Aliso, arrayán, cedro, cerezo, ciro, cucharo y duraznillo, son algunos de los ejemplares que pueden desarrollarse en el bosque alto andino y zonas de páramo.
Aliso, arrayán, cedro, cerezo, ciro, cucharo y duraznillo, son algunos de los ejemplares que pueden desarrollarse en el bosque alto andino y zonas de páramo. | Foto: CAR

Impacto

Más de 8.500 hectáreas de bosque alto andino están protegidas en Colombia

En los últimos cinco años, el proyecto Mi Páramo ha logrado proteger parte del bosque alto andino y la siembra de más de 341.000 árboles nativos de este ecosistema.

3 de agosto de 2022

La necesidad de protección atiende a una problemática fundamental que atraviesa Colombia, puesto que cuenta con 2′299.000 hectáreas promediadas entre las tres cordilleras, que como es sabido, se consideran ecosistemas de vital importancia, debido a su influencia no solo para la flora y fauna que reside en dichos lugares, sino también para el 70 % de la población sujeta al nacimiento de agua que les abastece y que surge de dichas zonas.

La iniciativa público-privada liderada por Bavaria y su marca Agua Zalva, lanzada durante el 2018 y ejecutada a través de los Fondos de Agua, Alianza Biocuenca y Agua Somos; ha sido el proyecto bandera de la compañía que ha logrado reducir más del 30 % del consumo interno de agua y ha llevado a cabo medidas por fuera de sus operaciones, que contribuyen en materia de sostenibilidad en el país.

Esta dinámica de protección mediante la comercialización garantiza un flujo de recursos permanente para las actividades de conservación, restauración, desarrollo comunitario y apoyo a la producción sostenible en los páramos de Santurbán y Guerrero, ubicados en los departamentos de Santander, Norte de Santander y Cundinamarca respectivamente.

“En Bavaria tenemos un gran compromiso con la conservación de nuestros páramos, conscientes de su importancia para la seguridad hídrica de Colombia. De la mano de nuestra marca Agua Zalva, venimos trabajando en diversas iniciativas que nos han permitido intervenir más de 8.500 hectáreas para la protección de estos ecosistemas estratégicos”, señaló Samira Fadul, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Bavaria.

Es de esperarse que debido a su importancia y su imprescindible utilidad, se genere una preocupación por su cuidado y preservación a largo plazo, ya que poco a poco se han ido transformando con la influencia de las actividades humanas y las presiones de las grandes industrias que han fijado su interés en esta fuente de recursos.

Wilson Ramírez, coordinador del programa de Gestión Territorial de la Biodiversidad del Instituto Alexander von Humboldt y doctor en Ecología, dijo públicamente que el instituto ha llevado un monitoreo detallado de las afectaciones vienen sufriendo estas zonas desde el año 2000, confirmando entonces una transformación de entre un 15 y un 16 % en todos los páramos de la nación.

En los últimos cinco años, el proyecto Mi Páramo ha logrado proteger más de 8.500 hectáreas de bosque alto andino y la siembra de más de 341.000 árboles nativos de este ecosistema, donde Agua Zalva ha tenido un rol fundamental, puesto que esta marca, además opera bajo un modelo de empaque circular, logrando que sus botellas sean de material 100 % reciclable.

En ese sentido, con el fin de garantizar la sostenibilidad y mejoramiento continuo de este tipo de proyectos, la compañía cuenta con su propio comité asesor de sostenibilidad, conformado por reconocidos expertos como Eduardo Behrentz, ex vicerrector Administrativo y Financiero de la Universidad de los Andes; Brigitte Baptiste, rectora de la Universidad EAN; Cristián Samper, director general y líder de soluciones naturales del Bezos Earth Fund; Manuel Rodríguez Becerra, exministro de Medio Ambiente de Colombia y profesor emérito de la Universidad de los Andes y Linda Breukers, directora de Holland House Waste Window, organización especializada en economía circular.