RECUPERACIÓN ECONÓMICA
Latinoamérica no recuperará su ingreso per cápita prepandemia antes de 2024, según el FMI
El Fondo Monetario Internacional cree que los efectos de la pandemia del coronavirus en la región perdurarán durante los próximos años.
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A pesar de que el desarrollo de las vacunas y el optimismo inversionista va a hacer que el 2021 sea un año de recuperación económica, en América Latina dicha mejoría podría tardar varios años.
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El director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alejandro Werner, dijo este jueves que el PIB per cápita de la región no se recuperará a sus niveles vistos en 2019 (antes de la llegada de la pandemia) sino hasta 2024.
“El ingreso per cápita no retornará al nivel de antes de la pandemia hasta 2024, lo cual provocará pérdidas acumuladas del 30 % respecto a la tendencia prepandémica”, dijo Werner.
Añadió que, si bien las proyecciones sobre la recuperación económica en la región para este año son optimistas, estas dependen del desempeño de la pandemia durante los próximos meses.
“Las perspectivas, no obstante, están sujetas a un grado excepcional de incertidumbre, mientras continúa la carrera entre las vacunas y el virus”, dijo.
Entre lo negativo, resalta que los nuevos brotes de coronavirus en Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay afecta las perspectivas en el corto plazo.
“Es probable que los nuevos confinamientos no sean tan perjudiciales como los implementados al inicio de la pandemia, ya que las economías han aprendido a adaptarse”, agregó.
Añadió que el plan de estímulos económicos de Estados Unidos por US$ 1,8 billones va a impulsar el crecimiento de algunos países de América Central a través del comercio y las remesas, con lo cual el repunte en estos países ocurrirá en 2022.
“Las economías caribeñas que dependen del turismo serán las últimas en recuperarse (no será hasta 2024) debido a la lenta reanudación de la actividad en este sector”, dijo.
Fragilidad de los mercados laborales
Werner dijo que, si bien hay sectores como el manufacturero en el que la recuperación se ha dado con más consistencia, hay otros, como los mercados laborales, en donde la recuperación es un tema pendiente.
“Los mercados laborales siguen siendo frágiles: sólo dos tercios de quienes perdieron su empleo al comienzo de la pandemia en Brasil, Chile, Colombia, México y Perú lo habían recuperado al final del año pasado”, dijo.
También señaló que, si bien se ha venido presentando una recuperación lenta de los mercados laborales, la mayor parte de este se ha dado en el sector informal y no en el formal, que es el que más beneficios trae.
También dijo que la renta laboral media ha disminuido desde el inicio de la pandemia, con marcadas divergencias en cuanto a la evolución de los mercados de trabajo según el país, el sector y el grupo demográfico.
“Los países que recurrieron a sistemas de retención de empleo registraron una caída menos drástica de la ocupación, aunque allí la recuperación también es más lenta. De todos modos, incluso en el caso de una recuperación relativamente rápida en México, los trabajadores que han recuperado el empleo han sufrido pérdidas de ingresos superiores a las de quienes permanecieron empleados durante la crisis”, dijo.
Alejandro Werner hizo énfasis en que las mujeres y los trabajadores poco cualificados son los que más dificultades han enfrentado en materia laboral, por culpa de la pandemia.
“En particular, las trabajadoras poco cualificadas perdieron más puestos de trabajo, o tuvieron que reducir sus horas de trabajo si permanecieron empleadas, ocasionando en ese grupo las peores pérdidas de ingresos”, dijo.
Debido a lo anterior, el FMI proyecta que la cifra de personas que vive en condiciones de pobreza se ha incrementado en 19 millones, mientras que la desigualdad, medida por el coeficiente de Gini, ha aumentado un 5 % si se la compara con los niveles anteriores a la crisis.
“La pandemia supondrá además un deterioro duradero del capital humano debido al cierre de los colegios, que fue más prolongado que en otras regiones. Resulta difícil cuantificar las pérdidas de aprendizaje, pero el análisis del personal técnico indica que el ingreso de los estudiantes de edades comprendidas entre 10 y 19 años podría ser, en promedio, un 4 % más bajo a lo largo de su vida si no se compensan los días de clase perdidos en 2020”, dijo.