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Una guerrera al volante

La colombiana Tatiana Calderón, a sus 24 años, es piloto de desarrollo del equipo de Fórmula 1 Alfa Romeo Sauber. Sueña con competir en las carreras más veloces del mundo, y está muy cerca de lograrlo.

20 de enero de 2018

Tatiana Calderón manejó un kart por primera vez a los 9 años. Lo hizo en una pista aficionada al norte de Bogotá, una de las que abundaron a principios de la década pasada gracias a la fiebre generada por el piloto colombiano Juan Pablo Montoya. Ella y su hermana Paula se gastaban su mesada en montarse una y otra vez en los pequeños bólidos. Luego comenzaron a competir en las carreras realizadas allí mismo los viernes en la noche. Tatiana siempre ganaba. El dueño de la pista, después de algunos meses, les ofreció dejarlas probar un kart equipado de verdad. En ese momento conoció su destino: llegar a la Fórmula 1 como su ídolo.

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De ese modo, comenzó a competir en Easykart y luego en Rotax, y obtuvo 5 campeonatos nacionales. En 2008 ganó la carrera Snap-On-Stars of Karting en Estados Unidos, la primera mujer en hacerlo. Todo esto antes de graduarse del colegio. Y confirmó su vocación al renunciar a ir a la universidad para dedicarse al automovilismo profesional.

Pronto se encaminó a Europa, y se asentó en Madrid hace 6 años. Allí empezó a correr Fórmula 3 y desde hace 2 años compite en GP 3, la serie que comparte circuitos con Fórmula 1 y es el semillero de las grandes escuderías. Ninguna otra mujer maneja actualmente esos carros, que alcanzan 300 kilómetros por hora y una aceleración de hasta 3 fuerzas G. Uno de F1 puede llegar hasta a 6 fuerzas G, una de las razones por las que persiste el mito de que las mujeres no tienen la constitución física para aguantarlo. Pero estudios realizados por el laboratorio de investigación de la Fuerza Aérea de Estados Unidos demostraron que las mujeres no solo soportan esas fuerzas, sino que son más hábiles para la descompresión, lo cual ayuda a marearse menos. “En teoría, un carro de Fórmula 1 es más fácil de manejar porque está hecho a la medida del piloto y tiene dirección hidráulica”, contó Calderón a SEMANA. El carro de GP 3 solo viene en una versión estándar y sin dirección hidráulica, lo que aumenta el esfuerzo.

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El secreto está en lograr la masa muscular requerida y para esto Tatiana entrena con el austriaco Erwin Göllner, quien fue el preparador físico de Jacques Villeneuve. El trabajo es visible, pues ha logrado engrosar su cuello en más de 6 centímetros en un año. También lleva a cabo un entrenamiento mental para aprender a dividir la atención y manejar las necesidades de la carrera, así como sobrellevar la hipoxia que produce correr a 350 kilómetros por hora. El equipo Alfa Romeo Sauber está tan contento con ella que hay una alta probabilidad de que llegue a piloto de prueba de Fórmula 1 en 2018. “Por montarme en un Fórmula 1 he trabajado 14 años”, dijo Tatiana. “Y quiero correr, no solo probar”.

Solo un puñado de mujeres han competido en Fórmula 1. La italiana Lela Lombardi, la más destacada, logró hacer puntos entre 1974 y 1976. Y su compatriota Giovanna Amati, la más reciente, corrió en 1992. Desde entonces ninguna ha llegado más allá de trabajar como piloto de prueba. El mundo del automovilismo y la coyuntura mundial claman por el regreso de una mujer a la elite de este deporte, de los pocos en los que todos pueden competir en igualdad de condiciones, y Tatiana tiene una posición de privilegio. Tanto es así que la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) la nombró representante de las mujeres en los deportes a motor en el mundo.

Pero ha recorrido una pista difícil y no han faltado los accidentes. “Los demás pilotos no resisten que yo los pase. Muchas veces prefieren estrellarme y salir también de la carrera”, aseguró Tatiana con una sonrisa. “Así que decidí que me iba a dejar estrellar las veces que fuera, con tal de que aprendan a respetarme en la pista. Y así ha sido”.