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Ejército de EE. UU., desplegada en Polonia
Soldados del Ejército de EE. UU. acampan en una base de operaciones a 6 km de la frontera con Ucrania, cerca de Przemysl, Polonia, el 21 de febrero de 2022. Foto REUTERS/Bryan Woolston | Foto: REUTERS

UCRANIA

SEMANA da libre acceso a contenidos sobre la guerra Rusia-Ucrania por interés mundial

Los contenidos alrededor de esta coyuntura podrán ser consultados de manera libre por nuestros lectores.

24 de febrero de 2022

Por ser una noticia de interés mundial, todo el contenido sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania será de libre acceso para nuestros lectores en todas las plataformas digitales de SEMANA. Siga el minuto a minuto de lo que está ocurriendo.

Aquí puede ver la transmisión oficial de SEMANA sobre la crisis en Ucrania luego de ser atacada por Rusia

El ejército ruso dijo este jueves que destruyó 74 instalaciones militares en Ucrania, incluyendo 11 aeródromos, en el marco del ataque ordenado por Moscú. “Tras los ataques aéreos de las fuerzas armadas rusas, 74 instalaciones militares terrestres quedaron fuera de servicio. Esto incluye a 11 aeródromos de la fuerza aérea”, anunció en televisión el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, general Igor Konashénkov.

Vladimir Putin dio inicio a la invasión de Ucrania este jueves de madrugada, con bombardeos e incursiones terrestres de las tropas rusas en varios puntos del país, incluso cerca de la capital Kiev, en ataques que ya han causado decenas de muertos en tan solo horas. El inicio de la invasión ha generado un aluvión de condenas y reacciones internacionales: los 27 miembros de la Unión Europea (UE) se reúnen este jueves y anunciarán nuevas sanciones para presionar y aislar a Moscú, y la Otan prevé un encuentro por videoconferencia el viernes. Por su parte, Estados Unidos presentará este jueves un proyecto de resolución ante el Consejo de Seguridad de la ONU para condenar a Rusia por esta “guerra”.

La intervención del presidente Iván Duque hablando de los connacionales en ese país:

Putin, que desde hace semanas había desplegado más de 150.000 militares en las fronteras con Ucrania, cruzó un punto de no retorno el jueves al amanecer. “He tomado la decisión de una operación militar”, declaró el mandatario, tres días después de haber reconocido la independencia de las regiones separatistas del este de Ucrania y de haber obtenido el marco legal del Parlamento para una intervención militar. Putin aseguró que no buscaba la “ocupación”, sino “una desmilitarización y una desnazificación” de Ucrania y defender a los rebeldes prorrusos del este del país.

Así sonaron las alarmas en Kiev, capital de Ucrania, luego del ataque ruso:

Poco después de su discurso empezaron a escucharse explosiones en varias ciudades de Ucrania, desde Kiev hasta Járkov, su segunda ciudad en la frontera con Rusia, pero también en Odesa o Mariúpol, a orillas del mar Negro y el mar de Azov. El ejército ruso aseguró que destruyó 74 instalaciones militares ucranianas, incluyendo 11 aeródromos, y que los separatistas del este de Ucrania están avanzando y tomando el control de territorios. En Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que la ofensiva durará el tiempo que sea necesario, en función de sus “resultados” y consideró que la mayoría de los rusos van a apoyarla.

En Ucrania, las autoridades rompieron relaciones diplomáticas con Moscú, compararon la Rusia de Putin con la Alemania nazi y prometieron defenderse, al tiempo que solicitaban ayuda internacional para que se fuerce a Moscú a respetar la paz. El gobierno anunció que más de 40 soldados y una decena de civiles ucranianos murieron. Además, 18 personas fallecieron en un bombardeo contra una base militar de una localidad cercana al puerto ucraniano de Odesa, informaron autoridades locales.

Los guardias fronterizos ucranianos también admitieron que las tropas rusas penetraron desde Bielorrusia, en una región situada 150 kilómetros al norte de Kiev, para efectuar un ataque con misiles Grad contra objetivos militares. También hubo otras incursiones terrestres por el sur en la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014. Bielorrusia, aliada del Kremlin, aseguró no estar participando en la ofensiva.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, anunció una ley marcial en todo el país, pero pidió a la población no entrar en pánico. El mandatario también atizó el fantasma de la Segunda Guerra Mundial al comparar la invasión que sufre su país con la ofensiva nazi de 1941 contra Ucrania, entonces parte de la Unión Soviética. “Las fuerzas ucranianas llevan a cabo encarnizados combates. El enemigo ha sufrido pérdidas importantes que serán aún más importantes”, garantizó, prometiendo “infligir el máximo de bajas” al agresor.