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Pablo López, segundo de izquierda a derecha, disfrutó de varias parrandas con Gabriel garcía Márquez en Estocolmo cuando fue a recibir el premio Nobel de Literatura. | Foto: archivo particular

ESPECIAL 20 DE JULIO

“Las parrandas con Gabo en Estocolmo”: Pablo Agustín López

Uno de los privilegiados acompañantes del Nobel en Estocolmo cuenta lo que fueron esos días de fiesta. “Fuimos Los Hermanos Zuleta, Poncho y Emiliano, Pedro García en la guacharaca y yo en la caja….Allá sentí el orgullo más grande de ser colombiano. Porque no hay presidente ni senador que tenga la voz que tuvo Gabriel García Márquez allá”.

17 de julio de 2021

El Premio Nobel nos lo parrandeamos acá mismo. Gabo me dijo que yo lo iba a acompañar a Estocolmo. Y así fue. Fuimos Los Hermanos Zuleta, Poncho y Emiliano, Pedro García en la guacharaca y yo en la caja. Nos fuimos en un avión de Avianca y llegamos a Madrid. Allí esperamos a Gabo, que venía de Cuba. Se vio con nosotros y dijo: “Bueno, muchachos, vamos” y él se fue adelante. Gabo venía cargado de Bacardí.

Llegamos a París y ahí duramos como tres horas, y luego nos fuimos para Estocolmo. Es que eso está lejitos y Gabo seguía delante de nosotros. Y cuando nosotros llegamos allá, en ese aeropuerto, con toda esa cantidad de gente y todos gritando “toquen, toquen”, les dije a Gabo y a Pedro que me faltaba la silla, porque la caja tiene que ponerse en las piernas. Entonces Gabo consiguió una silla y me la entregó. Estaba mala y, antes de caerme, Gabo abrazó la caja y quedamos los dos ahí, esa es una foto que está en la prensa.

Arrancamos para el hotel y toda esa gente se fue detrás de nosotros. Estuvimos en el ayuntamiento, en el palacio donde se le entregó el título a Gabo. Él estuvo dictando varias conferencias en varias instituciones en Suecia y nosotros lo acompañamos en todas. Iba todo el conjunto y se celebraba la cosa. Eso fue glorioso.

Allá sentí el orgullo más grande de ser colombiano. Porque no hay presidente ni senador que tenga la voz que tuvo Gabriel García Márquez allá. Ante la voz de ese hombre estuvieron François Mitterrand, el presidente de Francia; Sandro Pertini, presidente de Italia; Felipe González, presidente de España; estaba el presidente de Rusia. Todas esas personalidades reunidas con Gabo. Estaba la reina Silvia, el rey Carlos XVI Gustavo y estábamos nosotros.

Y Gabo salió a hablar. Él habló de la soledad de América Latina (como tituló su discurso) y cuando terminó de una vez salimos a tocar. Empezamos a tocar La patillalera, que es de Rafael Escalona:

Una señora patillalera / muy elegante, vestida de negro / formó en el Valle una gritería / porque la nieta que más quería / la pechichona, la consentida… Y después tocamos La creciente del Cesar.

Después del premio, los estudiantes de la Universidad de Upsala (Suecia) reclamaron que tenían que estar con Gabo. Tuvimos que ir allá porque esa gente no se aguantaba que Gabo hubiera recibido ese premio tan bueno y mundial y no los visitara; allá fuimos a complacer a todos los colombianos y suecos. Eso fue lo máximo.

Con Gabo tocamos muchas parrandas y hasta bailó cumbia cuando fue a recibir el Premio Nobel.