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Los días después de semana santa son definitivos para las objeciones de la JEP en el Senado. | Foto: Presidencia

POLÍTICA

Siete temas que tiene que resolver Duque después de Semana Santa

Las objeciones a la ley estatutaria de la JEP en el Senado, el lío con los indígenas y la injerencia de Estados Unidos en temas relevantes son algunos de los ejes en los que tendrá que trabajar la Casa de Nariño al regreso de las vacaciones.

20 de abril de 2019

Los momentos previos a la Semana Santa fueron tensionantes para el Gobierno de Iván Duque. La reunión frustrada del presidente con la minga indígena y la derrota en la Cámara de Representantes de las objeciones presidenciales a la ley estatutaria de la JEP marcaron la agenda. El presidente trabajó algunos de los días de descanso. Recibió en Cartagena al director de la Organización Mundial de la Salud, visitó a los artesanos de Valledupar y cerró la visita a Cúcuta del secretario de Estado, Mike Pompeo. Las duras jornadas a las que está acostumbrado bajaron de intensidad. Después de una semana de reflexión, estos son los temas a los que llega a enfrentarse. 

1. Estados Unidos: el poder del Tío Sam  

Desde hace mucho no había tantos temas tan trascendentales en manos de los Estados Unidos: la JEP, el caso Santrich, el glifosato, la extradición de Andrés Felipe Arias. Con el agravante de que en cabeza de ese poderoso Gobierno está un hombre tan errático e impredecible como Donald Trump. Las elecciones en ese país están cada vez más cerca y ese hecho se convertirá en un auténtico reto para el Gobierno colombiano. Trump necesita un caballito de batalla y ya ha empezado a dar indicios de que el tema de la droga que entra desde Colombia tendrá un papel protagónico en su discurso. Así las cosas, Duque tendrá que embarcarse en una maniobra de equilibrismo para encontrar el camino que lo lleve a mantener las buenas relaciones con Estados Unidos sin dar una impresión de debilidad ante la opinión nacional. 

2. Las objeciones en el Senado

Aunque en el universo político este tema ya se da como cerrado, en la Casa de Nariño la esperanza es lo último que se pierde. Aun cuando las objeciones ya se hundieron en la Cámara con una derrota contundente, de ser aprobadas en el Senado dejarían a la ley estatutaria de la JEP en un limbo jurídico. Hace unas semanas se entendía que no había un camino posible para salvar las objeciones allí. Sin embargo, el Centro Democrático ha sido efectivo en su estrategia de aplazar la votación y en el Congreso esas dilaciones siempre suelen apretar más las cosas. 

 3. El manejo de la comunidad internacional

No es un secreto que ante los ojos del resto de los países del mundo, la buena y oportuna implementación de los acuerdos de paz es una prioridad. Se sabe que la decisión de objetar la ley estatutaria de la JEP no fue bien recibida por los países que respaldaron la firma del acuerdo, así como el hecho de no honrar los protocolos de rompimiento de dialogo con el ELN.  Convencer a los aliados europeos y a la CPI de la voluntad de paz de este Gobierno, en medio del rechazo a la ley de la JEP,  será uno de los grandes retos del presidente al regreso de este breve periodo de descanso y reflexión.

 4. Venezuela, la crisis continúa

Al momento en que Juan Guaidó se juramentó como presidente interino de Venezuela y fue reconocido como tal por más de 60 países, se decía que los días de la dictadura en Venezuela estaban contados. Sin embargo, con el pasar de los días la cosa se ha ido enfriando y la posibilidad de ver caer a Maduro se ve cada vez más lejana. Ni el cerco diplomático, ni las sanciones económicas, ni los conciertos o las ayudas humanitarias han sido suficientes para alcanzar el objetivo que se plantearon Duque y los Estados Unidos. Esto pone al presidente colombiano en una situación de la más alta tensión pues, al ver que nada ha dado resultado, el Gobierno americano empieza a ver la vía militar como la única salida. De ser así, Colombia sería el gran damnificado en la confrontación Maduro-Trump. 

Puede leer: ¿Una tutela de Macías podría poner a tambalear la aplastante derrota a las objeciones?

5. ¿Mantendrá el gabinete?

Desde que resultó elegido Iván Duque se planteó la meta de nombrar un gabinete técnico y alejado de la política. Lo que había detrás de esa pretensión era un propósito noble de buscar a las personas más calificadas para cada cartera independientemente de si estas dejaban o no satisfechos a los partidos políticos. Sin embargo, muchos de los proyectos claves, entre esos las objeciones, no han logrado encontrar los consensos políticos necesarios para ser aprobados. Esto se debe, en buena medida, a que el Gobierno no ha podido construir una gobernabilidad sólida. Luego de la contundente derrota que sufrió el Gobierno en la Cámara, varias voces han empezado a pedir que se den una serie de cambios en el gabinete para nombrar a personas que representen a las distintas expresiones ideológicas del Congreso y permitan construir los consensos que Duque necesitará. Este también será un tema de profunda reflexión para el presidente esta semana. Si bien cuando fue elegido dijo que quería un gabinete para los cuatro años, Duque tendrá que estudiar la posibilidad de rebarajar sus cartas.

 6. Acercar a Vargas Lleras y La U

Si alguna lección quedó del episodio de las objeciones, fue la realización de que Vargas Lleras es hoy el peso pesado que se impone en el Congreso. Con el bloque parlamentario presidido por Vargas que se formó entre La U, los liberales y Cambio Radical, se crea una nueva mayoría que, de mantenerse, será imbatible en el Capitolio. Lo que está claro es que si el presidente quiere que su agenda legislativa salga adelante, tendrá que encontrar la forma de acercarse a Germán Vargas Lleras y al Partido de la U, que hoy está declarado partido de Gobierno pero actúa como si fuera independiente. Esta semana de oración será para Duque un espacio adecuado para definir cuál va a ser su estrategia para lograr ese objetivo. Se sabe que Vargas está abierto pero hasta ahora no han tocado su puerta.

7. ¿Qué hacer con la minga?

Luego de casi un mes de bloqueos, el anuncio de que el presidente iría al Cauca a dialogar con los indígenas mostro una luz de esperanza en el panorama. Sin embargo, cuando ese encuentro se vio frustrado la situación volvió a la tensión habitual. Negociar con los indígenas ha sido para todos los presidentes uno de los momentos de más álgidos. El presidente tendrá la difícil tarea de ofrecerle a los indígenas unas condiciones que los dejen satisfechos, sin meterse en el problema de prometer lo que sabe que no puede cumplir.