Juan Carlos Moreno, presidente de Pintuco, explica cómo, a lo largo de sus casi tres décadas de trayectoria, su estilo de liderazgo pasó de la autoridad técnica a la cercanía humana y al trabajo en equipo.
Juan Carlos Moreno, presidente de Pintuco, explica cómo, a lo largo de sus casi tres décadas de trayectoria, su estilo de liderazgo pasó de la autoridad técnica a la cercanía humana y al trabajo en equipo. | Foto: Juan Carlos Moreno

Pódcast CEOs Dinero

Para liderar no es suficiente tener la razón

En este nuevo episodio del pódcast CEOs Dinero, Juan Carlos Moreno, presidente de Pintuco, explica cómo, a lo largo de sus casi tres décadas de trayectoria, su estilo de liderazgo pasó de la autoridad técnica a la cercanía humana y al trabajo en equipo.

23 de enero de 2021

“Un líder en construcción”, así se define a sí mismo, entre risas, Juan Carlos Moreno, presidente de Pintuco, una compañía icónica colombiana que, en medio de la pandemia, cumple 75 años de fundada.

Esa construcción es el reflejo de las enseñanzas adquiridas durante cerca de 30 años de trabajo en su paso por grandes compañías colombianas, como Familia y Brinsa, donde estuvo al frente de la marca Refisal. “Muchas personas han sufrido mi proceso de aprendizaje”, confiesa Moreno, ingeniero mecánico de la Universidad Pontificia Bolivariana.

En esta conversación con Carlos Enrique Rodríguez, subdirector general editorial de Grupo Semana, Moreno reflexiona sobre el recorrido que lo llevó a liderar Pintuco. Ese camino que inició con su rol como practicante en Familia, donde encontró mentores cuyo legado permanece vigente. El mismo camino que también lo obligó a atravesar Sudamérica para instalarse cuatro años en Chile —donde vio nacer a sus hijas— y que lo retó constantemente a replantear su liderazgo de conocimiento técnico por uno más humano y sensible.

Ese modelo de liderazgo técnico, de altísima dirección y control, se agota a medida que te vas encontrando con las personas y con temas más complejos. Ahí te das cuenta, como me lo dijeron a mí una vez, que tener la razón no es suficiente”, asegura Moreno, quien está convencido de que actualmente el liderazgo personal cada vez cede más espacio al colectivo.

“Es más un equipo de trabajo que el líder que sale en las portadas de las revistas”, agrega.

En este episodio de CEOs Dinero, Moreno destaca la importancia de sus mentores, figuras que consolidaron en él actitudes centrales en su tipo de liderazgo: la intuición, la curiosidad, la estrategia competitiva que da el saber “qué hay que hacer sin que digan cómo hacerlo” y la importancia de, en sus palabras, “prestar servicio militar en la planta” al pasar por distintas áreas de la compañía para entender en detalle su funcionamiento.

Moreno también recuerda otro de los cimientos sobre los que reposa su liderazgo. Un legado que le dejó Gustavo Guzmán, uno de sus jefes en su etapa de trabajo inicial en Familia. Aproximadamente cinco años después de ingresar a la compañía como practicante, y gracias a las oportunidades de crecimiento constante que tuvo en ella, Moreno era un candidato fuerte para empezar a ejercer como gerente de la planta. El cargo, sin embargo, se lo llevó otra persona.

Escrita a mano en un trozo de papel, Guzmán le dejó una lección que Moreno aún recuerda: ‘Es mejor ser un segundo de primera que un primero de segunda’, decía la nota. “Eso me enseñó que las cosas tienen su tiempo y su momento”, explica el actual presidente de Pintuco.

Como capitán de Pintuco, las enseñanzas del pasado le han servido de brújula para enfrentarse a la pandemia de Covid-19. “Hemos hecho todo lo posible por mantener el empleo y la seguridad de nuestros colaboradores, y también por fortalecer la sostenibilidad de la compañía”, asegura Moreno, quien reconoce las luces que la crisis ha traído consigo.

“Este empujón de la pandemia ha sido una oportunidad para nosotros de volver a reconocer esa fortaleza que tiene Pintuco en el mercado. El gran cambio fue revisar nuestros valores, revisar nuestra propuesta de cara al mercado y revisar también nuevas formas de llevarla a cabo”, explica.

Dichos análisis mostraron un camino claro: “La relación de las personas con el hogar cambió profundamente, se volvieron espacios de muchos más usos. El consumo de pintura muchas veces es aplazable, pero no se pierde sino que se acumula. Cuando la gente vuelve a tener ánimo ese consumo está ahí, la pared está esperando para ser pintada. Eso nos ha dado esperanza”, dice Moreno.

A esa ilusión se sumó también la apertura de nuevas necesidades en el mercado, por lo que el portafolio de Pintuco se ha robustecido en productos de alta asepsia, que antes se creían de nicho por su especificación hospitalaria.

Lo anterior, unido al fortalecimiento del trabajo remoto en equipo, de la flexibilidad laboral, de las aptitudes comunicacionales y de la inclusión y la equidad de género de la compañía han sido el ancla de Pintuco durante esta época incierta. “La pandemia nos reveló aún más el trabajo de la mujer y los retos gigantes que tienen al ser mamás, esposas y trabajadoras simultáneamente”, asegura.

En últimas, los retos propios de la Covid-19 y de la época actual, le han reiterado a Moreno un aprendizaje constante de los últimos 27 años: el corazón de las empresas está en su factor humano.

“El mundo técnico, con disciplina, tiene unas certezas muy altas. En los mercados, en los planes con las personas, no. La certidumbre se cambia por la incertidumbre. Esa es una de mis grandes enseñanzas: enfrentarse a lo desconocido, encontrar el insight que marca la diferencia, cambiar la propuesta de valor y descubrir lo que el público de verdad aprecia”, concluye Moreno en esta nueva entrega de CEOs Dinero.

Los invitamos a escuchar este episodio de pódcast y a compartir su retroalimentación en nuestras redes sociales.