A vuelo de cóndor
Los esfuerzos por proteger al cóndor de los Andes
El ave nacional está en vía de extinción. El Parque Jaime Duque y otras organizaciones luchan por incrementar la población del animal. Este es el presente del animal insignia de los Andes.
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Las poblaciones de cóndor andino han sufrido en las últimas décadas un alarmante descenso. La condición de la especie ha pasado a ser crítica en Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú, pues aunque en este último se han registrado alrededor de 2.500 ejemplares, se sabe que la población está disminuyendo drásticamente en los países que conforman los Andes del norte.
La principal amenaza que enfrenta es el ser humano y la creencia equivocada sobre su supuesta actividad depredadora sobre el ganado, a pesar de que esta es un ave exclusivamente carroñera. También son consideradas amenazas a su supervivencia la destrucción de hábitat por el manejo de ganadería extensiva y el crecimiento de pueblos y ciudades, la intoxicación por cebos tóxicos usados para el control de depredadores como el puma y la ingesta de carroña con altas cantidades de pesticidas, así como la colisión con cuerdas eléctricas.
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Se han reportado intoxicaciones de cóndores por el consumo de animales que mueren por disparos con armas de fuego, ya que plomo de las balas es absorbido por el cuerpo del animal que luego es comido por lo cóndores, causándoles la muerte.
Adicional a esto, erróneamente se han atribuido efectos curativos a algunas partes del cóndor, por ejemplo se cree que los huesos molidos curan el reumatismo y la parálisis, el interior de su estómago sirve para tratar el cáncer y el corazón en polvo sirve para la epilepsia y los defectos cardíacos.
En contexto: Cundinamarca, a vuelo de cóndor
A estos problemas se suma la baja tasa reproductiva de la especie debido al gran tiempo que invierten los padres cuidando a sus polluelos y a las fluctuaciones en la disponibilidad de alimento que existen en el medio natural. Es por esto que para que la población se mantenga estable, se necesitan tasas de mortalidad muy bajas, de lo cual se desprende la importancia del ser humano en la conservación de la especie.
Estas condiciones han hecho que el cóndor de los Andes sea considerado por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) como una especie Casi Amenazada (NT), no obstante, la situación de las poblaciones de Colombia la ubican como una especie En Peligro (EN).
El programa de conservación
El programa para la conservación del cóndor andino en Colombia se inició en 1988 con el apoyo de entidades como Inderena, Fundación Renaser y algunas Corporaciones Autónomas Regionales del país. Su propósito ha sido rehabilitar rutas naturales de dispersión a lo largo de las tres cordilleras de los Andes colombianos. Después de 25 años de trabajo se han logrado restablecer 5 núcleos de repoblación en áreas donde ancestralmente existió la especie y se ha trabajado con los cóndores silvestres del norte y sur de Colombia.
Ruta del cóndor en Cundinamarca
La interacción de dos mundos, el natural y el cultural, se entrelazan creando una simbiosis perfecta en el territorio cundinamarqués. Esta riqueza compartida hace del departamento un destino inmejorable y, para los turistas: imperdible.
Su ubicación estratégica le suma una montaña de virtudes, entre ellas: la variedad de ecosistemas gracias a la diversidad de pisos térmicos que posee, que van desde las nieves perpetuas hasta los cálidos valles del río Magdalena.
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Así, Cundinamarca ofrece un abanico de oportunidades para vivir las mejores experiencias en ecoturismo, agroturismo, turismo de salud y termalismo. En suma, un excelente destino para la aventura, el turismo acuático, religioso y cultural.
Basta con lanzar una mirada desde el cielo al incalculable tesoro paisajístico y cultural que yace bajo nuestros pies.