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El tío Dickie fue también la adoración del príncipe Carlos, hijo de Isabel y Felipe (abajo). Él le aconsejó al príncipe que se casara con Lady Di y que exigiera el derecho de los reyes a tener amantes. | Foto: GETTY IMAGES

REALEZA

La vida libertina del tío favorito del príncipe Carlos

Lord Louis Mountbatten, virrey de la India y el tío más querido por los Windsor de Gran Bretaña, llevaba un matrimonio abierto con su esposa Edwina. Según una nueva biografía, él era pedófilo y ella tuvo entre sus amantes a Jawaharlal Nehru. Este artículo hace parte de la revista Jet-Set.

17 de octubre de 2019

Aunque el tío Dickie, como lo llamaban la reina Isabel y su familia a Lord Louis NMountbatten, nunca estuvo cerca de coronarse rey, es el ejemplo perfecto del poder detrás del trono.

Se enorgullecía de su apellido alemán, Battenberg, el cual se transformó, durante la Gran Guerra, en Mountbatten, que significa lo mismo en inglés: montaña de Batten.

Battenberg era una rama menor de la familia gran ducal de Hesse-Darmstadt, estado del Sacro Imperio Romano Germánico y cuna de varias zarinas de Rusia. Pero los Battenberg tenían un estigma en medio de tanta vanagloria por la pureza de la sangre, pues provenían de un matrimonio morganático, o sea que estaban excluidos de la línea de sucesión, debido a que el abuelo de Dickie, Alexander de Hesse y del Rin, se casó con una condesa de rango menor al suyo.

Años después, Dickie se encargó de restaurar a los Battenberg o Mountbatten, que por sus gestiones se convirtieron en fundadores de la dinastía que asumirá el trono de Gran Bretaña cuando Isabel II muera.

Louis y Edwina protagonizaron la boda del año el 18 de julio de 1922 en Londres. El padrino del novio fue su primo, el futuro rey Edward VIII, y asistieron los reyes George V y Mary. Abajo, ambos en 1948, cuando eran virreyes de India. Él era bisnieto de la reina Victoria de Inglaterra, primo de los reyes Edward VIII y George VI, y sobrino de la zarina Alexandra de Rusia.

Ello porque el padre del sucesor de la reina, Carlos de Gales, es el príncipe Felipe Mountbatten, duque de Edimburgo, su sobrino. Así, la casa real seguirá siendo Windsor, pero técnicamente, los reyes serán Mountbatten, apellido que ahora puede decir que conquistó un trono más alto que aquel que le negó Alemania.

Lady Edwina, su esposa, heredó una de las mayores fortunas de la época y descendía de la princesa indígena Pocahontas.

Todo se dio porque Felipe quedó a cargo de Dickie cuando su padre lo abandonó y su madre se enfermó de los nervios. Como tenía entrada en palacio, pues era primo del rey George VI, el tío movió las cuerdas para que su protegido se casara con la entonces princesa Isabel, en 1947. 

Una historia de tiempo atrás

El destino de la familia “pordebajeada”, sin embargo, empezó a despejarse años atrás, en 1884, cuando Louis de Battenberg, hijo de Alexander, se casó con la princesa Victoria de Hesse y del Rin, hermana de la zarina Alexandra de Rusia y nieta de la reina Victoria de Inglaterra, quien la crió cuando quedó huérfana.

Los nuevos esposos se hicieron británicos, adoptaron el apellido Mountbatten y fueron nombrados marqueses de Mildford Haven. Su hija mayor fue Alice, esposa del príncipe Andreas de Grecia y Dinamarca, padres de Felipe. Louise sería reina de Suecia; y Dickie, llamado realmente Louis, el último virrey de la India. De la misma casa Battenberg proviene Felipe VI de España.

Todo esto viene a cuento para entender el interés que suscita ‘The Mountbattens: Their Lives and Loves‘, una biografía de Dickie y su esposa Edwina, que aparece cuarenta años después de la muerte de él en un atentado del IRA.

