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El presidente peruano vive duras horas por cuenta de la forma como ha ejercido su mandato. Incluso se rumora que podría cerrar el Congreso.
El presidente peruano vive duras horas por cuenta de la forma como ha ejercido su mandato. Incluso se rumora que podría cerrar el Congreso. | Foto: getty images

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Protestas y posible cierre del congreso: Así es la crisis que se vive en Perú por cuenta de Pedro Castillo

Pedro Castillo pasa sus días como presidente del Perú de una crisis a otra. El mandatario vive una tensa relación con el Congreso y la justicia mientras protestas multitudinarias paralizan al país.

12 de noviembre de 2022

En promedio, el gobierno del izquierdista Pedro Castillo ha protagonizado un escándalo cada tres días, según un análisis del diario El Comercio. Esta cifra ilustra lo que ha sido la administración actual de Perú, que desde el momento de su llegada ha estado envuelta en polémicas y cuestionamientos.

Más allá de la incapacidad total para administrar al Perú, los escándalos de corrupción son lo que más ha manchado la imagen de este presidente, a quien se lo acusa de liderar una empresa criminal para beneficiar a su familia y allegados por medio de contratos corruptos. Todo esto le ha valido para unas largas investigaciones acerca de su papel, que aún no ha sido definido, pero en las que la misma Fiscalía lo ha acusado de ser un delincuente.

Masiva manifestación en Lima en contra del presidente Pedro Castillo.
Masiva manifestación en Lima en contra del presidente Pedro Castillo. | Foto: AFP

En la última semana, Castillo ha pasado por sus horas más bajas. El fin de semana tuvo que enfrentarse a unas duras protestas que coparon multitudinariamente el centro de Lima y otras ciudades del país, exigiendo la renuncia del mandatario por sus múltiples escándalos y actuaciones. Según la última encuesta de Datum, su popularidad es del 26 por ciento.

La relación entre el Congreso y el Gobierno parece totalmente rota. No le aprueban los proyectos a la administración de izquierda, ha tenido que rogar para que le permitan salir del país, ya que temen que pueda huir de sus cuentas pendientes con la justicia y, en general, cada interacción del presidente con los legisladores es un nuevo drama político.

Totalmente desesperado por la situación, Castillo y los seguidores que le quedan convocaron la ‘Toma de Lima’ el pasado jueves, en la que los manifestantes respaldaron la gestión del presidente. Pero lo que ha preocupado son las voces que piden que se cierre el Congreso, algo que cada día va tomando más fuerza no solo entre las filas que apoyan al mandatario, sino dentro del Gobierno. El mismo Castillo se reunió horas antes con los líderes de la protesta.

Pedro Castillo se enfrenta a una denuncia constitucional, algo inédito para la historia del país. La Fiscalía lo acusa de varios cargos de corrupción.
Pedro Castillo, presidente de Perú. | Foto: ap

Es tal la tensión que se vive en el país que incluso el primer ministro, Aníbal Torres, declaró: “Nosotros vamos a hacer uso de todas las acciones que nos permite la ley, tanto ante los órganos internos como ante los organismos internacionales”. Esto, frente a la pregunta de si han considerado un cierre del Congreso. Por ahora, esta posibilidad sigue en el aire y va tomando fuerza poco a poco.

El momento no puede ser más asfixiante para el presidente peruano. Él mismo ha denunciado que existe un complot para sacarlo del Gobierno y ha tenido que recurrir a los organismos internacionales para que defiendan su gestión. La OEA tendrá una misión especial del 20 al 22 de noviembre en la que analizarán la situación del país y si, en realidad, están planeando sacar al mandatario del poder.

Castillo ha encontrado en el Congreso a su peor enemigo. En las últimas horas trascendió que una comisión del Legislativo busca procesarlo e inhabilitarlo por “traición a la patria”. Pero, por otra parte, aún no consiguen las 87 firmas necesarias para declararle la vacancia al presidente, pues solo hay 60. Mientras tanto, los procesos judiciales siguen en firme y el presidente se ve más y más asfixiado.