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| Foto: Karen Salamanca

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El triste panorama que dejó el derrame de petróleo en el pozo La Lizama

Después de un mes por fin se logró detener el afloramiento de crudo que causó la emergencia. SEMANA recorrió la zona y corroboró que el paisaje sigue siendo desolador por las graves consecuencias ambientales que dejó la mancha negra.

1 de abril de 2018

De camino a los puntos de control 12, 13 y 14, los últimos que evidenciaron el desastre, es fácil maravillarse por el increíble verde de los pastizales santandereanos, que entre árboles, cultivos de palma y pequeñas quebradas contrasta con el desolador panorama que mucho más adelante aparece entre el monte.

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Karen Salamanca/SEMANA

Ya ha pasado un mes desde que el pozo Lizama 158 de Ecopetrol, que se ubica en el corregimiento La Fortuna (Santander), empezó a emanar chorros de crudo que arrasaron con todo a su paso. Eso fue el pasado 2 de marzo. Pero a la fecha, todavía se pueden observar claramente los destrozos en las orillas de las quebradas La Lizama, Caño Muerto y el Río Sogamoso, afluentes que fueron afectados en 24 kilómetros de tramo.

En las aguas de la quebrada La Lizama aún se divisa el brillo de los aceites que anteriormente la inundaron y la hicieron impotable. Sin embargo, solo basta prestar atención para poder ver los pequeños animales que ya van regresando a tomar posesión del lugar que se les arrebató y que el espeso petróleo convirtió en un valle de muerte.

Karen Salamanca/SEMANA

En los alrededores se encuentran las piscinas de las que todavía escurre la mezcla de crudo, agua, barro y palos que fue recogida de las fuentes hídricas. El suelo lodoso permanece cubierto por un polvo que evita la emanación de hidrocarburos y en algunos puntos es fácil que con una pisada brote el componente negro del piso.

Karen Salamanca/SEMANA

La vegetación que logró quedar en pie muestra los despojos que dejó la mancha de crudo, así solo basta imaginar el punto criticó que alcanzó a tener  la corriente casi incontrolable que quemó todo lo vivo.

Karen Salamanca/SEMANA

Este 30 de marzo, según lo anunció Ecopetrol, el afloramiento del pozo se detuvo y ya se inició con los trabajos para lograr cerrar en definitiva el lugar; según el cronograma, el 15 de mayo estarían finalizando las operaciones del sellamiento total.

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Sin embargo, la cara más amarga se la llevan los habitantes y la flora y fauna del lugar, pues para ellos la tragedia todavía no finaliza; deberán esperar algunos meses más. De acuerdo con expertos, los daños causados al ambiente son irremediables.

Karen Salamanca/SEMANA

Reptiles, aves y una cantidad incalculable de peces sufrieron las peores consecuencias de la emergencia. Las cifras muestran que 21 familias tuvieron que ser reubicadas; 3.157 árboles fueron afectados; más de 2.000 animales murieron; y 1.429 fueron rescatados y liberados.

Karen Salamanca/SEMANA

Claudia Gonzales, directora de la ANLA, aseguró que la entidad esta trabajando para aclarar la situación: "Continuaremos con el monitoreo y la valoración de la situación de bienes y servicios ambientales que se vieron afectados por la contingencia, y en paralelo seguiremos con toda la investigación en el tema de responsabilidades y en encontrar el origen de la emergencia. Tambien en aprender la lección que nos dejó la magnitud de este evento", precisó.

Por su parte, el ministro de ambiente, Luis Gilberto Murillo, afirmó que desde las entidades nacionales se ha brindado un esfuerzo para lograr los mejores resultados. Además, reiteró que las investigaciones deben realizarse "con rigor y transparencia que permitan conocer qué sucedió, quiénes son los responsables y que se hagan las sanciones a que da lugar la ley".

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Lo cierto es que la región petrolera del país, con más de 1.000 pozos, sigue pidiendo que esta situación no vuelva a ocurrir. La investigación por parte de la ANLA, con apoyo de la Fiscalía, ya comenzó y su objetivo es determinar con exactitud las causas y las medidas a tomar frente a esta situación, pero para muchos lo primordial es trabajar en la recuperación social y ambiental de esta tragedia, aparentemente, anunciada.