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“Invadieron” su propia casa: el drama de los compradores del proyecto inmobiliario "Puerta del Rey Etapa 2", ubicado en la localidad de Usme, sur de Bogotá.
Criminales estarían desalojando casas de diferentes localidades de Bogotá. | Foto: Revista Semana

Bogotá

Criminales estarían amenazando y desalojando a los dueños de casas y negocios en Bogotá

Las denuncias tienen similitudes; consignan que un grupo de personas llegan a las casas y piden el desalojo de quienes están viviendo allí.

9 de octubre de 2022

A pesar del trabajo en conjunto de la Alcaldía de Bogotá y las autoridades, como la Policía, para mitigar la inseguridad, los delincuentes no dejan de actuar y generar pánico.

Tal es el caso de recientes denuncias por parte de habitantes de Los Mártires, Santa Fe, Kennedy y Barrios Unidos, por el centro y sur occidente de la ciudad, quienes estarían siendo amenazados para que dejen sus hogares o paguen una suma de dinero para que los negocios o establecimientos que se sitúan allí puedan permanecer en funcionamiento.

Lo que los ciudadanos de los distintos sectores manifiestan es que los delincuentes estarían llegando a sus casas; hablan con los dueños del espacio y luego dan la instrucción de que deben abandonar la infraestructura, pues esas serían las órdenes de diferentes grupos y pandillas, como la de ‘Los Boyacos’, dedicados al expendio de drogas.

De hecho, al parecer, el tiempo de desalojamiento que se estipula es de no más de un día. Luego de esto, llegan en manada a tomar el predio por mano propia, según las declaraciones de varias denuncias, las cuales la Personería de Bogotá le confirmó a SEMANA que han llegado desde finales de agosto.

De acuerdo con el órgano de control del Distrito, ya van más de cuatro denuncias que tienen similitudes en las que se consigna que un grupo de personas llega a las casas y pide el desalojo de quienes están viviendo allí, mientras que se les amenaza que, de no cumplir, deben aferrarse a “las consecuencias”.

Sumado a esto, las denuncias indican que algunos de los acusados serían venezolanos y que hay casos en los que la cantidad de horas para dejar las casas es menor. En consecuencia, luego de apropiarse del predio, estos asechadores estarían convirtiéndolo en un lugar de escondite y camuflaje, además de ollas de expendio de droga.

La preocupación de los habitantes de las diferentes localidades de la capital es que podría llegar a pasar que la Policía haga una inspección, pero al ver acciones ilícitas la infraestructura sea derrumbada, aunque para eso se necesita de la intervención de la alcaldía y otros entes.

La Personería dice que el modus operandi de dichas bandas cada vez es más notorio.

Los guardianes de los derechos de la ciudadanía dan a conocer que estos lugares, que estarían siendo ocupados por malandros, son fruto de la construcción de años por parte de las víctimas, por lo que estas piden ayuda a la Policía y, por supuesto, a la Alcaldía de Bogotá.

Sumado a esto, las casas no serían el único objetivo de estas bandas, sino que a su vez se estarían presentando casos en los que los dueños de establecimientos comerciales de las diferentes localidades también estarían siendo víctimas de amenazas constantes, al pedírseles millones de pesos para que puedan seguir trabajando.

En vista de lo que se ha venido presentando por meses, el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, dijo a mitades de septiembre: “Reiteramos nuestra preocupación por la ocurrencia de homicidios colectivos y selectivos en los últimos días en Bogotá, en donde se manifiesta el uso de violencia extrema como mensaje simbólico que se envía a las estructuras criminales en disputa”.