La iniciativa Pescado para el Desarrollo busca formar en valores cívicos y democráticos a los jóvenes rurales del Caquetá.
La iniciativa Pescado para el Desarrollo busca formar en valores cívicos y democráticos a los jóvenes rurales del Caquetá. | Foto: Anadolu Agency via Getty Images

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El aporte a la paz de los jóvenes campesinos en el Caquetá

Más de 300 estudiantes de instituciones rurales participan del proyecto Pescado para el Desarrollo, a través del cual se busca estrechar los lazos sociales y mejorar la convivencia.

22 de octubre de 2021

El aislamiento por la pandemia cambió la forma en que nos relacionamos y los jóvenes han sido uno de los grupos poblacionales más afectados, pues perdieron espacios de socialización y esparcimiento fundamentales en su desarrollo. Aunque desde hace tres meses comenzaron a regresar a las aulas han tenido que enfrentar un proceso de resocialización y adaptación que no es fácil para todos. En el caso de las zonas rurales del Caquetá, se ha aprovechado este retorno para fomentar iniciativas que fortalezcan el liderazgo campesino y de esta forma beneficiar a más de 300 jóvenes.

El proyecto Pescado para el Desarrollo es liderado por Acción Cultural Popular (ACPO) con apoyo de la Diócesis de San Vicente del Caguán, e incluye espacios de convivencia entre estudiantes de las instituciones rurales y sus padres buscando fortalecer los lazos sociales de las comunidades educativas y generar espacios de comunicación asertiva.

Adicionalmente, esta iniciativa promueve procesos productivos mediante la pesca responsable y ecológica. “Tenemos el eje de la formación espiritual, desarrollado a través de las convivencias, que buscan reconstruir el tejido social a través de las familias. Desde la educación espiritual, el liderazgo y el acompañamiento psicosocial enfocado a los padres y jóvenes de la comunidad”, explica Pedro Cortés, coordinador del área técnica de ACPO.

Los más de 300 jóvenes beneficiados pertenecen a ocho instituciones educativas rurales de los municipios de La Montañita, Milán, San José del Fragua, Florencia, Belén de Los Andaquíes, El Doncello y Puerto Rico.

“Este es un proyecto pensado para construir paz. Por eso, uno de los ejes transversales es la formación humana y espiritual de los jóvenes a través de las convivencias. A nosotros nos interesa construir un enfoque humano de valores que promueva el liderazgo y el trabajo en equipo con enfoque familiar”, afirmó Joaquín Cristancho, coordinador nacional del proyecto Pescado para el Desarrollo y miembro del Secretariado Nacional de Pastoral Social.