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Un activista y veterano del ejército se prestó como voluntario en una protesta en Indiana (EE. UU.) para que se le practicara la técnica de interrogatorio ‘waterboarding’ (ahogamiento simulado), empleada por la CIA contra presuntos terroristas, 28 agosto, 2013. | Foto: Youtube

ESTADOS UNIDOS

Torturas de la CIA causan enfrentamientos en EE. UU.

El ex vicepresidente republicano Dick Cheney asegura que los agentes que habrían torturado a presos de la Agencia son “héroes”.

15 de diciembre de 2014

Críticos y defensores de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) se enfrentaron el domingo sobre el informe publicado el 9 de diciembre por el Senado estadounidense en el que divulgó escabrosos detalles sobre el uso de prácticas de tortura, tras los atentados del 11 de septiembre, en el 2001.

Incluso dentro del campo republicano, las revelaciones publicadas han dejado entrever opiniones muy distintas.

El ex vicepresidente de EE. UU. Dick Cheney defendió la labor de la CIA y alabó a sus agentes como héroes, a la vez que rechazó que se les considere como torturadores. "Deberían ser felicitados, deberían ser condecorados", dijo en un programa de la cadena NBC, quien fuera la mano derecha del presidente George W. Bush durante el periodo 2001-2009.

En el reporte dado a conocer por el Comité de Inteligencia del Senado se describen métodos cruentos como ahogamiento simulado ('waterboarding') o colgar a las personas durante horas de sus muñecas para obtener información.

El informe cuestiona la efectividad de esas técnicas para lograr información. El Comité también reveló las mentiras de la Agencia en audiencias ante el Congreso y la Casa Blanca.


Dick Chaney, ex vicepresidente de EE. UU. (2001 - 2009), defiende las duras tácticas de la CIA. (AFP)

Cheney mostró su desacuerdo con el informe: "Funcionaba. Por supuesto que funcionaba", dijo el ex vicepresidente sobre las prácticas denominadas de forma eufemística como "técnicas de interrogación reforzada". Y añadió: "La tortura es lo que los terroristas de Al Qaeda hicieron sufrir a 3.000 estadounidenses el 11 de septiembre", el día en que tuvieron lugar los atentados que traumatizaron a EE. UU.

"No hay comparación entre esto y lo que hemos hecho con respecto a mejorar nuestros interrogatorios", se defendió. Asimismo, señaló que el expresidente George W. Bush conocía el programa de torturas: "Este hombre sabía lo que hacíamos. Lo autorizó, lo aprobó".

El propio Bush fue más allá en CNN, antes de la publicación del informe, al comentar que "tenemos la oportunidad de tener hombres y mujeres que trabajan duro para servir nuestros intereses. Son patriotas y poco importa lo que el informe diga (...). Yo conocía al director, a los directores adjuntos y el número de agentes: verdaderamente son buena gente y somos afortunados, como nación, por tenerlos".


Manifestantes protestan en la Universidad Ball State, EE. UU., contra las prácticas de interrogatorio de la CIA, 28 agosto, 2013. 

“Montaña de contradicciones”

"La gente de la CIA realizó un trabajo excelente, actuaron en circunstancias extremadamente difíciles y permitieron impedir ataques contra Estados Unidos", declaró también a CNN Peter King, representante republicano.

El senador John McCain, héroe de la guerra de Vietnam, donde fue torturado, es uno de los pocos republicanos que apoya el informe del Senado. El domingo, volvió a lamentar que las autoridades estadounidenses hayan utilizado estos métodos y admitió que se violó la Convención de Ginebra sobre el trato a prisioneros.

"A veces se cometen errores, estamos analizando las cosas y prometemos hacer todo lo posible para que no vuelva a suceder", declaró en CBS, excandidato a la presidencia de Estados Unidos. "No somos una nación perfecta, pero somos una nación que admite sus errores. Y avanzamos", agregó.

El senador demócrata Sheldon Whitehouse rechazó las declaraciones de McCain y subrayó que EE. UU. considera las prácticas de simulación de ahogamiento como prácticas de tortura desde hace décadas.


Tras los ataques del 11 de septiembre del 2001, la CIA practicó fuertes interrogatorios a presuntos terroristas. (AP)

Su colega Ron Wyden, que participó en la elaboración del informe, acusó por su parte a la CIA de haber mentido y denunció "una montaña de contradicciones" entre las comunicaciones internas de la agencia y las declaraciones que hacía en la Casa Blanca, en el Congreso o en el ministerio de Justicia.

El informe del Senado provocó una ola de conmoción en Estados Unidos y en el mundo. El presidente, Barack Obama, puso fin a este programa de la CIA tras su llegada a la Casa Blanca, a comienzos del 2009. Sin embargo, su gobierno excluyó presentar acciones judiciales.