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“Si antes no había una lupa sobre Lizcano, ahora sí”: Pirry

Semana.com habló con el periodista sobre el cierre de su programa y el destino que tendrán las investigaciones que venían adelantando, como la del presidente del Congreso.

12 de febrero de 2017

Semana.com.: ¿Qué va a pasar con Pirry en el 2017?

Pirry.: Yo en el canal RCN no voy a seguir. Cumplo el tiempo que tenemos pactado que es como un mes -si es que me lo sostienen- y me retiro. Aún no sé si voy a hacer televisión, porque esto me tomó por sorpresa que y yo no tenía otros planes. Por ahora me voy a tomar unos días para pensar bien qué quiero hacer, escarbar en la gaveta de proyectos viejos, escribir o teatro, a ver qué me llama.

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Semana.com.: ¿Le han hecho ‘ojitos‘ de otro lado?

P.: No he recibido ninguna propuesta de ningún canal de televisión. Sí me han llamado personas, no doy nombres, pero nadie en especial. Me han dicho que quieren una entrevista conmigo. Pero no hay una propuesta oficial todavía.

Semana.com.: ¿Qué va a pasar con las investigaciones que venían adelantando?

P.: A mí el canal me pidió que le entregara cinco programas. La última instrucción con la que quedamos con los periodistas fue: terminemos de escribir los temas a ver si podemos sacar en digital algunas cosas. Esa es mi propuesta pero no sé si se va a dar pues no sé si el canal acepta o no. Ese material les pertenece a ellos pues lo que hicimos o hagamos bajo contrato con ellos les pertenece.

Semana.com.: ¿Se dice que el programa se cierra por presión de Mauricio Lizcano, ¿es cierto?

P.: A mí nunca me han mencionado al señor Lizcano dentro del canal. Lo que puedo decir es que sí estábamos haciendo una investigación y él me habló una vez para pedirme que nos reuniéramos. Yo le dije que no me reunía con las personas de las investigaciones porque no me parecía éticamente bien a nivel periodístico. Le dije que si había una investigación contra él pues obviamente le íbamos a hablar porque siempre hablamos con las dos partes.

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Semana.com.: ¿Que va a pasar con la investigación a Mauricio Lizcano? ¿Sigue caminando?

P.: No sé qué temas va a tomar o no RCN. Eso no lo sé. Lo que sí sé es que mi periodista Diana Salinas, que fue la que trajo esa investigación a la mesa de trabajo, decidió renunciar el viernes que cumplir en tiempo. Lo que traté de arreglar -en buenos términos con el canal- es que no me despidieran a la gente de un día para otro. Me costó traerlos de otras partes, tienen obligaciones y yo creo se merecen tiempo para poder buscar otro trabajo, otra contratación y contar algunas de esas historias.

Sin embargo, Diana prefirió renunciar. Es una decisión bastante respetable y de alguna manera la apoyo. Esta era la investigación que ella trajo y la quiere sacar lo más pronto posible en otro medio. No sé es en donde va a salir.  

Semana.com.: ¿No hay riesgo de que quede engavetada?

P.: Lo que ha creado todos estos rumores es que si antes no había una lupa puesta sobre el señor Lizcano ahora sí la hay. La gente está intrigada y quiere saber qué estábamos investigando. Los temas que veníamos trabajando -independiente de que salgan o no- yo los voy a hacer públicos en redes para que los colegas también se interesen en ellos. No sólo el tema del señor Lizcano sino también lo que está pasando en Tumaco que es muy grave y temas de corrupción en Meta, Sucre, estábamos reviviendo el tema de Zapa.
En el caso específico del señor Lizcano ya le habíamos pasado los datos específicos y la ruta, por ejemplo, a Daniel Coronell. Él es un periodista muy serio que podría hacer un buen trabajo con ese material. Obviamente no podemos pasarle el material que grabamos pero sí contarle por donde va la cosa.

Semana.com.: ¿También venían poniéndole la lupa a Odebrecht?

