Inclusión laboral: así les cambió la vida a estos cinco colombianos

El primer empleo

Brenda Zapata

Ya lleva cinco años en Colsubsidio. Llegó buscando prácticas universitarias cuando cursaba la carrera de ingeniería industrial. En ese momento abrieron un programa para profesionales recién graduados, se postuló y se quedó. La empresa, dijo, siempre ha estado para enseñar, acompañar y retroalimentar, “siempre dispuestos a escuchar y ver las habilidades de los colaboradores desde su rol”. Ya la han ascendido tres veces en diferentes áreas, así que no ha dejado de crecer. “Puedo decir que cada año soy una profesional totalmente diferente”.

Valiente

María Ismena Henao

Era una niña cuando dejó su hogar en San Rafael, Antioquia, para huir de la violencia. Pero eso no truncó sus sueños de salir adelante, en principio, por ella, y luego por sus hijas. A los 18 años se vinculó como promotora de servicios en Terpel en busca de independencia y estabilidad. Hoy, después de 12 años, le agradece a la compañía haberle permitido estudiar y avanzar laboralmente. “Con apoyo de la fundación empecé a estudiar como técnica y ahora soy auxiliar administrativa. Siempre he sentido el apoyo de la empresa, de mis jefes, compañeros y amigos. Dicen que soy un ejemplo por mi historia”.

Sin barreras

Michael Swiatek

Mike, como le dicen sus amigos, llegó a Avianca en noviembre de 2019 con 56 años, después de trabajar casi toda su vida en la industria aérea. Legalmente ciego de nacimiento, como se describe en su biografía de LinkedIn, dijo que lo contratan por lo que puede imaginar, “no por lo que todos pueden ver”. Hoy es el Chief Strategy and Planning Officer en la aerolínea, un cargo desde el que promueve la accesibilidad para la aviación y colidera la transformación cultural.

Mamá y profesional

María Paula Caicedo

“Si es niña le tengo un cupo en el equipo femenino de Millonarios”, le respondió David Colmenares, CEO de Allianz Colombia, el día de su entrevista en la empresa, cuando le dijo que estaba embarazada. Pensaba que nadie la iba a contratar en plena pandemia, y además en ese estado. Tres años después de ese encuentro, se confesó absolutamente feliz por los proyectos que ha sacado adelante, por el reconocimiento personal y profesional y porque “la empresa nunca me ha puesto en lugares donde haya tenido que escoger entre mi rol de mamá o el profesional”.

A emprender

Julia Lucimí

Debido a la enfermedad cardiaca de su esposo tuvo que renunciar a su empleo. Con la liquidación, abrió una pequeña tienda en el antejardín de su hogar, en el barrio Potrero Grande de Cali. Hoy tiene dos neveras, varias vitrinas y con los ingresos de las ventas sostiene su hogar y sacó adelante a sus tres hijas. Julia le atribuye una cuota de su éxito a un curso que hizo con el apoyo de Coca-Cola FEMSA Colombia, que le permitió mejorar el manejo del negocio. Emocionada dijo que se siente muy orgullosa de todo lo que ha logrado.

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