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Salvatore Mancuso fue condenado a 15 años de cárcel por la justicia estadounidense. | Foto: León darío peláez-semana

JEP

¿El regreso de la verdad extraditada de los paramilitares?

Cuatro jefes paramilitares ya tienen su boleto de regreso a Colombia. Aunque la colaboración con la justicia ha sido pobre y hasta nula, tres de ellos están pidiendo pista en la JEP. Así se prepara el recibimiento.

4 de julio de 2020

Cuando enviaron a Salvatore Mancuso a Estados Unidos en 2008, lanzó una frase que se volvió popular: “La verdad fue extraditada”. Catorce jefes paramilitares terminaron sorpresivamente en un avión de la DEA en la madrugada del 13 de mayo. Ahora, 12 años después, ante la inminencia de su regreso, varios de ellos se ponen a soñar con la promesa de una verdad no contada.

La conexión con la justicia colombiana nunca se interrumpió del todo, pero el aporte de los extraditados a la verdad resultó pobre o nulo, y en algunos casos hasta falso. Algunos comparecieron en el proceso de Verdad, Justicia y Reparación pactado en el Gobierno de Álvaro Uribe, pero los resultados a menudo fueron más críticos que reveladores.

Este año está previsto el regreso de Hernán Giraldo, el papá de la Sierra; Salvatore Mancuso; Rodrigo Tovar Pupo, Jorge 40; y Miguel Ángel Mejía. Los tres últimos, a su vez, piden pista en la JEP, donde hay un terreno allanado para abrirles las puertas parcialmente como financiadores de las AUC, si traen una declaración gorda y desconocida. Hasta ahora ninguno ha pasado la prueba. En 15 años de Justicia y Paz se han producido cerca de 100 condenas. Aunque casi 5.000 paras se sometieron y se recuperaron 7.600 cadáveres, la verdad truncada es el gran lunar. Los jefes paramilitares se han escudado en que les ‘hicieron conejo’ al extraditarlos. Ahora el interrogante es si finalmente regresan para contar la verdad.

Salvatore Mancuso

Desde una celda de paso en una cárcel de Estados Unidos, el excomandante de las AUC pedalea su boleta de ingreso a la Justicia Especial para la Paz (JEP). A esta le prometió información sobre los financiadores del paramilitarismo, el despojo de tierras y la colaboración de oficiales de la Fuerza Pública. SEMANA conoció que Salvatore Mancuso asegura poder aportar un relato detallado de cómo se conformó el Bloque Norte, y la presunta participación del general del Ejército Iván Ramírez. Mancuso ubica al oficial en varias reuniones para impulsar la creación del bloque, especialmente una celebrada con Carlos Castaño y varios comandantes de brigada en 1996. 

No es la primera vez que Mancuso menciona al oficial. Recién desmovilizado, aseguró que Ramírez asistió a reuniones junto al general Rito Alejo del Río para planear esta expansión paramilitar. Dice haber conocido, por medio de Ramírez, al hoy fallecido general Alfonso Manosalva, con quien se reunió al menos 10 veces.

Ramírez comandó la XI Brigada en Montería y luego llegó a ser jefe de inteligencia del Ejército. Al oficial lo absolvieron en el caso por los desaparecidos del Palacio de Justicia y no tiene requerimientos pendientes, a pesar de que su nombre ha salido a relucir en varios casos de homicidio y desaparición. Ramírez firmó acta de sometimiento a la JEP. Al cumplir la sentencia de 15 años en Estados Unidos, Mancuso allanó dos caminos: el de la JEP, que le podría dar su libertad dado que en Bogotá lo aguarda una orden de captura por un proceso vigente de lavado de activos. Y paralelamente busca su deportación a Italia, país en el que nació y el cual no tiene tratado de extradición con Colombia. En este contexto, el Gobierno colombiano activó una orden de extradición contra el exjefe paramilitar, con el fin de que venga a responder. Además, en la jurisdicción de Justicia y Paz tiene dos sentencias a ocho años de cárcel por miles de crímenes; y una tercera viene en camino. Mancuso hizo aportes significativos en Justicia y Paz, pero le cuestionan por lo que calla, a tal punto que aún tiene cartas con las que espera ser admitido en JEP.

Jorge 40

Jorge 40 fue condenado a 16 años de prisión por narcotráfico. 

El aporte del exjefe paramilitar Rodrigo Tovar, alias Jorge 40, ha sido nulo para la justicia colombiana. Como segundo al mando del Bloque Norte de las AUC, fue uno de los comandantes más poderosos extraditados. Pero los fiscales perdieron sus esfuerzos por interrogarlo en la prisión de Terre Haute, Indiana, a tal punto que algunos especulan que perdió el sentido de la realidad. Ad portas de recuperar su libertad este año, después de cumplir con una sentencia de 16 años de prisión, Jorge 40 inició el trámite para comparecer ante la JEP.

