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 Vladímir Putin ha destacado los esfuerzos de diálogo con Macron y ve con buenos ojos una solución pacífica al conflicto con Ucrania.
Putin hizo el pronunciamiento durante una rueda de prensa junto al canciller alemán, Olaf Scholz. | Foto: getty images

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Atención: Putin afirma que no quiere la guerra y que está dispuesto a negociar

El pronunciamiento fue hecho durante una rueda de prensa junto al canciller alemán Olaf Scholz.

15 de febrero de 2022

El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró este martes que no quiere una guerra por Ucrania, después de semanas de tensiones por el despliegue masivo de tropas rusas.

“¿Lo queremos [una guerra] o no? Por supuesto que no. Por eso presentamos nuestras propuestas para un proceso de negociación”, dijo en una conferencia de prensa junto al canciller alemán Olaf Scholz.

El mandatario ruso señaló que está dispuesto a “seguir trabajando en común” con los países occidentales sobre la seguridad europea para desescalar la crisis en Ucrania. “Estamos dispuestos a seguir el camino de la negociación”, enfatizó.

Por su parte, el canciller alemán aseguró que “la seguridad duradera” en Europa solo es posible con Rusia.

El pronunciamiento de Putin se conoce horas después de que Rusia anunció que algunas de las unidades militares desplegadas cerca de la frontera ucraniana, cuya presencia hacía temer una operación militar inminente en el país vecino, comenzaron a volver a sus cuarteles.

“Las unidades de los distritos militares sur y oeste, que ya han concluido sus tareas, comenzaron a cargar en medios de transporte” y “empezarán a regresar a sus cuarteles hoy (martes)”, anunció el portavoz del ministerio, Igor Konashenkov, citado por agencias de prensa rusas.

El anuncio, la primera señal de distensión de parte de Moscú, fue vago y no se sabe a cuántos soldados afecta. Rusia había desplegado más de 100.000 militares en la frontera con Ucrania desde diciembre.

Paralelamente, Rusia sigue realizando maniobras militares en Bielorrusia, vecino de Ucrania, que durarán hasta el 20 de febrero.

La retirada de algunas tropas fue recibida con entusiasmo en Ucrania, cuyo ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, aseguró que su país, junto a sus aliados occidentales, había “logrado impedir una nueva escalada rusa”.

Tras ese anuncio, el canciller alemán dijo en la misma conferencia de prensa con Putin que era “una buena señal”.

“El hecho que sepamos ahora que algunas tropas están siendo retiradas es una buena señal. Esperamos que otras seguirán”, declaró el dirigente alemán en Moscú, convencido de que los esfuerzos diplomáticos para evitar el conflicto están “lejos de agotarse”.

Scholz también aseguró que para los países europeos “está claro que la seguridad duradera no se puede alcanzar contra Rusia, solo con Rusia”.

Un miembro de las Fuerzas de Defensa Territorial de Ucrania, que son unidades voluntarias de las Fuerzas Armadas, entrena cerca de Kiev, Ucrania. Foto: Efrem Lukatsky / AP.
Un miembro de las Fuerzas de Defensa Territorial de Ucrania, que son unidades voluntarias de las Fuerzas Armadas, entrena cerca de Kiev, Ucrania. Foto: Efrem Lukatsky / AP. | Foto: Foto: Efrem Lukatsky / AP.

“Día de unidad”

El lunes, Rusia había dado ya una pequeña señal positiva cuando su ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, aseguró que había “una posibilidad” de “resolver los problemas” por la vía diplomática.

El camino del diálogo “no se ha agotado, pero tampoco puede durar indefinidamente”, agregó Lavrov, con un tono más pausado y lejos de las declaraciones ofensivas de los últimos días. El ministro también calificó como “constructivas” algunas propuestas estadounidenses.

Desde Washington, las autoridades habían alertado de que la invasión rusa “podría ocurrir en cualquier momento”.

La embajada estadounidense en Kiev fue trasladada a Lviv, al oeste del país, el lunes, haciendo oídos sordos a los llamados del presidente ucraniano Volodimir Zelenski, que pidió no dejarse llevar por el pánico.

Soldados de las fuerzas militares ucranianas examinan los camiones militares de vehículos de ruedas multipropósito de alta movilidad (HMMWV) enviados desde Lituania al aeropuerto de Boryspil en Kiev.
Soldados de las fuerzas militares ucranianas examinan los camiones militares de vehículos de ruedas multipropósito de alta movilidad (HMMWV) enviados desde Lituania al aeropuerto de Boryspil en Kiev. | Foto: AFP/ Sergey Supinsky

Algunos medios de prensa evocaron que la supuesta invasión rusa de Ucrania podría comenzar el miércoles. Una vez más, Zelenski zanjó las especulaciones con una dosis de sarcasmo.

“Nos dicen que el 16 de febrero será el día del ataque. Lo convertiremos en un día de unidad”, dijo, pidiendo a los ucranianos que cuelguen la bandera nacional azul y amarilla ese día.

Este martes, la ministra británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss, dijo que el presidente ruso, Vladimir Putin, todavía está a tiempo de evitar una guerra, pero subrayó que el plazo es “limitado”.

“Podríamos estar a borde de una guerra en Europa que tendría graves consecuencias, no solamente para los pueblos de Rusia y de Ucrania, pero de una forma más general para la seguridad de Europa”, declaró la jefa de la diplomacia británica en la cadena Sky News.

Trincheras

Rusia, que se anexionó la península de Crimea en 2014 y respalda desde entonces a los separatistas prorrusos que combaten en el este de Ucrania, niega repetidamente cualquier intención bélica.

Por el contrario, asegura sentirse amenazada por la expansión de la Otan hacia Europa del Este y reclama “garantías de seguridad” como un compromiso para que Ucrania nunca entre en la alianza militar.

A riesgo de irritar al Kremlin, el presidente ucraniano reiteró el lunes que Kiev quisiera ingresar a la Otan para “garantizar su seguridad”.

Su posible adhesión aún no está en agenda de la Alianza ni hay un calendario previsto para tratar esta cuestión, pero los occidentales calificaron las demandas rusas de inaceptables. No obstante, propusieron un diálogo en otras cuestiones como la limitación de armamento.

Esperando eventuales progresos en el frente diplomático, en el sureste de Ucrania, cerca del frente con los separatistas prorrusos, la población se prepara ante la perspectiva de un ataque.

“Cavamos trincheras en las que los soldados ucranianos puedan fácilmente saltar y defenderse”, explicó a AFP Mikhailo Anopa, un chico de 15 años, mientras se afana en una zanja, con un uniforme de camuflaje prestado.

*Con información de AFP.