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| Foto: Twitter Rahaf Mohammed

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Joven saudí busca asilo tras abandonar el Islam y huir de casa

Rahaf Mohammed pide que Australia la reciba bajo condición de refugiada. Mientras tanto, permanece bajo protección de ACNUR en Tailandia.

9 de enero de 2019

Rahaf Mohammed Al Qunun, de 18 años, estaba de vacaciones en Kuwait cuando decidió fugarse de su familia y aterrizar en el aeropuerto de Bangkok este fin de semana. La razón: había sido víctimas de varias agresiones físicas y psicológicas en su hogar, situación que la llevó a atrincherarse en la habitación de un hotel en el aeropuerto para evitar ser deportada a Arabia Saudita.

La historia de Rahaf se conoció debido a los constantes pedidos de ayuda, puestos en su perfil de Twitter, solicitando a la Naciones Unidas y a los gobiernos de Canadá, Australia y Estados Unidos que le dieran asilo, pues asegura que si vuelve a su país se expone a una condena a muerte por rebelarse contra su familia, religión y cultura.

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El lunes, al no obtener respuesta, la joven publicó que sus amigos más cercanos se encargarían de entregar información real sobre su situación a través de Twitter en caso de una posible desaparición por el encuentro con su padre, quien ya está en Bangkok. Rahaf aclaró que su intención es representar a las mujeres saudíes para que “las voces de las chicas que están en mi caso no sean refutadas”.

Ese mismo día, Rahaf publicó un video donde se rehusaba a abrir la puerta de la habitación del hotel hasta no ver a delegados del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). “Quiero asilo”, dijo.

De inmediato, el organismo internacional, conforme al ‘principio de no devolución‘, dio su respaldo a la joven, asegurando que los solicitantes de asilo como ella no pueden ser reenviados a su país de origen si su vida está amenazada, principio reconocido como derecho internacional consuetudinario y es deber del estado donde se encuentre (Tailandia) darle la protección necesaria.

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Garantía que las autoridades de ese país confirmaron a través del Comadante de Policía de Inmigración, Surachete Hakparn, quien dijo en rueda de prensa que no pedirán su deportación porque “escapó de problemas para buscar nuestra ayuda”, recalcando que Tailandia era “la tierra de las sonrisas” y no enviaría a nadie a su muerte.

Además, en su cuenta de Facebook el oficial de inmigración dijo que “el padre y el hermano de la chica saudí llegarán hoy a Tailandia” (8 de enero). Según él, para dar su versión de la historia ante el Alto Comisionado.

Pero la lucha de Rahaf Mohammed Al Qunun ha dado frutos. El hastag #SaveRahaf le dio la vuelta al mundo y en pocos días la joven ha alcanzado más de cien mil seguidores que apoyan su causa de defender los derechos de las mujeres saudíes. Aquellas que en los últimos meses vienen ganando posibilidades como conducir o asistir a estadios de fútbol sin la compañía de su esposo, aunque esto también signifique ganarse enemigos en su propia cultura que no están de acuerdo con los avances.

Otro triunfo que alcanzó Rahaf fue la confirmación por parte de la ACNUR de su condición de refugiada. Por lo que la acompañó en su salida del aeropuerto y transmitió el expediente a Australia para que consideren su petición de recibirla como asilada.

"Si resulta que es una refugiada" estudiaremos "la posibilidad de una visa humanitaria", declaró el ministro de Salud, Greg Hunt, a un canal de televisión antes de conocerse la ratificación de su condición. También dijo que el caso ya es de conocimiento por parte del ministro de Inmigración, David Coleman.

Sin embargo, el proceso no será nada fácil. La política de inmigración de Australia es radical. ”Tolerancia cero”, como es denominada la política del primer ministro Scott Morrison, se implementó desde el año pasado cuando barcos llenos de migrantes desembarcaron en las costas australianas y sin importar la procedencia eran rechazados por la marina de ese país. Desde entonces, las solicitudes de asilo, justificadas o no, se descartan.

Se espera que por la presión internacional que suscita este caso particular, Australia acceda a darle la visa humanitaria. Hasta entonces, la joven saudí estará bajo protección de ACNUR.

*Con información de AFP