La compañía tiene un equipo que adelanta el diálogo con las comunidades en las zonas de impacto del proyecto, para entender sus necesidades.
La compañía tiene un equipo que adelanta el diálogo con las comunidades en las zonas de impacto del proyecto, para entender sus necesidades. | Foto: Juan Carlos Sierra

Especial minería

Un hito para la minería: el ambicioso proyecto de Córdoba Minerals

Sarah Armstrong, presidenta de la compañía, revela detalles sobre este proyecto minero principalmente de cobre, los avances en los diálogos con las comunidades y el trabajo adelantado para minimizar el impacto ambiental.

26 de septiembre de 2021

SEMANA: La minería ilegal sigue siendo uno de los principales retos para el país y el sector, ¿qué tanto se ha avanzado en frenar este fenómeno?

SARAH ARMSTRONG: La minería, en general, tiene una mala imagen en Colombia porque no hay mucha diferenciación entre la minería bien hecha y la ilegal. La ilegal, aparte de causar daños ambientales, genera problemas sociales y es demasiado rentable porque no se cumplen obligaciones ambientales, sociales o de regalías. Por eso es importante la formalización. Nuestra compañía ha formalizado cerca de 100 mineros tradicionales. La minería legal exige un trabajo social muy grande.

SEMANA: Córdoba Minerals está preparando el proyecto Alacrán en Puerto Libertador, Córdoba, ¿cuáles son las expectativas de producción?

S.A.: Este es un proyecto de cobre, oro y plata. Un estudio preliminar indica que se producirán 474.000 toneladas de cobre, casi un millón de onzas de oro y más de 8 millones de onzas de plata. Estamos evaluando una producción que va a comenzar entre las 16.000 y 24.000 toneladas diarias. Es un proyecto que va a generar, durante la fase de montaje y construcción, entre 2.300 y 2.600 empleos directos, y otros 1.200 o 1.300 indirectos. Durante la fase de explotación estamos hablando de 1.200 o más empleos directos. Calculamos aportes por impuestos de renta de más de 500 millones de dólares, regalías por más de 180 millones de dólares y una inversión de más de 700 millones de dólares. Hasta hoy, hemos invertido más de 100 millones de dólares. Este podría convertirse en el primer proyecto de minería de una compañía de origen canadiense en entrar en producción en Colombia, todo un hito para incentivar la inversión extranjera.

SEMANA: ¿Ya se ha adelantado alguna gestión con las comunidades vecinas al proyecto?

S.A.: Tenemos un equipo social móvil que hace un diálogo abierto y tiene relación directa con las 12 comunidades que quedan dentro del área de influencia del proyecto. La idea es que cuando identifiquemos los perfiles de las vacantes podamos trabajar con ellos para ver quién quiere hacer qué, poder capacitarlos y entrenarlos con apoyo del Sena. Este proyecto será una gran fuente de empleo en el sur de Córdoba. Según los cálculos, en la región solo hay un 20 por ciento de las personas para estos puestos. Además, tenemos cláusulas con nuestros proveedores que los obliga a contratar mano de obra local. Por nuestra experiencia en el mundo, por cada empleo directo se benefician ocho personas indirectamente. También hemos invertido en programas de educación, salud, infraestructura y formalización de personal. Las obligaciones sociales son fundamentales para un proyecto, sin la comunidad no hay proyecto.

SEMANA: ¿Cómo planean minimizar el impacto ambiental?

S.A.: No hay ninguna actividad humana que tenga cero impacto en el entorno, lo importante es minimizarlo. Cumplimos con los estándares que exige la normativa colombiana. Tenemos un equipo interno y consultores externos en el extranjero y en Colombia, con quienes trabajamos para encontrar la forma de minimizar ese impacto. Es una de las preocupaciones de las comunidades y estamos muy enfocados en esto. Cumplir las obligaciones ambientales es algo valioso para el mercado, como cualquier otro recurso de la compañía.

SEMANA: ¿Cuál es el cronograma previsto del proyecto?

S.A.: En noviembre presentaremos el Plan de Trabajo y Obra. Durante el primer semestre de 2022 se presentará el estudio de impacto ambiental. Paralelamente, estamos haciendo los estudios de factibilidad, que van a durar un año. Además, seguiremos trabajando con las comunidades para que cuando el proyecto esté licenciado ya se hayan implementado los acuerdos y el reasentamiento de las comunidades que se tienen que mover. Proyectamos arrancar el montaje y la construcción en el último semestre de 2023, en los que esperamos demorarnos dos años.