En 2015 Colombia obtuvo 425 puntos en la prueba de lectura, sin embargo 2018 se evidenció un retroceso importante al obtener 412 puntos. | Foto: cc

EDUCACIÓN

Mala comprensión lectora tiene a Colombia en el fondo de las pruebas Pisa: ¿Qué hacer?

Los resultados de las pruebas Pisa 2018 evidenciaron algunas falencias del sistema educativo colombiano, principalmente en el tema de lectura crítica y comprensión donde Colombia desmejoró significativamente. Varios expertos y académicos opinan en qué ha fallado el país y qué se debe hacer para mejorar.

3 de diciembre de 2019

Este martes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) entregó los resultados de las pruebas PISA 2018, los cuales generaban mucha expectativa pues en la pasada edición, de 2015, Colombia registró una mejora importante en cada una de las competencias evaluadas (matemáticas, ciencias y lectura).

Los cerca de 8.000 estudiantes colombianos de 15 años que presentaron la prueba entre abril y mayo de 2018 obtuvieron un rendimiento menor que la media de la Ocde, al igual que en 2015, pero disminuyeron su puntaje de lectura (412 puntos frente a 425 de 2015) y ciencias (413 puntos frente a 415 de 2015). Entre tanto, en matemáticas hubo un avance apenas mínimo al pasar de 390 puntos en la pasada edición a 391 en la más reciente. 

Entre los 37 países miembros, Colombia se ubicó como el de los resultados más bajos, y según el informe presentado el rendimiento de los estudiantes colombianos solo se equipara a los obtenidos por Albania, Macedonia del Norte y Qatar, naciones que no pertenecen a la Ocde.

Este panorama ha suscitado diferentes reacciones e interpretaciones por parte de expertos y académicos, mientras algunos como la directora de posgrados en Economía de la Javeriana, Luz Karime Abadía señalan que “no se puede desconocer la tendencia positiva desde que Colombia presentó por primera vez las pruebas Pisa en 2006 a pesar de los últimos resultados donde no se pudo seguir avanzando”; otros como el pedagogo Julián de Zubiría consideran que los resultados son muy malos.

“A Colombia le fue muy mal en las pruebas porque está en la cola y no avanza y peor aún, en el caso de lectura, una competencia fundamental, se retrocede a los niveles de 2006. La situación sigue siendo realmente preocupante, porque además nos estancamos en ciencias y matemáticas”, señaló el experto.

De Zubiría considera que el mal rendimiento de Colombia se puede explicar de forma fácil y es que en el país seguimos con una educación memorística y con un currículo impertinente y fragmentado. Por tal razón considera que la enseñanza del lenguaje debe ser el eje transversal de la educación básica y media en el país.

“El Gobierno no ha entendido que para mejorar la lectura crítica el país tiene que pasar de trabajar en lenguaje a trabajar en competencia lectora, en vez de enfatizar en gramática y ortografía como hasta ahora, se debe pasar a competencias comunicativas. En lugar de creer que el lenguaje se mejora con una clase, se debe pasar a entenderlo como una competencia transversal que tenga en cuenta todas las materias”, agregó De Zubiría.

En ese sentido, el reconocido pedagogo precisó que el estancamiento en ciencias y matemáticas también está relacionado con la competencia lectora, pues señala que estas falencias hacen que los estudiantes no entiendas los problemas de otras áreas: “Quien lee muy mal, entiende muy mal un problema en matemática o en otra materia. Seguimos con un currículum fragmentado que se limita a lo informativo”.

La experta de la Javeriana coincidió en que el modelo educativo no es acorde a las necesidades actuales, enfatizando en que se debe aprovechar el auge de las nuevas tecnologías para atrapar la atención de los estudiantes: “Uno de los factores que hace falta en el sistema educativo es que se tiene una metodología de enseñanza  y aprendizaje muy tradicional, cuando los retos contemporáneos y las formas de aprendizaje de los estudiantes han cambiado mucho. No podemos seguir con esa clase magistral donde el profesor enseña y sigue sin importar si hay estudiantes que no entienden”.

Abadía sostuvo que en Colombia no se ha apostado por la innovación educativa haciendo uso de las facilidades que ofrecen las TIC, con excepción de algunas iniciativas privadas, pero que se necesita que las instituciones oficiales le apuesten a eso, pues el 80% de estudiantes del país asisten a colegios de este tipo.

Por su parte, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, señaló que los resultados de Colombia en Pisa son un insumo que se deben tener en cuenta para trabajar en la mejora de la educación.

“Es importante que los resultados de las Pisa se utilicen como una herramienta que se suma a la información de las pruebas nacionales y de la evaluación en cada una de las instituciones educativas, para orientar los esfuerzos de los distintos actores involucrados en el proceso educativo en beneficio del mejoramiento constante de la educación en el país”, señaló Angulo.

¿Qué hacer para mejorar?

El gran interrogante que surge después de los desalentadores resultados de las Pisa 2018 es qué se debe hacer en el sistema educativo para mejorar el rendimiento del país en las pruebas que realizarán los estudiantes colombianos en el primer semestre de 2020 y cuyos resultados se entregarán en 2021.

En ese sentido, Félix Antonio Gómez, decano de la Facultad de Educación en la Universidad Javeriana, señaló que un aspecto fundamental en el que se debe centrar el Gobierno es en la formación docente.

“La formación docente en el país tiene que seguirse fortaleciendo unida a las condiciones laborales. Necesitamos, tal como sucede en Finlandia y otros países, atraer a los mejores egresados de los colegios para que ellos se formen y se conviertan en formadores, pero tenemos que volver esta una profesión atractiva, no solamente desde lo académico, sino también desde las condiciones económicas”, señaló.

Julián de Zubiría concuerda con el planteamiento de Gómez, pues asegura que “de no formar a los maestros, ellos no tendrán las competencias ni conocimientos para transmitir a los alumnos. Si los maestros no leen críticamente, los alumnos tampoco lo harán”.

Además de esto el pedagogo agrega que se debe apostar a la inversión en educación inicial y en la mejora del entorno en los salones de clase: “En contra de lo que se cree los resultados están muy asociados al clima del aula y un país que aún vive en guerra, tan intolerante como el nuestro, tiene un clima de aula muy negativo”. 

Sobre la posibilidad de adoptar los modelos educativos de países con mejores resultados, el decano de la Facultad de Educación de la Javeriana explicó que si bien pueden ser exitosos en un sitio no garantizan que lo sea en otro país: “Hay que tener en cuenta que cualquier mecanismo de mejoramiento del conocimiento o de las habilidades de la persona debe tener en cuenta el contexto en el que se va a aplicar; no podemos copiar otro modelo de manera exacta, pero sí hay generalidades que se pueden adaptar (...) Hay cosas interesantes en el modelo matemático de Singapur, también en lo que está aplicando Finlandia y otros países, y otras que no serían deseables ni aplicables para Colombia”.

Finalmente, la ministra de Educación aseguró que para mejorar “es clave hacer equipo con las entidades territoriales, directivos docentes, docentes, estudiantes, familias, comunidad educativa en general y los demás sectores de la sociedad para continuar aportando al cierre de brechas y a la construcción de un modelo educativo basado en la calidad y en los aprendizajes de nuestros niños, niñas y jóvenes".