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Ministro brasileño afirma que hubo “preparativos” para atentar contra Lula en su posesión
El mandatario tomó posesión del cargo el pasado 1 de enero.
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El ministro brasileño de Justicia, Flávio Dino, afirmó este viernes a un periódico local que mensajes hallados por la policía sugieren que existieron “actos preparatorios” para dar un “tiro a distancia” durante la investidura del presidente Lula en Brasilia el pasado 1º de enero.
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Un hombre que fue preso en diciembre tras el hallazgo de una bomba en un camión de combustible cerca del aeropuerto de Brasilia “estaba haciendo entrenamiento y obteniendo instrucciones de cómo dar un tiro de fusil desde una larga distancia”, dijo Dino en una entrevista al diario Estadao, al ser consultado acerca de si el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva se encuentra “bajo una amenaza real”.
“Había actos preparatorios para la ejecución de un tiro que iba a ser un tiro en el día de la investidura de Lula”, concluye Dino.
En vísperas de la Navidad, una semana antes de la ceremonia de asunción, un simpatizante de Bolsonaro fue detenido y acusado de terrorismo por colocar una bomba -que no llegó a explotar- en un camión de combustible cerca del aeropuerto de Brasilia.
Según dijo a los investigadores, con el atentado pretendía “iniciar el caos” e “impedir la instauración del comunismo en Brasil”.
La investidura ocurrió bajo un fuerte dispositivo de seguridad, pero Lula y la primera dama Janja desfilaron ante el público en un descapotable de época, como es tradición en la ceremonia.
Una semana después, miles de bolsonaristas disconformes con su victoria vandalizaron los edificios de la Presidencia, el Congreso y la corte suprema en Brasilia, en un ataque que recordó la asonada contra el Capitolio de Estados Unidos hace dos años por parte de simpatizantes del entonces presidente Donald Trump, que se rehusaban a aceptar su derrota electoral.
Presidente de Brasil visitó zona del país donde las fuertes lluvias dejaron muertos y desaparecidos
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, visitó este lunes la región litoral de São Paulo donde las lluvias torrenciales más intensas de la historia del país dejaron durante el fin de semana de carnaval cuarenta muertos y decenas de desaparecidos.
Las tareas de rescate estaban concentradas en el extenso municipio de Sao Sebastiao, un destino playero ubicado a unos 200 km de la ciudad de São Paulo (sureste) y que sufrió lluvias “récord”. Lula, que pasaba unos días de asueto en Bahía (noreste), viajó al lugar para sobrevolar la zona del desastre donde deslizamientos de tierra arrasaron al menos unas 50 casas, según un video oficial. Desde la aeronave eran visibles ríos de agua enlodada cubriendo casas cerca de las playas.
El presidente izquierdista, de 77 años, que asumió el poder por tercera vez el 1 de enero, se reunió luego con las autoridades regionales y locales. Es importante que “no construyamos casas en un lugar que pueda ser escenario de otras lluvias, donde otras personas puedan morir en un deslizamiento de tierra”, dijo ante los medios, tocando el problema del urbanismo improvisado en el país.
En Brasil 9,5 millones de personas viven en áreas de riesgo por deslizamiento o inundación, muchas de ellas en favelas, según el estatal Centro Nacional de Monitoreo y Alertas de Desastres Naturales (Cemaden). Pero también subrayó que la cooperación entre las autoridades de gobierno, de diferentes partidos, era una “buena fotografía” para Brasil, que sigue bajo un crispado clima político luego de unas elecciones presidenciales polarizadas y el ataque el 8 de enero a las sedes de los poderes por seguidores del exmandatario ultraderechista Jair Bolsonaro.
En Sao Sebastiao, en cuyas playas muchos paulistas pasaban el feriado de carnaval, cayeron más de 600 mm de lluvia en 24 horas, más del doble de lo esperado para el mes, según las autoridades.
El gobierno de São Paulo informó que las precipitaciones en el litoral paulista marcaron el mayor acumulado en la historia de Brasil y una de las “mayores tragedias de la historia” de ese estado. Fueron 682 milímetros, cifra superior a la del temporal que azotó la ciudad de Petrópolis, en Río de Janeiro en 2022, con un saldo de 241 muertos, y Florianópolis (sur) en 1991, donde cayeron 400 milímetros en 24 horas.
Con información de AFP