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Tres de estos ya llegaron y algunos temen que las fuerzas armadas estadounidenses puedan interceptar el resto del convoy. | Foto: AP

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¿Por qué los buques iraníes en Venezuela generan tensión con EE. UU.?

El país vecino es el nuevo campo de batalla entre Washington y Teherán. Ya llegaron tres embarcaciones con gasolina para auxiliar a Maduro, aún faltan dos.

26 de mayo de 2020

Este fin de semana varios tenían su atención puesta en el Caribe. Cinco buques cargados de gasolina provenientes de Irán llegarían a Venezuela y muchos temían una posible interceptación de los estadounidenses para evitar su llegada al país latinoamericano. Tres de ellos, el Fortune, el Forest y el Petunia ya llegaron a territorio venezolano, pero aún esperan la llegada de otros tres en los próximos días. 

Y no era una idea descabellada. Estados Unidos, con el gobierno de Donald Trump, tiene sancionados tanto a Venezuela como a Irán. Al primero porque rechaza al régimen de Nicolás Maduro y lo considera una dictadura. Mientras que por el otro lado cree que Irán es un país que patrocina el terrorismo.

Con ambos países, además, las relaciones están completamente debilitadas por episodios recientes. Con Venezuela las cosas empeoraron cuando en febrero, Donald Trump se reunió en la Casa Blanca con Juan Guaidó, a quien reconoce como presidente legítimo del país suramericano.

En este encuentro el magnate afirmó que “destruiría” la dictadura de Maduro, un comentario que claramente no le cayó muy en gracia al líder chavista. Posteriormente, el gobierno estadounidense presentó cargos contra Nicolás Maduro y casi una docena de funcionarios venezolanos por narcoterrorismo. 

Así mismo, hace tan solo un par de semanas, la fallida Operación Gedeón, que buscaba derrocar a Maduro intensificó la disputa entre estos países pues para Caracas el plan fue ideado e impulsado por Washington.

Con Irán los enfrentamientos también son de larga data. Sin embargo, a principios de enero de este año se intensificaron con el ataque estadounidense en Irak en donde asesinaron al general Qassem Soleimani. A raíz de esto empezaron una serie de ataques directos entre Estados Unidos e Irán, con Irak como campo de batalla. Se agudizaron tanto que incluso la comunidad internacional temía que se desatara una tercera guerra mundial.

Con ambos panoramas, Donald Trump ha impuesto sanciones a los gobiernos tanto de Maduro como de Hasán Rohani. Dentro de las sanciones, entre otras, está prohibido hacer negocios con Pdvsa (Petróleos de Venezuela), lo cual estaría infringiendo Irán con el envío de estos buques. Y por otro lado, el gobierno de Trump sancionó desde 2018 a más de mil personas, empresas y organizaciones iraníes. Así mismo sanciona a todos los países que compren petróleo a este país pues “la idea es llevar a cero las exportaciones iraníes, privar al régimen de su principal fuente de ingresos”, dijo Trump en su momento. 

A propósito, algunos como Juan Guaidó, han dicho que Venezuela había pagado con toneladas de oro a Irán. De ser cierto, esto tendría sentido pues ayudaría al país medio oriental a obtener liquidez, pues las sanciones estadounidenses y la crisis por cuenta del covid-19 han afectado mucho la economía iraní. 

Al tener este panorama de sanciones y enfrentamientos, varios temían que Estados Unidos interceptara a los buques en su ruta por el Caribe. Este país tiene una misión naval desplegada en estas aguas: el Comando Sur de las Fuerza Naval, que tiene base en Jacksonville, Florida.

Sin embargo, al menos hasta el momento, el gobierno estadounidense no reaccionó de una manera directa contra ninguno de estos dos primeros buques. Basta esperar qué pasa con el arribo de los otros tres petroleros, pero Rohani ya advirtió en un comunicado que habría consecuencias si algo llegase a pasar. "Esperamos que Estados Unidos no cometa ningún error”, dijo el presidente iraní.

La llegada de los buques

El Fortune, el primero de los cinco barcos de Irán que llevan a Venezuela gasolina y productos petroleros, atracó este lunes en el puerto de una de las principales refinerías del país caribeño, que sufre una grave escasez de combustible.

