ESTADOS UNIDOS
Donald Trump está en la mala: “si la mitad de las acusaciones son verdad está frito”, ex fiscal de los Estados Unidos
Actualmente el líder republicano enfrenta serias acusaciones de seguridad nacional.
En una entrevista impactante en Fox News Sunday, el exfiscal general Bill Barr calificó como “muy, muy condenatorias” las acusaciones penales federales contra su antiguo jefe, el expresidente Donald Trump. Barr argumentó que, si incluso la mitad de las acusaciones son ciertas, Trump está acabado. Las acusaciones incluyen supuestamente manejar de manera inapropiada documentos clasificados y obstruir la justicia.
Barr enfatizó que los 31 cargos que Trump enfrenta por retención voluntaria de información de defensa nacional bajo una ley de espionaje son sólidos. Según él, Trump está totalmente equivocado al afirmar que tenía derecho a tener esos documentos. Además, Barr destacó que la acusación presenta una obstrucción muy flagrante contra la investigación federal. Afirmó que el Departamento de Justicia fue muy paciente y que Trump podría haber evitado los cargos si hubiera devuelto los documentos. Sin embargo, señaló que el público debe esperar y ver qué dice la defensa.
El exfiscal general, quien se desempeñó como fiscal general de 2019 a 2020 antes de enfrentarse a Trump por falsas afirmaciones de fraude electoral, descartó la idea de que Trump es víctima de una caza de brujas. Barr calificó esta noción como ridícula y afirmó que ha defendido al ex presidente contra investigaciones que consideraba injustas en el pasado, pero este no era uno de esos casos.
Barr también criticó duramente la forma insegura en que se guardaban los documentos según la acusación. Las imágenes publicadas mostraban que Trump almacenaba documentos clasificados en lugares inapropiados como un baño, un salón de baile y una habitación de su finca en Florida. Barr afirmó que la manera en que Trump guardaba los documentos en Mar-a-Lago era repugnante para cualquier persona preocupada por la seguridad nacional.
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En respuesta a las acusaciones, Barr declaró enfáticamente: “Los planes de batalla para un ataque a otro país o los documentos del Departamento de Defensa sobre nuestras capacidades no son, en ningún universo, documentos personales de Donald J. Trump. Son documentos del gobierno”.
Además de los cargos por violar una ley de espionaje, Trump también enfrenta acusaciones de conspiración para obstruir la justicia y otros cinco cargos. La acusación sostiene que Trump tomó múltiples medidas para obstaculizar la investigación y ocultar documentos, incluyendo pedir a su ayudante Walt Nauta, quien también fue acusado, que moviera documentos para ocultarlos de los investigadores.
Según la acusación, Trump mostró registros clasificados a personas no autorizadas, revelando información sobre las capacidades de defensa y armas tanto de Estados Unidos como de países extranjeros, así como programas nucleares y planes militares. No obstante el líder republicano ha calificado la investigación como políticamente motivada y ha afirmado tener derecho a mantener los documentos, muchos republicanos de alto perfil han defendido al expresidente.
Sin embargo, legisladores como el senador Mitt Romney (R-Utah) han criticado las acciones de Trump. El futuro de Trump ahora está en manos del sistema judicial, y las acusaciones presentadas contra él plantean serias implicaciones legales. Si se comprueba su culpabilidad en alguno de los cargos, podría enfrentar consecuencias significativas que podrían incluir penas de prisión y el deterioro de su reputación pública.
La opinión contundente de Bill Barr, quien previamente había sido un aliado cercano de Trump, resalta la gravedad de las acusaciones y plantea interrogantes sobre el destino político y legal del expresidente. Estas acusaciones se suman a un legado presidencial ya marcado por la controversia y la división, y podrían tener repercusiones duraderas tanto para Trump como para el panorama político estadounidense en general.
A medida que el caso avance, se espera que haya una intensa batalla legal y que los abogados defensores de Trump presenten su propia versión de los hechos. La defensa de Trump será crucial para determinar su destino y para establecer si las acusaciones presentadas contra él tienen mérito o son infundadas.
Independientemente del resultado final, estas acusaciones y el proceso legal que las rodea subrayan la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en el sistema político y judicial de Estados Unidos. Ningún individuo, sin importar su estatus o posición, debe estar por encima de la ley.
A medida que el caso avance, la atención estará centrada en los tribunales y en cómo se desarrolla el proceso legal contra Trump. La repercusión de estas acusaciones podría extenderse mucho más allá de la figura del expresidente, ya que podría tener implicaciones para futuros líderes políticos y para el funcionamiento de la democracia estadounidense en general.