaleciera su papel como actor confiable y estratégico en la región y el mundo”, enfatiza el documento.