La embarcación ancló en El Palito, complejo refinador en Puerto Cabello (estado Carabobo, norte) que llegó a tener capacidad para procesar 140.000 barriles diarios de gasolina, pero cuya producción se ha desplomado con el colapso de la industria petrolera venezolana.

Flota de la Armada estadounidense en el Mar Caribe. Foto: U.S. Navy photo by Mass Communication Specialist 2nd Class Devin Bowser

Los buques "traen combustible, aditivos, repuestos, entre otros equipamientos, para levantar nuestra capacidad de refinación y producción petrolera", celebró en un breve acto protocolar el ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, rodeado de altos mandos militares con el Fortune a sus espaldas.

El Aissami, viceministro de economía del presidente socialista Nicolás Maduro y sancionado y acusado de "narcotráfico" por Estados Unidos, fue nombrado en ese cargo el pasado 27 de abril con la promesa de reestructurar la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa).

"¡Seguimos avanzando y venciendo!", escribió más temprano el ministro en Twitter, al considerar un triunfo la llegada de los buques, envío que provocó un cruce de declaraciones tensas entre Teherán y Washington.

"Tenemos derecho al comercio libre", afirmó Maduro y dijo que había enviado los agrdecimientos a sus "amigos valientes" el presidente iraní, Hasán Rohaní, y el ayatolá Alí Jamanei. 

Un segundo barco, el Forest, ingresó este lunes a aguas jurisdiccionales venezolanas, informó la Armada en Twitter. Tal como el Fortune, que entró el sábado, el Forest es escoltado por barcos y aviones de la Fuerza Armada. Navegaba en la tarde de lunes en las proximidades del insular estado Nueva Esparta (noroeste Venezuela), según el sitio web Marine Traffic.

Petunia, el tercer buque, llegó este martes en la tarde a aguas venezolanas escoltado por el buque oceánico Yekuana PO13 de las Fuerzas Armadas de Venezuela. Se espera el arribo de las últimas dos embarcaciones en los próximos días, antes del primero de junio: Faxon y Clavel.

"Vamos a continuar escoltando por aire y por mar a todos los buques", dijo a la televisión estatal el jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada venezolana, almirante Remigio Ceballos. 

La flota transporta en total unos 1,5 millones de barriles de gasolina, según reportes de prensa.

Crisis venezolana

Kilométricas filas de vehículos se forman en estaciones de servicio en Caracas, que se había mantenido a salvo del desabastecimiento de combustible que afecta hace años a amplias regiones del país, especialmente en las fronteras.

Sin embargo, la escasez se agravó durante la cuarentena decretada en marzo pasado por el gobierno de Maduro ante la pandemia por el nuevo coronavirus. Esto desencadenó en un mercado negro en el que un litro de gasolina llega a venderse por tres dólares, en contraste con insignificantes tarifas oficiales.

Maduro y altos funcionarios festejan la llegada de los buques, después de que Teherán advirtiera de "consecuencias" si Washington, su principal enemigo desde hace más de 40 años, los bloqueaba. Estados Unidos, en tanto, expresa "preocupación" por "el papel cada vez mayor" de Irán en Venezuela. "No nos vamos a arrodillar jamás", clamó el domingo el mandatario.

Con la llegada a la presidencia en 1999 de Hugo Chávez, quien murió en 2013, las relaciones entre Teherán y Caracas se estrecharon, tendencia que ha seguido profundizando Maduro.

"El gobierno de Estados Unidos fue obligado a respetar el derecho al libre comercio entre países", dijo al canal estatal VTV el embajador de Irán en Venezuela, Hojjatollah Soltani.

Parálisis económica

Expertos como Luis Oliveros creen que el impacto del apoyo iraní será limitado. La producción de crudo de Venezuela ha caído en picada. Oferta poco más de 600.000 barriles diarios en la actualidad, según la OPEP, frente a más de tres millones hace una década, y su sistema refinador de combustibles no es ajeno a la situación. Las refinerías venezolanas apenas cubren, según Oliveros, un quinto del consumo interno.

Ello ha obligado a importar gasolina en los últimos años. La situación se ha complicado aún más con las sanciones financieras de Estados Unidos contra Venezuela y Pdvsa.

Washington desconoce la reelección de Maduro en 2018 al denunciarla como fraudulenta. Reconoce en cambio, junto a medio centenar de gobiernos, al líder legislativo Juan Guaidó como presidente interino.

*Con información de AFP