Estados Unidos

Asesino culpó al fútbol de brutal ataque en Nueva York: la perturbadora carta de suicidio del atacante

Un hombre armado asesinó a cuatro personas en Manhattan y culpó a la NFL.

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Daniel Armando Méndez Suárez

Pasante de Mundo - Semana.

30 de julio de 2025, 1:46 a. m.
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Nueva York fue victima de un nuevo tiroteo el pasado lunes 28 de julio | Foto: Anadolu via Getty Images

El hombre que mató a cuatro personas antes de suicidarse en un rascacielos de Manhattan apuntaba aparentemente contra la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), a la que culpaba del daño cerebral que decía sufrir, dijo este martes, 29 de julio, el alcalde de Nueva York, Eric Adams.

El pasado lunes 28 de julio, al final de una tórrida jornada ―Nueva York sufre una ola de calor sofocante― un hombre con un fusil de asalto aparcó su auto en doble fila, entró en un edificio situado en el número 345 de Park Avenue, entre las calles 51 y 52, y disparó a diestro y siniestro.

Una nota de tres páginas encontrada en su billetera acusó al fútbol americano, que practicó en el instituto en el sur de California, de haberle causado encefalopatía traumática crónica (ETC), una enfermedad degenerativa del cerebro, dijeron las autoridades, que identificaron al atacante como Shane Tamura, de 27 años.

“El fútbol me dio ETC y me hizo beber un galón de anticongelante”, aseguró el atacante. Según la Policía, actuó en solitario.

Tiroteo en Nueva York
El agresor del tiroteo en Manhattan fue identificado como Shane Devon Tamura, de 27 años, originario de Las Vegas y exjugador de futbol americano en la preparatoria. | Foto: nmas

“Aparentemente, culpaba a la NFL por ello”, dijo Adams, que señaló que el atacante recorrió los 3.600 km que separan Las Vegas, Nevada, ―donde residía― y Nueva York para perpetrar el ataque.

El edificio que eligió Tamura alberga la sede de la NFL, junto con otras empresas, como el banco de inversiones Blackstone.

Las cámaras de seguridad lo captaron llegando con un rifle M4, con el que disparó al agente de Policía de origen bangladesí, Didarul Islam, de 36 años y padre de dos hijos y un tercero en camino, que estaba trabajando en sus horas libres como guardia de seguridad en el vestíbulo del edificio.

A esta primera víctima le siguieron, también en el vestíbulo, Wesley LePatner, ejecutivo del banco de inversiones Blackstone, y Aland Etienne, otro guardia de seguridad.

Tras tomar el ascensor equivocado, según el alcalde, terminó en el piso 33, que alberga las oficinas de la empresa inmobiliaria que administra el edificio, donde mató a una mujer antes de dispararse un tiro en el pecho que le provocó la muerte.

Cuando esperaba el ascensor, salió una mujer, que se fue sin hacerle daño, dijo Adams.

Una empleada de la NFL resultó “gravemente herida” en el ataque, informó el comisionado de la liga, Roger Goodell, quien precisó que se ofrecía ayuda psicológica a los empleados traumatizados por el ataque.

Otro guardia de seguridad, que resultó herido, fue hospitalizado y se encuentra en estado crítico, según el alcalde.

“Las palabras no pueden describir la devastación que sentimos”, dijo Blackstone en un comunicado al confirmar la muerte de su ejecutiva, que deja esposo y dos hijos.

El presidente Donald Trump calificó el hecho como un “acto de violencia sin sentido” llevado a cabo por un “lunático”, en un mensaje en su plataforma Truth Social.

En la nota encontrada en la billetera de Tamura, citada por los medios locales, decía: “Encefalopatía traumática crónica (ETC). Por favor, estudien mi cerebro. Lo siento”.

En 2021, el exjugador profesional de fútbol americano Phillip Adams mató a seis personas en Estados Unidos antes de quitarse la vida.

Una autopsia de su cerebro, realizada por neuropatólogos de la Universidad de Boston, reveló que el hombre de 32 años presentaba signos de lesiones cerebrales “inusualmente graves”.

La ETC, que solo puede detectarse en la autopsia, puede provocar toda una serie de síntomas de comportamiento que incluyen agresividad, impulsividad, depresión, ansiedad, paranoia, tendencias suicidas, así como síntomas cognitivos progresivos, como la pérdida de memoria.

Desde principios de la década de 2000, varios estudios han puesto de manifiesto la relación entre esta degeneración cerebral y los golpes repetidos en la cabeza, que provocan conmociones cerebrales y otros traumatismos craneales, frecuentes en deportes de contacto físico.

En concreto, un estudio realizado en 2017 analizó el tejido cerebral de 111 jugadores que habían pasado por la NFL y fallecido a menudo prematuramente. Se detectó ETC en 110 de ellos.

*Realizado con información de AFP.