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El conde Axel de Fersen le hizo llegar las cartas a María Antonieta cuando ella estaba encarcelada en el palacio de las Tullerías, en París. Usaban tinta invisible y un código. | Foto: Getty images

HISTORIA

Las cartas que confirman el romance de Maria Antonieta con un conde sueco

Los historiadores por fin confirmaron que la famosa reina de Francia engañó a Luis XVI con Axel de Fersen. Para lograrlo, tuvieron que descifrar mensajes escritos con tinta invisible y un código que los amantes usaban para pasar inadvertidos.

4 de julio de 2020

Desde hace mucho tiempo había indicios de que Maria Antonieta, la famosa esposa del rey Luis XVI, había sostenido un romance con el conde sueco Axel de Fersen, quien frecuentaba la corte en Versalles.

Pero hace un mes los historiadores de los Archivos Nacionales de Francia por fin lograron descifrar parte de la correspondencia que la reina decapitada por la Revolución francesa sostuvo con Fersen. Para la mayoría de ellos, era la prueba que faltaba.

El tema había permanecido en el misterio debido a que los amantes usaron tinta invisible y un lenguaje codificado en algunas de sus cartas. En otras incluso había tachones puestos con posterioridad, al parecer por el propio conde, para evitar que algún indiscreto leyera los mensajes.

El conde trabajaba en un plan de fuga para sacar a la familia real de Francia. Y de contrabando le hacía llegar las cartas a su amante.

Para su descubrimiento los investigadores usaron una técnica de escaneo con rayos X que permite diferenciar los tipos de tinta. Luego lograron descifrar los mensajes codificados. Aun así, la mitad de las cartas sigue en el misterio, ya que usaron para tachar la misma tinta con la que escribieron, lo que hizo inservible los rayos X.

Muchas de ellas están fechadas en momentos en que María Antonieta y su esposo permanecían en el palacio de las Tullerías, a principios de la década de 1790, vigilados por soldados de la revolución. Al parecer, el conde trabajaba en un plan de fuga para sacar a la familia real de Francia. Y de contrabando le hacía llegar las cartas a su amante, quien las contestaba de la misma manera.

El rey Luis XVI casi descubre el affaire de su esposa. En una de las cartas, ella le pide al conde tener más cuidado. La pareja real murió decapitada en la guillotina.

La mayor parte de la correspondencia, de hecho, contiene recomendaciones políticas a la reina sobre cómo comportarse ante la situación y opiniones acerca de si el rey debería aceptar la monarquía constitucional que proponían algunos revolucionarios.

No obstante, se cuelan párrafos amorosos y referencias que dan cuenta de que entre los dos había algo más que una amistad. En una de las cartas, por ejemplo, María Antonieta le pide al conde ser más precavido con sus comunicaciones, porque su esposo, el rey, casi descubre uno de sus mensajes: “Por el bien de los tres, tenga cuidado con lo que escribe”.

El conde “se deja llevar, dando rienda suelta a su pasión, al inflamar sin precaución ciertos párrafos con frases que a veces sugieren celos”.

Ella, sin embargo, no tuvo tanto cuidado, pues varias de sus cartas terminan con frases como “te amo locamente y no hay ningún momento en el que no te adore”.

Fersen, además, no escribe como un enlace diplomático, lo que era a los ojos de Luis XVI en ese momento, sino como alguien mucho más cercano a la reina. En una de sus misivas se le escapa un “te amo con locura”. De hecho, como explicó uno de los historiadores al diario Le Monde, el conde “se deja llevar, dando rienda suelta a su pasión, al inflamar sin precaución ciertos párrafos con frases que a veces sugieren celos”.

Pero varios investigadores aún son escépticos. Isabelle Aristide, la curadora de los Archivos Nacionales, le dijo al diario parisino que ninguna de las cartas está dedicada en su totalidad a temas amorosos y sentimentales. También, que ningún mensaje demuestra una relación de carácter sexual.

Eso podría aparecer en los apartes que nadie ha podido descifrar hasta ahora. Por eso habrá que esperar a que un próximo descubrimiento ponga fin a las dudas que algunos conservan sobre ese romance de ribetes trágicos.