Cartografía de la independencia en Bogotá

El Colegio Mayor del Rosario (Foto) donde estudio Francisco José de Caldas futuro director del Observatorio Astronómico. Sitios que sumados al San Bartolomé, fueron los lugares por excelencia de la conspiración. Su director era Francisco José de Caldas. Quienes participaban de estas reuniones, como José Acevedo y Gómez, José María Carbonell, Camilo Torres y Joaquín Camacho, entre otros, se convirtieron en firmantes del Acta de Independencia.

Iglesia barrio Egipto y San Victorino: Son referencia de los barrios populares de Bogotá. Los criollos y la alta sociedad se concentraban en La Candelaria; pero en Las Cruces, San Victorino y Las Nieves, entre otros, vivían los que recibían el peso del clasismo. Ellos fueron usados por los criollos ilustrados bajo la promesa de mejores condiciones que no se dieron.

Palacio de Liévano: En el costado occidental quedaba el cabildo, donde eran escuchadas las quejas de los ciudadanos. Ahí fue firmada por 53 criollos el Acta de Independencia, en la noche del 20 de julio. Casualmente, el 20 de mayo de 1900, en ese lugar, pero sobre la plaza de Bolívar, se perdió el acta luego de un incendio en el edificio Galerías Arrubla, ubicado donde hoy está el Palacio de Liévano.

Museo Casa del Florero: El lugar al que se hace referencia cuando se habla del Grito de la Independencia. Allá se armó, como parte de un plan preconcebido, la trifulca contra un próspero comerciante español llamado José González Llorente. Para provocarlo acudieron los hermanos Antonio y Francisco Morales, quienes le pidieron prestado un florero para una cena especial con un comisionario que venía de Quito. Llorente se niega y es increpado por los Morales; dicen que como respuesta empezó a hablar mal de los nativos americanos, y se armó la revuelta tal como la habían preparado en la conspiración. Fue el chivo expiatorio.

Sede de Artesanías de Colombia: Para 1810 era el Claustro del Convento de las Nieves. Ahí también estaban ubicadas las tropas españolas, el Ejército del Virrey. Por ese entonces, cuentan los historiadores, el virrey Antonio Amar y Borbón no era una persona firme de carácter y no movilizó las tropas. Aunque no eran muchos hombres, porque buena parte estaba en Cartagena peleando, habría sido suficiente para acallar el Grito de Independencia.

Chorro de Quevedo: Por esos años, la mítica plazoleta era un punto de reunión. Una “chichería”. Ahí, y en diferentes sitios de La Candelaria, se reunían los pobladores de Bogotá a beber, y fue donde los criollos sembraron la semilla del inconformismo. Allí corrió el rumor, días antes, de que algo muy grave iba a pasar con el Gobierno. El voz a voz se hizo realidad y garantizó el éxito de la revuelta.

Palacio de Justicia: Para 1810, en este lugar se ubicaba el Palacio Virreinal. El virrey era la máxima representación de la Corona española, quien era elegido entre las familias de abolengo de ese país. Este palacio fue destruido el 9 de abril y, posteriormente, en 1985 en la toma del M-19.

*Trabajo hecho con el apoyo del profesor Álvaro Pablo Ortiz, investigador principal de la Unidad de Patrimonio Cultural e Histórico de la Universidad del Rosario. Historiador, docente y escritor.