Antes de fundar las autodefensas, Jorge 40 era un poderoso empresario arrocero que llegó a ser funcionario de la Secretaría de Hacienda en Valledupar. En 1996 asegura haber iniciado acciones para inyectar recursos a los grupos paramilitares y luego se convirtió en el comandante de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá. 

Por su renuencia a comparecer lo expulsaron de Justicia y Paz, así que lo esperan medio centenar de procesos por desplazamiento forzado, homicidio, tortura, desaparición, reclutamiento. Jorge 40 tocó las puertas de la JEP y la jurisdicción lo rechazó como integrante paramilitar al señalar: “Este no es un nuevo escenario de justicia transicional que pueda ser utilizado como estrategia oportunista para evadir procedimientos y sanciones de la justicia ordinaria”. Pero como financiador del paramilitarismo, la JEP le pidió pruebas para estudiar el caso.

El Mellizo

Miguel Ángel Mejía Munera, alias ‘El Mellizo’ fue extraditado a los Estados Unidos en 2009. 

Es uno de los narcos puros colados en la desmovilización paramilitar. Miguel Ángel Mejía Múnera participó en el proceso de Justicia y Paz como comandante del Bloque Vencedores de Arauca, pero lo expulsaron al comprobar que era una farsa. En Estados Unidos lo sentenciaron a 14 años por narcotráfico. Estuvo recluido al lado de Giraldo y Mancuso en una cárcel de Virginia. Desde allá allí activó una red de corrupción en Colombia para tratar de esquivar su expulsión de la justicia transicional, que se llevó por delante abogados, una fiscal y hasta un magistrado de Justicia y Paz.

Marco Tulio Quintero Cano fue abogado del Mellizo y reveló el intento de trampa a la justicia. Este testigo contó cómo consiguió información confidencial del Tribunal Superior de Justicia y Paz gracias al magistrado Eduardo Castellanos. Después, consiguió acercar al funcionario con el Mellizo, quien le enviaba “noticas y dólares”. Castellanos está en juicio por sus actividades corruptas. Quintero, además, declaró que la mejor abogada que tuvo el Mellizo en Colombia fue la fiscal Hilda Niño. Ella defendió como funcionaria, de manera radical, la continuidad del narco en Justicia y Paz. Ahora, Niño enfrenta cargos por su alianza con el Mellizo y su mano derecha, Orlando Villa Zapata. 

Todo ello da cuenta del poder que mantiene el Mellizo aún después de extraditado. Como nada le sirvió para impedir su expulsión, ahora deberá regresar a Colombia a responder por los crímenes que se le endilgan, por varios procesos de bienes y por el fraude a la justicia. En una celda de paso, el Mellizo solicitó asilo en Estados Unidos, petición que está pendiente. Paralelamente pide pista en la JEP, donde aún no resuelven su solicitud.

El Patrón de la Sierra

Hernán Giraldo ha sido condenado por 38 casos de violación a menores. 

Hasta esta semana, el excomandante del Bloque Tayrona seguía compareciendo de manera virtual ante el Tribunal de Justicia y Paz de Barranquilla, que hace seguimiento al cumplimiento de la sentencia parcial a ocho años de cárcel. Hernán Giraldo responde por 706 hechos criminales, entre homicidios, desapariciones forzadas, torturas, secuestros, desplazamientos. Sin embargo, la conducta criminal que más desolación causó en la Costa le dio el remoquete del ‘Taladro’: decenas de violaciones sexuales a niñas. Al respecto, ya tiene una condena por 38 casos. 

Hasta el día en que entregó las armas, en 2006, Giraldo tuvo a una menor a su lado. Con mujeres vírgenes reclutadas tuvo hijos, algunos de los cuales heredaron su poder criminal. De modo que a pesar de su extradición, el terror del apellido Giraldo no desapareció de la Sierra. Sobrinos, hermanos, familiares y algunos de sus hijos que no fueron a dar a la cárcel asumieron el mando criminal sobre vastos territorios despojados.

Las víctimas temen que con la llegada de Giraldo rebrote la violencia por la disputa del poder. Se calcula que familiares de Giraldo que integran los Pachenca –la banda que mueve el microtráfico en la Costa– ya sobrepasan la decena. Deimer Patiño Giraldo, jefe de la banda, abatido hace unas semanas, era sobrino de Giraldo. Sus hijas, Gladys Giraldo Contreras, alias la Paraca, y Sirley Milena Giraldo Pérez, alias la Encuestadora, fueron capturadas como integrantes de la banda. Hernán Giraldo fue extraditado junto a Nodier Giraldo, su sobrino y hombre de confianza en el Bloque Tayrona. Lo sentenciaron a 16 años de prisión, por lo que espera que la orden de libertad se expida a finales de 2020.