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El frío se ha incrementado en los últimos días en la capital del país, y en general en el altiplano cundiboyacense. Foto: George Moreno

CLIMA

¿Por qué está haciendo tanto frío en Bogotá y hasta cuándo se extenderá este fenómeno?

La llegada de vientos alisios y el ingreso de humedad de la Orinoquia generan la sensación de frío que por estos días se registra en la región.

4 de agosto de 2021

Desde hace semanas, el clima de Bogotá parece más frío de lo normal. Las permanentes lluvias generadas en junio y julio motivaron en buena parte esta situación; sin embargo, los aguaceros han comenzado a ceder y las bajas temperaturas se mantienen tanto en la capital del país, como en los municipios de la sabana.

Según Daniel Useche, jefe de la Oficina de Pronósticos y Alertas del Instituto de Hidrología, Metereología y Estudios Ambientales (Ideam), esta es una condición normal para esta época del año debido a que se registra un incremento en los vientos alisios, especialmente en el altiplano cundiboyacense.

“En los últimos días hemos tenido el paso de ondas tropicales, en algunos casos han pasado acompañadas de nubosidad, precipitaciones, tormentas eléctricas y vientos por encima de lo normal, que han amplificado una sensación térmica de frío para los habitantes de la región. En la estación del aeropuerto El Dorado se registró un temperatura mínima de 8,8 ºC este miércoles, pero en los días anteriores se ha registrado entre 11 °C y 12 ºC”, manifestó.

Precisamente, la intensidad de los vientos que normalmente se registran durante el mes de agosto es la que hace que se genere una sensación térmica por debajo de lo que marca el termómetro. Esto se evidencia en que en los últimos días las temperaturas no han estado bajas, pero la intensidad del viento sí ha incrementado.

“Los alisios del sureste se fortalecen para esta época y ese flujo de viento entra de manera directa a la sabana”, dijo Christian Euscátegui, metereológo y director de la Maestría en Gestión del Riesgo en la Escuela de Ingenieros Militares, quien aseguró que incluso se han registrado vientos que han oscilado entre los 30 y 40 kilómetros por hora.

En su concepto, los vientos se pueden mantener hasta comienzos de septiembre, pero la humedad sí puede variar; es decir, habrá unos días en los que ingresa a la capital más humedad que en otros y en la medida en que esta condición disminuya, también lo hará el frío.

Según Useche, para los próximos días, aunque se espera una tendencia seca, no se descartan lloviznas ocasionales hacia los cerros orientales y el sur de la ciudad. El viento estimado se prevé con intensidades entre 20 y 40 km/h, lo que podría acentuar una sensación de frío. La temperatura del aire oscilará entre 7 ºC y 20 ºC.

De acuerdo con el Instituto, en las últimas horas se ha registrado una tendencia a tiempo seco, a pesar de que se presentan precipitaciones en el piedemonte llanero, el norte de Boyacá, el centro del litoral Caribe y el centro del Chocó.

Condiciones de neutralidad en el clima

Según el Ideam, de acuerdo con los informes y predicciones de los centros meteorológicos internacionales y de análisis propios para el trimestre agosto-septiembre-octubre, los modelos nacionales estiman aumentos de lluvia entre un 10 % y un 20 % en Magdalena, Atlántico, Cesar, el centro de Bolívar, Norte de Santander, Boyacá, Cundinamarca y amplios sectores de Tolima.

De igual forma, las reducciones de lluvia se ubicarían en el litoral de Cauca y el oeste de Caquetá, y podrán oscilar entre un 10 % y un 20 %. A más largo plazo, es decir, para el período comprendido entre noviembre de 2021 a enero de 2022, los modelos globales prevén, con mayor probabilidad, anomalías negativas de la temperatura superficial del mar en el centro de la cuenca del océano Pacífico tropical durante dicho período.

Por ello, el Ideam prevé incrementos de lluvia entre el 10 % y el 40 % en gran parte de las regiones Caribe y Andina, así como a lo largo del litoral del Chocó en la región Pacífica y gran parte del centro-oeste de la Orinoquía.

A Euscátegui le preocupa que las lluvias no se han reducido mucho y casi se juntará la temporada de menos lluvias con la segunda época de estas, que comienza a mediados de septiembre. “Con este panorama, ha disminuido la amenaza por ocurrencia de incendios forestales, pero se ha favorecido la saturación de agua en los suelos, en una época en la que normalmente es mucho menor. Esta situación ha incrementado la amenaza por inundaciones, crecientes súbitas, deslizamientos de tierra y avenidas torrenciales, lo que mantiene en alerta a diversos municipios del país”, concluyó.