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El sorprendente tesoro hallado en un cultivo: monedas y lingotes que apuntan a un país
El descubrimiento incluye monedas, lingotes, escamas de oro en bruto, fragmentos de pulseras y pendientes de miles de años de antigüedad.
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Un equipo de arqueólogos descubrió en un cultivo de la región de Pilsen, en el oeste de la República Checa, uno de los tesoros más importantes de Europa Central en los últimos años. Se trata de un conjunto de monedas y lingotes celtas que el Museo y Galería del Norte de Pilsen (MGSP) describió como de “valor incalculable”, tanto por su volumen como por la antigüedad de las piezas recuperadas.
El hallazgo, de más de 500 monedas de oro y plata acompañadas de ornamentos, broches y restos metálicos, fue anunciado recién el 3 de octubre, aunque la historia comenzó varios años antes.
En 2021, un arqueólogo aficionado encontró un fragmento de moneda del siglo II a.C. mientras utilizaba un detector de metales en un terreno agrícola. Ese hallazgo aislado llevó a una excavación controlada que tuvo que desarrollarse por fases, siempre entre las temporadas de siembra y cosecha.

Los especialistas del Instituto Arqueológico de la Academia Checa de Ciencias confirmaron que las piezas datan de entre los siglos VI y I a.C. y explicaron que los análisis de isótopos serán clave para determinar el origen del metal, si fue extraído en la región o si provino de zonas distantes a través de rutas comerciales que conectaban a las antiguas comunidades celtas. Por ahora, ambas posibilidades se mantienen abiertas, y el museo espera que los resultados aporten nueva luz sobre la presencia celta en Europa Central.
El terreno donde se excavó está rodeado de castillos medievales, poblados históricos y antiguas rutas de paso. Para los arqueólogos, esto explica por qué el sitio presenta características tanto ceremoniales como económicas. En el mismo lugar se encontraron restos de un caballo y herramientas metálicas, elementos que apuntan a un uso ritual, pero también a un espacio donde se realizaban intercambios.
Los investigadores consideran dos hipótesis principales: que las monedas hayan sido perdidas durante transacciones comerciales o que fueran enterradas como parte de un ritual de ofrenda. La concentración de objetos, su variedad y el hecho de que el tesoro no se encontrara en una vasija o contenedor específico aumentan la posibilidad de una actividad recurrente en el sitio.
El yacimiento contiene una gran cantidad de objetos metálicos pequeños, pero excepcionales, entre los que destacan monedas, lingotes, escamas de oro en bruto, fragmentos de pulseras y pendientes.
Muchas de las monedas presentan símbolos típicos de la iconografía celta como caballos, jabalíes, soles, divinidades y motivos naturalistas. Otras piezas incluyen influencias helenísticas, con retratos y diseños inspirados en la tradición griega, prueba de la amplitud de los contactos culturales.
El museo concluyó que este terreno pudo funcionar como un punto de reunión estacional para distintas comunidades de la región, ya fuera por motivos religiosos o comerciales.



