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VIVIENDA

Gustavo Petro propone bajar arriendos y esto responde Fedelonjas, el gremio de arrendadores

Afectaría mucho más a estratos 1, 2 y 3. Las inmobiliarias agremiadas dicen que la propuesta no tiene sustento técnico y jurídico para reemplazar la ley actual. María Clara Luque, experta en el tema, señala que si bien piensa que la alternativa es “una locura”, no descarta que se pueda aplicar en el estrato 1.

3 de noviembre de 2021

La vivienda es un gasto crucial para los colombianos y con el avance de los días se vuelve caballito de batalla en la contienda electoral. Colombia se acerca cada vez más al punto candente de la campaña presidencial y se destapan nuevas cartas acerca de los planes que tienen los precandidatos a ocupar el primer cargo de elección popular en el país.

Gustavo Petro, quien lidera las encuestas que se han realizado hasta ahora, es uno de los más activos a la hora de mostrar sus ideas acerca de lo que haría en el país si resulta elegido.

En ese contexto, el líder del partido Colombia Humana planteó una alternativa para rebajar los arriendos, lo que –según dijo– sería un camino para que la clase trabajadora tuviera una mayor disponibilidad de recursos, de manera que pueda así adquirir con más holgura algunos productos básicos, como más alimentos. Hay que recordar que en la canasta de gastos de los colombianos, la vivienda es el segundo gasto más importante, después de la comida.

Lo que dice el presidente de Fedelonjas

Desde el punto de vista de las inmobiliarias, que son las que en la mayoría de los casos manejan el tema de arriendos, el presidente ejecutivo de Fedelonjas, Daniel Vásquez, recordó que el tema está regulado por una ley expedida por el Congreso de la República.

Dicha norma, la Ley 820 de 2003, contiene topes máximos que han sido previamente estudiados; por consiguiente, cualquier propuesta en este sentido, de cualquier candidato a la Presidencia, no le permite al gremio pronunciarse, teniendo en cuenta que no tiene un sustento técnico, económico y jurídico, ni un camino sobre el cual se podría llegar de nuevo al Congreso para reemplazar la ley vigente.

Daniel Vásquez, presidente de Fedelonjas

85 % de los que perderían son de estratos 1, 2 y 3

“Los cánones de arrendamiento, al igual que los incrementos anuales, están regulados, por lo que exigiría una nueva ley que debe pasar por el Congreso”.

Vásquez recordó también que en el contrato de arrendamiento hay dos partes: el arrendador y el arrendatario, por lo que puso sobre el tapete el hecho de que, en 2019, según las cifras oficiales del DANE, el 85 % de los propietarios que devengan un ingreso por cuenta de un arriendo, pertenecen a los estratos 1, 2 y 3. “Estos son contratos que tienen que ver con situaciones económicas de los colombianos, por lo cual no se pueden analizar a la ligera”.

Además, el presidente nacional de Fedelonjas enfatizó en el efecto de la pandemia en 2020 y lo que ha venido sucediendo con los topes en valores de arrendamiento. “Estos precios (en los arriendos) se fijan por la oferta y la demanda. Por esa razón, en los últimos tiempos, los topes han estado muy por debajo de los máximos que fija la ley”.

En estrato uno

Individualmente, María Clara Luque, líder de la inmobiliaria Luque Ospina y Cía., señaló la propuesta como “una locura”. Desde su perspectiva, llevaría a que la gente pierda patrimonio, “conduciría a que los que invierten en renta empiecen a dudar de su inversión”.

No obstante, para Luque no todo en la propuesta se debe descartar. Por ejemplo, para el estrato 1 podría funcionar, pues es en esta franja donde está la gente que tiene un mayor gasto, en relación con su ingreso, en la vivienda.

Aun así, María Clara Luque señala: “Sigo pensando que es una propuesta populista.

Fueron impactados por la pandemia

Uno de los sectores que recibieron un fuerte golpe en la pandemia fue el inmobiliario. Devolución de predios de parte de los arrendatarios, arrendadores que tenían que hacer acuerdos por un valor ínfimo en pos de no dejar solo el inmueble en medio de una crisis que no tenía precedentes y que no se sabía cuando iba a terminar. Esas fueron las peripecias de los dueños de propiedad que ponen en arriendo sus inmuebles para obtener un ingreso que les permita sufragar gastos en sus hogares.

De los testimonios que entregaron en su momento, muchos señalaron como ejemplo que tuvieron que bajarse hasta la mitad del valor por el cual tenían arrendado el lugar, ante la imposibilidad del tenedor, de generar ingresos. Así que, el debate frente a la propuesta de Petro, es totalmente válido.