P.: Como todo el mundo. Estábamos con los temas grandes de corrupción sobre Odebrecht pero sobre todo Reficar. Incluso, le estábamos metiendo más diente a Reficar porque lo que se perdió es muchísimo más dinero de lo que se maneja por los sobornos de Odebrecht. Nos parecía que era el momento precisamente de no dejar que esos temas se descuidaran porque hay muchos temas de corrupción. Hicimos una mini gira por el país, quedamos atónitos por los elefantes blancos que hay en Quibdó y Villavicencio. Por ejemplo, tenemos una investigación mucho más allá de lo que se ha dicho de los carteles de la hemofilia y los enfermos mentales.

Semana.com.: ¿La anticorrupción va a ser el AS bajo la manga para las elecciones del 2018?

P.: Pero... ¿el AS de quién? porque quién no está untado. Yo me pongo a mirar el panorama de quiénes serían las posibles figuras para las próximas elecciones y es difícil encontrar a alguien. Hay muy pocas personas en la política colombiana que tengan autoridad moral para hablar de la corrupción. El sistema está tan podrido, y eso no es de ahora sino de toda la historia de Colombia. Históricamente desde que se pudieron financiar las campañas electorales, todo se echó a perder. Quien salga como abanderado de la anticorrupción en las elecciones, tendrá que probar que de verdad no ha tenido tratos, ni ha dado avales, ni ha recibido dinero que no vengan de la corrupción.

Semana.com.: ¿Tiene algún candidato?

P.: No, mira yo la verdad como periodista siempre he tratado de abstenerme de decir quiénes son. Eso puede terminar siendo como un guiño de uno. La única vez como que he dicho, bueno, a mí me parece que éste es, fue cuando el profesor Antanas Mockus intentó hacerlo. Pero ahora no me inclinaría a favor de nadie. Lo que sí tengo que decir es que veo muy difícil que haya alguien con la autoridad moral suficiente para poder salir a abanderarse de la anticorrupción.

Semana.com.: ¿A raíz del escándalo de Odebrecht desde diferentes sectores le están pidiendo la renuncia al presidente Santos? ¿cómo lo ves?

P.: El uribismo pidiéndole la renuncia santos es como decían en el colegio "un burro hablando de orejas". A mí me parece que el asunto de la infiltración de Odebrecht en la campaña de Santos merece la investigación suficiente para poder hablar de una destitución y me parece que esa investigación apenas está empezando. Si uno ve los antecedentes de la política colombiana aquí, si no se cayó Samper en el 8.000 tampoco va a pasar nada ahora. Lo que uno ve es que están untados los dos grandes grupos políticos y que uno apunte al otro resulta cínico. Yo solo espero que la Fiscalía no deje estas acusaciones a medias y se llegue al fondo en las dos historias.

Semana.com.: ¿Cuál puede ser la fórmula para combatir la corrupción?

P.: La corrupción es como los virus y cada vez que se le trata de aplicar un remedio el muta y vuelve y aparece como la gripa. La corrupción toma las mismas medidas anticorrupción y las utiliza a su favor. El problema es que la corrupción uno la ve en los grandes círculos pero arranca con el tramitador que le hace los papeles a la gente con trampa, hasta llegar a los altos círculos de poder. Es un mal que arranca desde la cultura. Yo siento que la mayoría de gente que entra a hacer política entra a ver cómo se puede enriquecer. Muy pocos entran a la política para tratar de ser servidores públicos. La corrupción que me parece más grave y por donde se está yendo el grueso del dinero de los colombianos es en las regiones porque las contraloría son débiles, porque se compra muy fácil a los fiscales, porque las investigaciones no llegan a ninguna parte y no hay voluntad política de hacerlas. No veo una solución a corto plazo y sólo podría en realidad cambiar la situación si los ciudadanos deciden empoderarse en la democracia.

Semana.com.: ¿Ante un panorama tan minado por la corrupción las FARC pueden llegar a tener una ventaja como partido político?

P.: Sí seguramente pero  tampoco creo que la extrema derecha les de mucha opción de crecer al partido político y lo digo viendo los antecedentes históricos. Es un país godo, de extrema derecha, majeado por pasiones religiosas y el anticomunismo. Por más que pudieran tener cierta influencia y pudieran ganar ciertos espacios en algunos sectores el voto más grueso y poderoso en Colombia sigue siendo el voto de los caciques, gamonales, el comprado y influenciado, tendrían que pasar varias generaciones con cambio de chip y la gente animarse para salir a votar para que haya algo que amenace ese voto.