Entre los apartes más sustanciosos del libro, escrito por Andrew Lownie, sobresalen las aventuras de alcoba de ambos, bien atrevidas para la moral sexual que imperaba. “Pasamos nuestra vida de casados metiéndonos en las camas de otros”, admitió Lord Mountbatten.

A Louis, a la derecha, le gustaban hombres y mujeres desde joven. Corre el cuento de que tuvo un romance con su primo, el futuro rey Edward VIII, con quien aparece aquí hacia 1920.

Edwina Ashley era hija del barón Mount Temple y nieta del conde Shaftesbury. La princesa indígena Pocahontas y el premiere Lord Henry Palmerston se contaban entre sus parientes ilustres. Además, era la heredera de una enorme fortuna y considerada la más bella, la “debutante por la que están locos todos los hombres”.

Así se la describió a Dickie un amigo, cuya relación de encantos continuaba: “Grandes ojos azules, pelo atractivo, hermosa figura y piernas adorables. Sencillamente, tu taza de té”.

Amantes y pedofilia

En 1922, a solo cuatro meses de conocerse, protagonizaban la boda del año. El padrino del novio era el joven de moda en el planeta, el príncipe de Gales, futuro rey Edward VIII, hijo de sus majestades George V y Mary, presentes en el enlace.

Edwina tenía hasta cinco amantes a la vez y se citaba con ellos en la casa que compartía con su esposo y sus hijas.

A los tres años, ella empezó la que sería una lista de no menos de 18 amantes. Dickie se convenció de los rumores cuando Edwina fue citada en el divorcio de un oficial cuya esposa aseguraba que su marido y ella se acostaban. Pensaron en divorciarse pero eso significaba la muerte social, entonces los Mountbatten pactaron un matrimonio abierto.

La virreina, fallecida en 1960, se rebeló contra la prohibición de que una blanca como ella amara a hombres negros. Entre esas conquistas estuvieron el actor Paul Robeson y el músico Leslie Hutchinson. Con este último, relata la biografía, Edwina llegó a un hospital con una urgencia sexual, el síndrome del pene cautivo, por el cual no se podían separar.

La hija de Dickie y Edwina, Lady Pamela Hicks, relata que una vez su madre regresó a su casa y el mayordomo le informó: “El señor Larry Gray está en el salón; el señor Sandford, en la biblioteca; el señor Ted Philips, en el tocador; el señor Portago, en el salón; y no sé qué hacer con el señor Molyneux”… Todos sus hombres habían llegado a la misma hora.

Pamela también admite que Edwina y Jawaharlal Nehru, padre de la India moderna, se amaron intensamente, y que su padre lo aceptaba porque así su esposa era más fácil de llevar. 

El tío Dickie orquestó la boda de Felipe y la reina Isabel, quien le dio prominencia entre sus parientes, con gestos como ubicarlo a su lado en una fecha señalada como su jubileo de 1977. 

La principal amante de Lord Mountbatten, hasta su muerte, se llamó Yola Letellier. Fue cliente también de Madame Claude, dueña del burdel preferido de la élite. Andrew Lownie, de otro lado, descubrió su cara menos presentable en documentos del FBI según los cuales él salió a relucir en el interrogatorio a una baronesa.

“En la aristocracia –expresaba ella–, Mountbatten y su esposa son tenidos por personas de una moral extremadamente baja y él es conocido como homosexual y por tener una perversión por los niños”. El chofer del virrey, por su parte, narró que le llevaba pequeños entre 8 y 12 años, de los cuales abusaba sexualmente.

Louis llegó a ser el mentor del príncipe Carlos, quien le tenía más confianza que a su padre y siguió su consejo de casarse con Lady Di, decisión de catastróficas consecuencias. Pero esa es otra historia...

* Este artículo hace parte de la última edición de la revista Jet Set. Puede leer otros aquí.