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Telescopio James Webb tomó su primera imagen de un exoplaneta, así se ve
El planeta tiene entre 15 y 20 millones de años. | Foto: Twitter:@NASAWebb

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Telescopio James Webb tomó su primera imagen de un exoplaneta, así se ve

El planeta es joven y no tiene cuerpo rocoso, por lo que no es habitable.

1 de septiembre de 2022

Este jueves 1 de septiembre, la Nasa informó sobre la primera fotografía tomada por el telescopio James Webb de un exoplaneta que al no tener cuerpo rocoso, no es habitable. Esta imagen promete ayudar con el estudio de este tipo de planetas, ya que la tecnología de Webb también logró obtener capturas con cuatro filtros diferentes.

Es de recalcar que, un exoplaneta es cualquier planeta que esté por fuera de nuestro sistema solar. Al respecto del cuerpo capturado por el telescopio, corresponde al HIP 65426 b, y según las investigaciones de la Nasa, fue descubierto en 2017 por el Observatorio Europeo Austral en Chile, mientras los científicos usaban un instrumento SPHERE en el telescopio Very Large.

Se estima que el HIP 65426 b tiene entre 6 y 12 veces la masa total de Júpiter, es considerado como un planeta gaseoso joven, ya que tendría entre 15 a 20 millones de años, mientras que la Tierra ya suma más de 4.500 millones de años.

“Este es un momento transformador, no solo para Webb sino también para la astronomía en general... Fue realmente impresionante lo bien que los coronógrafos Webb trabajaron para suprimir la luz de la estrella anfitriona”, explicó Sasha Hinkley, quien es profesora de física y astronomía en la Universidad de Exeter en el Reino Unido, además de ser una de las personas que dirigió la observación.

Además de lo valioso que representa este tipo de fotografías para la ciencia, la captura no fue nada fácil, ya que según explica la Nasa, este exoplaneta se encuentra 100 veces más lejos de su estrella anfitriona, comparado con la distancia del Sol a la Tierra, distancia que el telescopio aprovechó para poder tomar una instantánea en primer plano del HIP 65426 b, sin que la imagen se viera afectada por la estrella central.

Obtener esta imagen se sintió como cavar en busca de tesoros espaciales. Al principio, todo lo que podía ver era la luz de la estrella, pero con un cuidadoso procesamiento de imágenes pude eliminar esa luz y descubrir el planeta”, expresó Aarynn Carter, quien es una investigadora postdoctoral en la Universidad de California, y una de las personas que dirigió el análisis de las imágenes.

Telescopio James Webb hizo sorprendente hallazgo sobre un exoplaneta

El Telescopio Espacial James Webb de la Nasa ha encontrado evidencias definitivas de presencia de dióxido de carbono en la atmósfera de un planeta gigante gaseoso -WASP-39 b-, que órbita una estrella similar al Sol a 700 años luz de distancia.

Tal y como ha informado la agencia espacial, este hallazgo proporciona información importante sobre la composición y formación del planeta, y es indicativo de la capacidad de Webb para detectar y medir también el dióxido de carbono en las atmósferas más delgadas de los planetas rocosos más pequeños.

WASP-39 b es un gigante de gas caliente con una masa de aproximadamente una cuarta parte de la de Júpiter (casi la misma que la de Saturno) y un diámetro 1,3 veces mayor que el de Júpiter. Su extrema hinchazón está relacionada en parte con su alta temperatura (alrededor de 900 °C).

A diferencia de los gigantes gaseosos más fríos y compactos del Sistema Solar, WASP-39 b órbita muy cerca de su estrella anfitriona, solo alrededor de una octava parte de la distancia entre el Sol y Mercurio, completando un circuito en poco más de cuatro días terrestres.

El descubrimiento del planeta, informado en 2011, se basó en detecciones terrestres de la atenuación sutil y periódica de la luz de su estrella anfitriona a medida que el planeta transita o pasa frente a la estrella.

Los planetas en tránsito como WASP-39 b, cuyas órbitas se observan de canto en lugar de desde arriba, pueden brindar a los investigadores oportunidades ideales para sondear atmósferas planetarias, según ha indicado la ESA.

En este sentido, ha señalado que, durante un tránsito, parte de la luz de las estrellas es eclipsada por el planeta por completo (lo que provoca la atenuación general) y parte se transmite a través de la atmósfera del planeta. “La atmósfera filtra algunos colores más que otros, dependiendo de factores como de qué está hecha, qué tan espesa es y si hay nubes o no”, ha añadido.