Iván Lalinde rompió en llanto en plena entrevista al hablar de fuerte situación personal que afrontó: “No había nada que hacer”

Iván Lalinde se ha consolidado como uno de los presentadores más reconocidos y apreciados de la televisión colombiana, gracias a una trayectoria sólida en los medios de comunicación del país.

A lo largo de los años, su trabajo constante y profesionalismo le permitieron crecer en diferentes formatos televisivos, ganándose el cariño de una audiencia variada que sigue de cerca cada una de sus intervenciones.

El presentador antioqueño, que fue noticia tras perder a su mamá, ha destacado no solo por su talento en pantalla, también por la autenticidad y cercanía que transmite en cada aparición.

Su participación en programas como El desayuno y actualmente Día a día, lo han posicionado como una figura constante y familiar para el público colombiano.

No obstante, recientemente, Iván Lalinde fue foco de reacciones en plataformas digitales, debido a una inesperada situación que protagonizó en una entrevista.

El famoso dialogó en el formato ‘Sin tapujos’, de Bravíssimo, donde abrió una puerta de su vida, la cual toca fibras muy sensibles.

Según se observó, el presentador habló con Sandra Mazuera sobre su historia y vida, reviviendo instantes dolorosos que también le dieron aprendizajes complejos.

Estos hechos se vincularon con la muerte de sus hermanos, que partieron de maneras desafortunadas.

“Nací porque se murió una hermana y yo creo que en ese momento lo que mi mamá dijo fue: ‘Tengamos otro bebé para que llegue la paz y la tranquilidad a la casa’, pero no fue fácil”, comentó al inicio.

Iván Lalinde indicó que nació en 1974, pero dos años antes había muerto su hermana Ana Lucía, a los 17 años. De igual manera, otro de sus hermanos que murió fue Gustavo, quien perdió la vida a los tres años por un accidente, en el que fue golpeado.

“Lo atropella el carro de la leche… Bueno, no lo atropella como tal, fue un accidente. El carro reversó un poquito y el niño estaba ahí atrás, sentado en el andén, jugaba en la calle… y es donde pasa la tragedia”, relató.

“Yo me les quitaba el sombrero cada que revivíamos esa historia… no sé cómo lograron superar eso (…) Porque, imagínate, como seres humanos… ¿cómo se perdonan?, pues uno siempre busca al culpable de lo que pasó”, afirmó, recordando este hecho que marcó a su familia.

Iván Lalinde afirmó que sus papás tenían formas particulares de gestionar las emociones, al punto que podían sufrir mucho internamente.

Allí reveló que su mamá perdió un bebé, debido al dolor que cargaba por la muerte de su otra hija. “Mira que no le pudo hacer ni duelo ni nada. Tenía nueve chiquitines que atender y ella tenía que ser la mamá fuerte”, relató.

Sin embargo, las declaraciones del famoso se tornaron nostálgicas cuando se refirió a su hermano Humberto, quien luchó contra un cáncer y perdió la vida. El conductor de televisión describió a su familiar, destacando cómo la enfermedad lo deterioró y se lo llevó.

Tras notar cambios en su físico, en las frases que decía y en las dinámicas que lo rodeaban, su familia se preocupó y lo llevó a la clínica para ver qué pasaba, revelándole que tenía un tumor muy grande en su cabeza.

Iván Lalinde, que también perdió a su mamá, no contuvo el llanto y las lágrimas brotaron, recordando cómo fue darles la noticia a sus papás, con quienes estaba en San Andrés.

“Yo les dije que no estaba bien y mi papá me dice: ‘¿Se va a morir?’. Mi mamá estaba negando la cosa. Ya no había nada que hacer, Humberto estaba muy perdido. El encuentro entre ella y él fue muy duro. A la semana, el médico paliativo nos dice que no había nada que hacer y que Humberto se gozara lo que le quedaba de vida”, comentó entre llanto.

“Decirles a los papás, que han tenido que despedir tantos hijos, que tenían que despedirse del cuarto… como que: ¿esta mierda qué es?”, agregó.

No obstante, Iván Lalinde contó que su hermano ya sabía el destino que venía, pues había dejado todo en orden antes de que la enfermedad hiciera estragos en su salud.

Esto generó que el presentador se afligiera más, pues admiraba la forma en la que Humberto manejó todo en silencio.

“Era una agonía muy larga, fue muy duro, pero al tiempo bonito. Nos dimos cuenta de que éramos una familia tesa. Lo de Humberto fue impactante por la forma, además que luego nos dimos cuenta de que él sabía, que había dejado carpeticas con todo listo… Se pagó su entierro, tenía eso organizado”, afirmó.