Alertan sobre expansión del Tren de Aragua a Estados Unidos en medio de crisis fronteriza

Hace unos días fue documentado el primer crimen cometido en Estados Unidos por el Tren de Aragua, la conocida organización criminal de origen venezolano que en los últimos años ha extendido sus tentáculos a países como Colombia, Ecuador y Perú.

Uno de los miembros de esta organización, presente en el sur de Miami, participó en el reciente asesinato de José Luis Sánchez Valera, un expolicía venezolano retirado que residía en Doral.

Según The Daily Mail, este homicidio marca “la innegable propagación de pandillas ultraviolentas desde las ruinas de la Venezuela socialista a las ciudades estadounidenses”.

La publicación destaca que agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos están particularmente atentos a la llegada de miembros del Tren de Aragua al país en medio de un crecimiento acelerado de ciudadanos venezolanos detenidos en la frontera entre ese país y México que buscan ingresar al país norteamericano.

“Son la organización criminal transnacional de más rápido crecimiento en el mundo”, le señaló al Mail Joseph M. Humire, un experto en seguridad nacional que se especializa en temas latinoamericanos. Hace apenas cinco años operaban en uno o dos países. Ahora operan en diez países, incluido Estados Unidos.

El experto manifestó que no hay duda de que miembros de esta organización se han infiltrado en el país. “Las autoridades policiales de Chicago, Nueva York y Miami ya han descubierto elementos del Tren de Aragua en sus ciudades”, dijo Humire.

Actualmente, la Policía estadounidense se encuentra en la búsqueda de otros cuatro sospechosos del crimen de Sánchez Varela, dos hombres y dos mujeres, quienes habrían servido de carnada para facilitarles el crimen a los asesinos.

“Los atacantes lo sacaron del asiento del conductor de su camioneta y lo metieron en el maletero antes de huir a toda velocidad. Sánchez fue golpeado, torturado y obligado a entregar las llaves de su apartamento y de su caja fuerte, donde estaban escondidos los ahorros de toda su vida en lingotes de oro. Su aterrorizada sobrina, con quien vivía, se escondió debajo de la cama mientras los asesinos arrasaban la casa”, agrega Daily Mail.

Uno de los secuestradores, según documentos judiciales, incluso se jactó ante ella de ser miembros del Tren de Aragua. “Por más impactante que parezca este salvaje asesinato, es leve en comparación con lo que la pandilla es capaz de hacer”, agrega.

En otros países, como Colombia, se han denunciado torturas y desmembramiento de cadáveres.

Cárceles

El medio señala que la gran mayoría de los venezolanos que han migrado a Estados Unidos, tanto legal como ilegalmente, son personas pacíficas que esperan tener una vida en paz junto a sus familiares. Sin embargo, agrega que en “la porosa frontera”, las autoridades migratorias tienen poca capacidad para separar a los criminales de los demás. “Eso pone a todos, ciudadanos e inmigrantes, en riesgo”, subraya.

Frente a esto, el experto consultado por Daily Mail asegura que la presencia del Tren de Aragua en Estados Unidos puede llegar a sentirse primero en las comunidades de venezolanos, “donde estos criminales pueden refugiarse”. Adicionalmente, el eventual ingreso de miembros en cárceles en el sistema penitenciario estadounidense puede también “potenciar su creciente amenaza criminal”.

“El Tren nació en las cárceles venezolanas y ellos saben cómo funcionan las redes en los penales. Pueden convertirse en un problema intratable, no solo aquí en Estados Unidos, sino en todo el hemisferio occidental”, dijo.

La presencia del Tren de Aragua en el extranjero ha generado preocupación entre las autoridades, ya que se le atribuye un aumento en las actividades delictivas en Colombia, Perú, Ecuador, Chile, Bolivia y Costa Rica. La banda, compuesta por aproximadamente 2.500 miembros, ha puesto en jaque a las autoridades.

De acuerdo con el Miami Herald, la Patrulla Fronteriza y de Aduanas de Estados Unidos ha informado sobre la detención de 38 presuntos miembros del Tren de Aragua entre octubre de 2022 y 2023, subrayando la complejidad de abordar la presencia de esta peligrosa organización en el país.