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Jeremy consiguió su cita después de mandar su número de teléfono en un dron | Foto: BBC Mundo

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La historia de amor que surgió durante la cuarentena por coronavirus y que siguen millones de usuarios en el mundo

Jeremy Cohen, fotógrafo de 28 años que adoptó gestos creativos para seducir a una vecina a distancia en medio de la pandemia de covid-19.

Alianza BBC
BBC Mundo
13 de abril de 2020

"Tiempos desesperados requieren de medidas desesperadas". Así describe Jeremy Cohen, fotógrafo de 28 años residente en Brooklyn, Nueva York, la serie de gestos creativos que adoptó para seducir a una vecina a distancia en medio de la pandemia de coronavirus.

Cohen y su historia de amor se hicieron virales tras compartir en las redes sociales un video en el que aparecía enviando su número de teléfono en un dron a su vecina Tori Cignarella.

Ahora ambos celebran cenas a través de Facetime, ella desde su azotea y él desde su balcón, para mantener la distancia social. Cohen, incluso, se metió dentro de una burbuja gigante de plástico para poder pasear con Tori a la vez que respetaba las reglas impuestas por las autoridades.

Este es el testimonio de un amor en tiempos de cuarentena, contado por Jeremy Cohen.

"He conocido a una persona increíble"

Para mantenerme ocupado durante la cuarentena a solas en mi apartamento, comencé a tomar fotografías de personas en sus terrazas para una colección temática.

Hace unos días, me fijé en una chica en la calle de enfrente que bailaba sobre su azotea. Me sentí muy atraído por su energía. Salí al balcón, le agité la mano y ella me devolvió el saludo.

Casi de forma inmediata, pude sentir la conexión entre ambos y quise ponerme en contacto con ella. Tiempos desesperados requieren de medidas desesperadas.

Tomé mi dron, le adherí una nota con mi número de teléfono apuntado y lo volé hacia su azotea.

Me escribió una hora después y comenzamos a hablar.

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Entonces le pedí salir y coordinamos una cita con la ayuda de su compañera de piso.

Ella estaba en su azotea y yo en mi balcón con una escena similar: una mesa pequeña, vino y comida. Durante la cita estábamos conectados en una videollamada en Facetime y podíamos vernos y saludarnos el uno al otro.

En la segunda cita, me metí dentro de una burbuja real. Me quería acercar y traspasar la línea pero sin realmente traspasarla.

He estado publicando mi historia en las redes sociales y se ha hecho viral. Estamos coordinando todas las entrevistas que nos piden y eso, de alguna manera, nos ha acercado más. Quizás esto no hubiera pasado de no ser por la cuarentena.

 Estoy disfrutando de haber conocido a una persona increíble.

Normalmente no tomo estos riesgos, pero estar "encerrado en una caja" me inspiró, me puso creativo y me hizo conectar con alguien más.